domingo, 28 de diciembre de 2008
Para olvidar
Lo mejor que tiene 2008 es que apenas le quedan tres telediarios. Ahora que por mi retina pasan a toda velocidad decenas de imágenes, del mismo modo que los insectos se estrellan en el parabrisas de un coche, sólo hay una conclusión. Ha sido un año para olvidar, de esos que se recordarán dentro de una década como el de la crisis. Igual que el crack del 29, la crisis del 73 o la de 1992, lo sucedido en 2008 era algo que tenía que pasar, pese a que algunos se empeñaban en que no pasaría o que el aterrizaje sería suave. Pero, no. El golpe ha sido en toda regla, en la línea de flotación. Lo sucedido en 2008 se enseñará en los colegios para que los hijos de la Logse, la LOE, o como quieran llamar al dichoso sistema educativo aplicado por los partidos de turno a los zotes de nuestros hijos, aprendan que la burbuja inmobiliaria pinchó. La misma que ha permitido a muchas familias vivir por encima de sus posibilidades, hipotecados hasta las cejas, gracias a un gigante de pies de barro, que ha tenido en la avaricia humana el mayor enemigo. Un sistema más inestable de lo que nos vendían y que de milagro económico tenía poco o nada. Basta rascar y las miserias salen a relucir. Han sido doce meses vertiginosos, al filo de la navaja, que han hecho bueno aquello de año bisiesto, año siniestro y que apenas dejan cosas buenas que celebrar. Sólo los deportes pueden sacar pecho. La selección ha llenado de alegría los hogares españoles mientras la despensa estaba más vacía que nunca. Nada como la versión en TDT de Marcelino metiéndole a Rusia un gol para mantener la venda en los ojos sin ver a tu alrededor cómo se desploman los empleos o las empresas ponen el cartel de Cerrado. Al menos este año ha servido para sacar las vergüenzas a muchos estiraditos, a los Madoff de la vida, a los que el cuento se les ha acabado. Las vidas invisibles es lo que tienen. Antes o después, salen a flote los fantasmas internos para resquebrajar la vida acomodada y sedentaria de los que se enriquecen y encuentran consuelo mirando hacia otro lado. Es, por duro que parezca, como los cadáveres de subsaharianos que un día aparecen varados en las playas. Mejor no verlos, aunque te cuenten que los hay. Tal vez para expiar habría que empezar por abrir los ojos. 2009 es una buena oportunidad.
domingo, 21 de diciembre de 2008
Elefante
Una niña miraba extasiada e ilusionada un Belén, con todas su figuritas y el humilde pesebre como centro de todo, hasta que un detalle le llamó la atención. El rey Baltasar llegaba hasta el pesebre de Belén subido en un elefante en lugar del tradicional camello, ése al que año tras año dejamos agua y pan duro tras su largo viaje desde Oriente cargado de regalos.
-¡Mamá! ¿Por qué nosotros no tenemos un elefante en el Belén de casa? -preguntó inquieta la niña mientras la madre trataba de buscar la mejor respuesta para salir airosa de la duda que la había planteado la pequeña.
-No sé, hija. Ten en cuenta que atraviesa un desierto y que los camellos pueden estar muchos días sin beber y para un elefante sería imposible -contestó la mamá.
Tal vez ese elefante, poco o nada tenga que ver con el paquidermo que protagoniza la última novela de José Saramago, salvo en su peso y su andar pausado. No es la primera vez que el Nobel portugués, siempre lúcido y eterno luchador contra las injusticias, viene a esta columna. En este caso, su última novela tiene que ver con la inocente pregunta de esa niña. El viaje del elefante es el título de la novela del escritor y en ella relata la aventura de un paquidermo que viajó en el siglo XVI de Lisboa a Viena, fruto de un regalo entre reyes. Cuando se murió al año de llegar a Viena, después de ser aplaudido y ser admirado por los vecinos de decenas de pueblos y ciudades por donde pasó, le cortaron las patas delanteras para hacer con ellas unos recipientes de bastones. Triste final para una gesta épica de un animal que representa la metáfora humana de la vida, con su crueldad y esplendor. Desde que empezamos a tener uso de razón soñamos que tenemos libre albedrío, pero no es así. Igual que al elefante, admirado por todo el mundo, nos pasa a nosotros, que a la vuelta de la esquina nos espera el destino y… ¡zas, te la da! Por eso, este año yo también pongo un elefante en el Nacimiento de mi casa y mi duda es si sentaré sobre él a Melchor, Gaspar o Baltasar. Lo que tengo claro, como Saramago, es que siempre se llega a donde te están esperando. Feliz Navidad.
-¡Mamá! ¿Por qué nosotros no tenemos un elefante en el Belén de casa? -preguntó inquieta la niña mientras la madre trataba de buscar la mejor respuesta para salir airosa de la duda que la había planteado la pequeña.
-No sé, hija. Ten en cuenta que atraviesa un desierto y que los camellos pueden estar muchos días sin beber y para un elefante sería imposible -contestó la mamá.
Tal vez ese elefante, poco o nada tenga que ver con el paquidermo que protagoniza la última novela de José Saramago, salvo en su peso y su andar pausado. No es la primera vez que el Nobel portugués, siempre lúcido y eterno luchador contra las injusticias, viene a esta columna. En este caso, su última novela tiene que ver con la inocente pregunta de esa niña. El viaje del elefante es el título de la novela del escritor y en ella relata la aventura de un paquidermo que viajó en el siglo XVI de Lisboa a Viena, fruto de un regalo entre reyes. Cuando se murió al año de llegar a Viena, después de ser aplaudido y ser admirado por los vecinos de decenas de pueblos y ciudades por donde pasó, le cortaron las patas delanteras para hacer con ellas unos recipientes de bastones. Triste final para una gesta épica de un animal que representa la metáfora humana de la vida, con su crueldad y esplendor. Desde que empezamos a tener uso de razón soñamos que tenemos libre albedrío, pero no es así. Igual que al elefante, admirado por todo el mundo, nos pasa a nosotros, que a la vuelta de la esquina nos espera el destino y… ¡zas, te la da! Por eso, este año yo también pongo un elefante en el Nacimiento de mi casa y mi duda es si sentaré sobre él a Melchor, Gaspar o Baltasar. Lo que tengo claro, como Saramago, es que siempre se llega a donde te están esperando. Feliz Navidad.
jueves, 18 de diciembre de 2008
Mal rollito... y sin cava
Pese a la cercanía del espíritu de la Navidad, la conversión de Mister Scrooge gracias a los buenos deseos de esperanza y confraternidad está lejos de hacerse realidad en el foro madrileño. Así al menos lo pone de manifiesto el distanciamiento, cada vez mayor, entre el PP y el PSOE. Tras los exabruptos del alcalde de Getafe y presidente de la Federación de Municipios y Provincias (FEMP), Pedro Castro, que motivó el plante de los populares la moción de censura en Pinto ha propiciado que los dos principales partidos se afilen más los colmillos. El PP está que trina porque ni siquiera la Fiscalía Anticorrupción ha comenzado a investigar el presunto apaño en Pinto para desbancar de la Alcaldía a la popular Miriam Rabaneda mediante una moción de censura. La tradicional rueda de prensa del Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid, que viajó de la sede regional de la Puerta del Sol a la Asamblea de Madrid, en Vallecas, donde se votaron los presupuestos de la Comunidad de Madrid, puso de manifiesto el descontento popular. Ignacio González, vicepresidente regional, reclamó una “rápida y profunda explicación” por parte de Tomás Gómez, secretario general del PSM por los acontecimientos que se están sucediendo en Pinto. Además los acontecimientos se suceden y aseguró que la intención del PSOE de denunciar a los que grabaron en vídeo al candidato socialista en Pinto arrancando los carteles que anuncian la manifestación del domingo en protesta por la moción de censura “es un ejemplo de la tomadura de pelo”. Las imágenes fueron emitidas por Telemadrid, pero González cree que el PSOE solo quiere con la denuncia “echar humo” sobre este polémico asunto y calificó con ironía la pretensión socialista como un “ejercicio claro de la libertad del expresión y la democracia”.
Mientras los populares se preguntan por qué la Fiscalía Anticorrupción se niega a investigar en Pinto mientras que “por algo menos” hubo actuaciones contra Esperanza Aguirre por unas parcelas en Majadahonda, los socialistas no ven nada turbio en la moción. Tal vez, lo único oscuro que ven en la moción es la intención de Aguirre de “enturbiar”, como ya se señaló la portavoz socialista en la Asamblea de Madrid, Maru Menéndez. A este paso, mientras la crisis económica aprieta y afloran cada vez más los problemas no es de extrañar que PP y PSOE sean incapaces de brindar en el tradicional cóctel con motivo de las fiestas navideñas. El patio no está para fiestas, y menos cuando tras el episodio de Pedro Castro, el PSOE puede arrebatar el lunes una alcaldía al PP. La política tiene estas cosas, y el que antes era un enemigo, e incluso un tránsfuga, con declaración oficial o no, puede convertirse en un nuevo compañero de viaje en Pinto. Ingeniería política pura y dura, pero no estaría mal que alguien ajeno aclarara de una vez esos oscuros intereses que parece que planean sobre la ciudad del motor y que da lugar a amistades peligrosas. Y hablando de tránsfugas, los representantes del PP en la reunión de la Comisión de Seguimiento del Pacto Antitransfuguismo salieron el miércoles con mala cara del Ministerio de Administraciones Públicas por la negativa a debatir con carácter de urgencia el caso de Pinto. Claro, que el valor de esta reunión queda en entredicho, por mucho que la ministra Elena Salgado se empeñe en asegurar cada seis meses “que el Pacto Antitransfuguismo está cumpliendo sus objetivos” si los acuerdos que se toman no se cumplen o se dilatan en el tiempo, como sucede en Villalbilla, donde dos ediles que encabezaron las listas del PSOE y que fueron declarados tránsfugas hace un año, permanecen en el equipo de Gobierno del popular Iván Borrego.Con este panorama, nada mejor que un derrumbe en las obras del AVE entre Madrid y Valencia para que el frente popular de Aguirre y Camps se lance sobre la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, con la foto de rigor en una finca cercana al lugar del derrumbe. Pero Maleni se envalentona por encima de sus sucesivos jefes de prensa y como es Navidad ofreció su tono light para calificar la visita de ambos presidentes autonómicos, por eso de que es Navidad, asegurando “que habían ido a pasar un día de campo”. Desde la Comunidad se insiste en que “cambie de actitud” y termine "lo antes posible" las obras que tiene en marcha en esta Comunidad “con medidas de seguridad y garantías” porque “cada dos por tres se le caen”. Así las cosas habrá que esperar al buen rollito hasta el año que viene porque en 2008 de cuento de Navidad, nada de nada.
Mientras los populares se preguntan por qué la Fiscalía Anticorrupción se niega a investigar en Pinto mientras que “por algo menos” hubo actuaciones contra Esperanza Aguirre por unas parcelas en Majadahonda, los socialistas no ven nada turbio en la moción. Tal vez, lo único oscuro que ven en la moción es la intención de Aguirre de “enturbiar”, como ya se señaló la portavoz socialista en la Asamblea de Madrid, Maru Menéndez. A este paso, mientras la crisis económica aprieta y afloran cada vez más los problemas no es de extrañar que PP y PSOE sean incapaces de brindar en el tradicional cóctel con motivo de las fiestas navideñas. El patio no está para fiestas, y menos cuando tras el episodio de Pedro Castro, el PSOE puede arrebatar el lunes una alcaldía al PP. La política tiene estas cosas, y el que antes era un enemigo, e incluso un tránsfuga, con declaración oficial o no, puede convertirse en un nuevo compañero de viaje en Pinto. Ingeniería política pura y dura, pero no estaría mal que alguien ajeno aclarara de una vez esos oscuros intereses que parece que planean sobre la ciudad del motor y que da lugar a amistades peligrosas. Y hablando de tránsfugas, los representantes del PP en la reunión de la Comisión de Seguimiento del Pacto Antitransfuguismo salieron el miércoles con mala cara del Ministerio de Administraciones Públicas por la negativa a debatir con carácter de urgencia el caso de Pinto. Claro, que el valor de esta reunión queda en entredicho, por mucho que la ministra Elena Salgado se empeñe en asegurar cada seis meses “que el Pacto Antitransfuguismo está cumpliendo sus objetivos” si los acuerdos que se toman no se cumplen o se dilatan en el tiempo, como sucede en Villalbilla, donde dos ediles que encabezaron las listas del PSOE y que fueron declarados tránsfugas hace un año, permanecen en el equipo de Gobierno del popular Iván Borrego.Con este panorama, nada mejor que un derrumbe en las obras del AVE entre Madrid y Valencia para que el frente popular de Aguirre y Camps se lance sobre la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, con la foto de rigor en una finca cercana al lugar del derrumbe. Pero Maleni se envalentona por encima de sus sucesivos jefes de prensa y como es Navidad ofreció su tono light para calificar la visita de ambos presidentes autonómicos, por eso de que es Navidad, asegurando “que habían ido a pasar un día de campo”. Desde la Comunidad se insiste en que “cambie de actitud” y termine "lo antes posible" las obras que tiene en marcha en esta Comunidad “con medidas de seguridad y garantías” porque “cada dos por tres se le caen”. Así las cosas habrá que esperar al buen rollito hasta el año que viene porque en 2008 de cuento de Navidad, nada de nada.
sábado, 13 de diciembre de 2008
Coronas
Estaba la otra mañana cultivando la mente y el estómago en un bar, enfrascado en la lectura del Marca y analizando las clasificaciones, cuando un pequeño detalle me ofreció una revelación. Mientras mojaba los churros en un café y a mi lado otro cliente se zampaba un montado de panceta, una corona en un escudo de fútbol llamó mi atención. De ahí a otro equipo y a otro, de primera división a segunda. Más grande o más pequeña. Desconozco si el tamaño aumenta en función de los resultados deportivos, pero lo cierto es que ahí están, con gracia y real. Coronando escudos más definidos y otros que son más de andar por casa. El bar es acogedor y la temporada del Madrid calienta como siempre los debates de la clientela entre desayunos y cazallas. Pero la perspicacia de mi descubrimiento me alejó de la discusión sobre la destitución de Schuster y el fichaje de Juande. Al menos, el fútbol permite entrar en cualquier conversación sin ser invitado. Incluso te encuentras con la sorpresa que cuando le dices al camarero “qué se debe” un anónimo contertulio ya te haya invitado. Pero esa mañana yo iba a lo mío. Encontré un asunto digno de estudio y con la entidad suficiente para estrujarme los sesos y averiguar si es más monárquico un escudo circular con una corona encima, como el del Real Madrid, o uno como el del Real Betis, triangular, pero coronado. Tampoco sé si hay equipos republicanos o monárquicos, pero creo que habría que pasar los escudos y la parafernalia de los hinchas, con sus himnos y sus bufandas, por la batidora de la modernidad. Pero este asunto que cualquier mojigato como yo se plantearía investigar en un país acostumbrado a que la ficción supere a la realidad se desvaneció de mi mente en cuanto levanté la mirada del Marca hacia la tele. Vi el anuncio del ministro Bernat sobre el uso de los condones y escuche eso de “tronco yo no corono rollos con bombo”. ¿Coronas y preservativos? Ahí di por concluido el análisis de los escudos y volví a la realidad. Ese día nadie me pagó el café. Salí del bar silbando Paquito el Chocolatero de vuelta al curre, sin acordarme que los detectives de Teddy Bautista y la SGAE andan envalentonados haciendo caja por ahí. ¡País!
lunes, 8 de diciembre de 2008
¿Debe dimitir Pedro Castro? Los ayuntamientos se juegan mucho
Pedro Castro es más Sancho que Quijote, no sólo porque sea manchego, de Tomelloso, para más señas, sino porque le gusta hablar, probablemente más de la cuenta. Y tanta locuacidad en política al final se paga y más cuando el patio de los ayuntamientos anda revuelto desde que los ingresos del suelo se esfumaron. El alcalde de Getafe y presidente de la Federación de Municipios y Provincias (FEMP) es un tipo locuaz, cercano y popular y así lo ha demostrado para sobrevivir casi tres décadas a gobiernos de todo signo. Tres características que pueden ser buenas pero que cuando se llevan 25 años al frente de un municipio son tan traicioneras como el Síndrome de la Moncloa. Y más cuando se está ya en el punto de mira. Y es que Pedro Castro no es como sus antecesores en la FEMP, Rita Barberá. Heliodoro Gallego o Francisco Vázquez; ese alcalde de izquierdas que tanto gustaba a la derecha. De cara a sus vecinos presume de haber enterrado las vías del tren, de haber sido capaz de ampliar los servicios mínimos de una huelga de basura que marginaba al llamado sector III o de dialogar en plena calle con cualquiera. Pero Castro, sobre el que su partido cierra filas, llevaba semanas echando balones fuera. Que si el coche oficial de 120.000 euros pagado mediante leasing, que si no es capaz de presionar a José Luis Rodríguez Zapatero, que si... Mientras, desde los ayuntamientos populares se le exigía que fuera firme y convincente en la negociación con el Gobierno en la reforma de la financiación local. Sin embargo, en lugar de erigirse en ariete para reclamar la llamada segunda descentralización, que permitiría a los ayuntamientos resolver cuestiones como las competencias impropias, que muchas veces se llevan un 30% de los presupuestos municipales, el presidente de la FEMP se equivoca. Castro ha elegido, igual que el nacionalista Joan Tardá, la semana de la Constitución, ésa en la que tanto se habla de concordia entre los españoles, para meter la pata e insultar a los más de diez millones de votantes del PP llamándoles “tontos de los cojones”. Es cierto que ha pedido disculpas por activa y por pasiva, pero la regeneración democrática empieza por uno mismo y con el código ético en la mano que él mismo impulsó en la FEMP como alcalde de alcaldes debe dejar el puesto con naturalidad y sin más ruido. Sus palabras son un error que un municipalista no se puede permitir y la institución, más politizada que nunca, se lo agradecerá. De momento, lo deja en manos de la Comisión Ejecutiva de la FEMP, pero los alcaldes populares no cederán. Lo malo es que este ruido mediático, esconde el verdadero problema que ni Castro ni sus predecesores en el cargo han sido capaces de solucionar: muchos Ayuntamientos no tienen ni una cala. Es cierto que los ayuntamientos disponen de un fondo de 8.000 millones para hacer obras, pero también que el Real Decreto del Fondo de Inversión municipal sigue sin resolver los problemas del día a día, el de las facturas. La reforma de la financiación local, que permitiría a los ayuntamientos aumentar su participación en los tributos del Estado sigue siendo la asignatura pendiente y ni Castro ni el Gobierno central, ni las Comunidades autónomas parecen estar dispuestos a solucionarlo. Las respectivas administraciones porque no están las cosas como para ceder dinero y Castro, sencillamente porque pese a que en su día fue capaz de plantar cara a Leguina a cuenta de las inversiones regionales, ahora Zapatero es mucho ZP y su crédito de superviviente está al límite. La casual reunión con ZP, en la que sacó que las entidades Locales puedan incurrir en un déficit excepcional del 0,2% del PIB en los ejercicios 2008 y 2009, coincide con el anuncio del plan de los 8.000 millones. Una cifra inferior a la que el PP quería y que solicitaba mediante la creación de una línea de crédito de 5.000 millones del Instituto de Crédito Oficial y que el Estado avale las emisiones de deuda por 4.000 millones. Hay demasiado en juego para hablar de “tontos de los cojones”...
domingo, 7 de diciembre de 2008
Los 'ex'
Si hay algo que a estas alturas que me sigue causando cierta confusión de los sentidos es pasear con mi mujer y encontrarme a una ex. ¿Qué quieren que les diga? Este tipo de reencuentro con el pasado íntimo de uno siempre sucede de la manera más casual y en el lugar más inesperado. Incluso en muchos casos ni siquiera llega a producirse, aunque uno hasta lo desee. El caso es que después de un siempre engorroso “tenemos que hablar” o de una carta de despedida siempre hay que reponerse para tratar de hacer borrón y cuenta nueva, hasta que una mala jugada del destino te vuelve a colocar en el tablero de juego. Ni siquiera un arreglo amistoso impide un día al salir de un bar, doblar la calle y toparse de bruces con el pasado para recibir el puyazo verbal y sentimental de una ‘ex’. Es algo así como encontrarte con el pasado del brazo de un tipo y que entre sonrisas forzadas aprovecha para recordarte que nadie como ella le daba el punto al gazpacho, como cantaba Sabina cuando evoca a sus señoras. Vamos, que eso es como tener una herida y que todos los golpes te vayan ahí. De la indiferencia de aquella relación a pensar en lo que fue y pudo haber sido hay una amplia gama de matices que sólo cada uno es capaz de resolver y aceptar. Pues algo así sucede con los ex presidentes del Gobierno, que con la ventaja que da hablar a toro pasado y rodeado de aduladores se permiten todo tipo de licencias, oportunos olvidos de su gestión se convierten en ‘tocapelotas'. Supongo que tanto Rajoy como Zapatero, pese a que aguanten el tipo de manera estoica, lo que más les incomoda no es el cara a cara entre ellos. Duelen más los reproches del líder ‘retirado’, que los de la trinchera política. Y los ex –Felipe González y José María Aznar– se gustan mucho a sí mismos y se les hincha la boca a la hora de lanzar mensajes y consejos. No sé si como Saturno devorarán a sus hijos, aunque en política todo es posible, pero no creo que ni a Rajoy ni a Zapatero les guste dejarse ver con una oreja colorada por la reprimenda del ‘ex’ cuando les leen la cartilla en público por no salir a ganar para llegar a La Moncloa o por mirar hacia otro lado ante la crisis. Y es que como sucede en las mejores familias, el peor enemigo en política está en casa.
jueves, 4 de diciembre de 2008
La fuerza por la boca
Son muchos los que creen que Pedro Castro y Magdalena Álvarez deberían tener la boca callada y no culpar a Esperanza Aguirre de sus desdichas y elocuentes palabras. La estrella que acompaña a la presidenta regional, con calcetines o sin ellos, puede volverse contra estos líderes socialistas en cuanto menos se lo esperen y sin necesidad de recurrir a vudú alguno o amuletos de los ‘chinos’ Todo es cuestión de fortuna y Esperanza Aguirre la tiene. El trágico episodio de Bombay, donde la vida de Aguirre peligró seriamente o la pregunta que se hizo el inefable Pedro Castro, primer edil de Getafe y, aunque no lo parezca, alcalde de los alcaldes de España como presidente de la Federación Española de Municipios, ponen de manifiesto una escalada dialéctica que inició en un restaurante de lujo de Bombay el señor Guardans, nacionalista de CiU para más señas, que prosiguió José Blanco con unas mezquinas acusaciones y a las que puso el colofón la siempre beligerante y atolondrada Maleni, una de las ministras a las que más les va la marcha y que más juego da a los canallas de la prensa. Y por si fuera poco el tomellosero Pedro Castro se apunta a los exabruptos, en una semana en la que los Ayuntamientos rebuscan debajo de los felpudos para poder pagar a los proveedores y se debaten los sesos para presentar proyectos al plan de los 8.000 millones de Zapatero para hacer obra nueva en los municipios. En unas palabras de difícil justificación y que trató de rectificar de la peor manera, como el infortunado Pedro Navaja, aquel al que le cantan eso de “a hierro mata y a hierro muere”, no se le ocurrió otra explicación que denunciar “el acoso político al que se ve sometido por la Comunidad de Madrid y el PP”. ¡Toma! ¿Pero no fue Castro el que lanzó en pleno ataque de populismo vecinal eso de “por qué hay tontos de los cojones que todavía votan a la derecha?”. Y claro la reacción de Aguirre no se hizo esperar porque hay 10.200.000 ‘tontos’ en España, de ellos más de un millón y medio de madrileños que votan al partido de la gaviota, con Rajoy, Aguirre y Gallardón incluidos en el mismo lote, revueltos o no. Esperanza Aguirre reclamó en la Puerta del Sol, donde encabezó una concentración silenciosa contra ETA, la dimisión de Castro por sus “gravísimas” palabras y anunció que están pensando que medidas tomar contra alguien que además de vestir el traje de alcalde socialista representa a los municipios de toda España. Y si la salida de tono de Castro es patente, ¿qué decir de la carta que Maleni le envió a la lideresa madrileña? En un creciente envilecimiento dialéctico con Aguirre en el punto de mira, la titular de Fomento se unió al festival para explicarle lo que quería decir cuando llegó a afirmar hace un tiempo que deseaba ver a Aguirre “tumbada en una vía o colgada de una catenaria”. Precisamente esta misma frase fue la que Aquirre utilizó para responder a José Blanco tras los chascarrillos que el líder socialista, al calor de un mitin y ante sus simpatizantes, hizo sobre la salida de la presidenta regional entre tiros de un hotel de Bombay. Maleni, hizo un esfuerzo por liar la madeja, algo que se le da bastante bien, y envió una carta a la presidenta del Ejecutivo regional tratando de explicar unas palabras que dijo en mayo de 2007. Aunque Maleni trató de justificar que nunca le deseó daño alguno a la presidenta pocos en Sol lo creen porque la carta fue recibida con estupor entre el equipo de Aguirre. El número dos regional, Ignacio González, reflexionaba ayer sobre ello y no tiene muy claro si Maleni pretendía rectificar o confirmar lo que dijo “de manera intolerable y que sigue sin pedir disculpas”. Con este panorama político, si hay una palabra en la calle que va unida a la presidenta regional es suerte, que cerca del Sorteo de Navidad gana aún más enteros cuando el bolsillo aprieta. Y como muestra un ejemplo. Un hombre que paseaba junto a la sede del Gobierno regional, tras ver a Esperanza Aguirre en la concentración, le dijo a su mujer: “Anda, mira, si es Aguirre, seguro que ella compra lotería en Doña Manolita. Con lo afortunada que es”… Al poco rato, la pareja hacía cola en este establecimiento. Por si acaso, digo yo.
domingo, 30 de noviembre de 2008
Sin rombos
Ahora que se ha certificado que Franco ha muerto me quedo más tranquilo. Tras el revuelo montado por el juez Garzón en las últimas semanas llegué a tener serias dudas. Por momentos pensé que iban a poner de nuevo dos rombos a las películas de James Bond por televisión o que la parafernalia de la dictadura iba a regresar a la vida cotidiana. Menos mal que la conmovedora confesión del ex alcalde de Marbella, Julián Muñoz, por una pasta gansa en una exclusiva televisada me devolvió de sopetón a la realidad, esa de tonto el último y marcada por las reglas del mercado en las que todo vale. Vamos, que todo tiene un precio. Así las cosas, lo que me sorprende es que a estas alturas, en un planeta globalizado, sigamos hablando de lo mismo, de la dichosa dictadura de Franco, sin ser capaces de sacudir la alfombra y abrir las ventanas desde el más profundo respeto. Tal vez ya va siendo hora de que la derecha se olvide de una vez de sus complejos, que cree que se arreglan identificándose con los jóvenes que se pusieron delante de los tanques de la plaza de Tiananmen y rebajando a la categoría de REM progre el Mayo del 68; y que la izquierda aparque ese anticlericalismo rancio casi enfermizo que manifiesta de manera cíclica como ejercicio de autoafirmación. Lo malo es que estos síntomas se dan en lo global y en lo particular, en el Congreso de los Diputados y en el Salón de Plenos del Ayuntamiento avalados por un preocupante laissez faire, de dejar que las cosas sigan su curso… pero hace treinta años que murió el dictador. Con este panorama, casi la mejor solución es regalarse tiempo a uno mismo, ponerse el abrigo y la bufanda y darse una vuelta por el Reina Sofía para ver la exposición del fotógrafo Alberto García-Alix. Su evocador título, De donde no se vuelve, no impide precisamente eso, que viendo las imágenes de sus fotografías y el vídeo regresemos a algunos lugares comunes del Madrid de los 80. Mucho ha cambiado todo desde entonces, pero si algo tengo claro, al menos, es que Franco ya es historia, y que James Bond ha sabido adaptarse a la realidad mucho mejor que algunos, anclados en reminiscencias absurdas de donde no se vuelve. Pues eso, agitado y no revuelto.
jueves, 27 de noviembre de 2008
Un viaje a tiros
Estos días de finales de noviembre y principios de diciembre los va a tener que marcar en rojo Esperanza Aguirre en su agenda personal. Nada como el color rojo para advertir de los peligros. Puede que tenga que hacer caso a su jefe de gabinete y decidirse a poner un antideslizante en la ducha de su casa, porque con los sustos que se lleva parece que cualquier medida de prevención no será desmedida. Dos de dos, que dirían los amantes de la estadística, y sin rasguño alguno, al menos visible porque los que esconden los calcetines que lució ayer con zapatos de tacón no dejaron ver las heridas que le pudo provocar salir descalza del hotel de Bombay, en medio de una ensalada de tiros, y pisando charcos de sangre. Pero si hay heridas que duelen son las internas, las que están cerca del alma, esas que se dibujan como surcos en el registro interno de los sentimientos a fuerza de sobresaltos. Las situaciones límite pasan factura y nada como dejar que baje la adrenalina y recuperar el pulso de los biorritmos para pensar en el drama que vivieron en Bombay la presidenta Aguirre y todos los miembros de la delegación madrileña que le acompañaban. Cansada, con la emotividad a flor de piel y bien arropada por su familia, los miembros de su gobierno y altos representantes de PP, Esperanza Aguirre relató en primera persona el que fue, probablemente, uno de los días más largos de su vida. Aguirre, con el arrojo que da sentirse en casa, en el kilómetro cero de a Puerta del Sol, expresó en sus sentidas palabras algo tan humano como la tenue línea que hay entre la vida y la muerte. Lo peor que tienen estas situaciones, cuando uno ya se encuentra a salvo, es pensar en los que no lo están. Aguirre pudo salir pero en Bombay permanecen aún once personas de la delegación madrileña de empresarios, que cuando comenzó el ataque salieron del hotel y fueron retenidos por la policía en un malecón junto a la playa. Por eso no es extraño que proclame que “necesito ver a todos en Madrid para estar completamente tranquila”.
La presidenta regional ya sabe lo que es que un helicóptero se estrelle y salir intacta del accidente; ahora sabe lo que es vivir en primera persona el miedo y el pánico, reflejado en las caras de los trabajadores del hotel que les arrollaban durante el tiroteo terrorista en el hotel. La vida tiene estas cosas, nunca se sabe lo que te espera ni siquiera en el próximo minuto o en el ahora, que ya casi es pasado. Te toca y ya está. Quién lo iba a esperar mientras en el hall del hotel de Bombay al que acababa de llegar se fundía en un sentido abrazo con un amigo de la infancia, el alcalde de Majadahonda, Narciso Foxá. Con él, que se había desplazado hasta la ciudad hindú para repatriar el cadáver de su hermano, fallecido allí en trágicas circunstancias, escuchó el silbido de las balas, se arrojó debajo de un mostrador de la recepción, atravesó la cocina y llegó a una amplia sala que parecía un salón de bodas en medio del caos. Al principio creyó que el ruido de las balas eran cristales que se caían del techo, pero de repente el instinto de supervivencia fue su única arma a la que podía agarrarse. Con Foxá también vivió el peor momento de su huida, cuando trataba de llegar al aeropuerto y un monumental atasco por otra bomba en una terminal de vuelos domésticos lo impedía. Con él, y sus otros cuatro acompañantes, experimentó lo corto que se puede hacer el tiempo. Y tal vez con Foxá asistió a una lección de esas que no se aprenden en las clases: los valores. Una lección humana de esas que centenares de personas ofrecen cada día de manera anónima por sus seres queridos o incluso, como sucede en la India, de manera altruista. El alcalde de Majadahonda no iba a volver en ese vuelo a España sin el cadáver de su hermano, por eso tras dejar a la presidenta regional en el aeropuerto tomó el mismo coche y se dirigió a la casa del cónsul, donde se unió al resto de la delegación española. Casualidad, instinto o estrella, pero mientras ellos hablaban ajenos a lo que se venía encima todo parecía estar escrito en el guión improvisado del drama humano de Bombay y del destino. Pero la suya es una historia personal más, como la de todas las víctimas y familiares de los que padecieron el ataque terrorista, que dejó más de 80 víctimas y decenas de vidas rotas, que hoy, sólo porque Aguirre estaba allí, nos parece mucho más cercana. Cruel destino, pero destino al fin y al cabo, y cada uno lo afronta como puede, como lo hacen a diario las miles de seres humanos que pasean su extrema pobreza por las calles de las ciudades de la India y por la que trabajan de manera solidaria muchas de esas personas anónimas de las que casi nunca se habla. Un país fascinante que no deja indiferente a nadie, que toca de lleno la fibra sensible del alma, y mucho.
La presidenta regional ya sabe lo que es que un helicóptero se estrelle y salir intacta del accidente; ahora sabe lo que es vivir en primera persona el miedo y el pánico, reflejado en las caras de los trabajadores del hotel que les arrollaban durante el tiroteo terrorista en el hotel. La vida tiene estas cosas, nunca se sabe lo que te espera ni siquiera en el próximo minuto o en el ahora, que ya casi es pasado. Te toca y ya está. Quién lo iba a esperar mientras en el hall del hotel de Bombay al que acababa de llegar se fundía en un sentido abrazo con un amigo de la infancia, el alcalde de Majadahonda, Narciso Foxá. Con él, que se había desplazado hasta la ciudad hindú para repatriar el cadáver de su hermano, fallecido allí en trágicas circunstancias, escuchó el silbido de las balas, se arrojó debajo de un mostrador de la recepción, atravesó la cocina y llegó a una amplia sala que parecía un salón de bodas en medio del caos. Al principio creyó que el ruido de las balas eran cristales que se caían del techo, pero de repente el instinto de supervivencia fue su única arma a la que podía agarrarse. Con Foxá también vivió el peor momento de su huida, cuando trataba de llegar al aeropuerto y un monumental atasco por otra bomba en una terminal de vuelos domésticos lo impedía. Con él, y sus otros cuatro acompañantes, experimentó lo corto que se puede hacer el tiempo. Y tal vez con Foxá asistió a una lección de esas que no se aprenden en las clases: los valores. Una lección humana de esas que centenares de personas ofrecen cada día de manera anónima por sus seres queridos o incluso, como sucede en la India, de manera altruista. El alcalde de Majadahonda no iba a volver en ese vuelo a España sin el cadáver de su hermano, por eso tras dejar a la presidenta regional en el aeropuerto tomó el mismo coche y se dirigió a la casa del cónsul, donde se unió al resto de la delegación española. Casualidad, instinto o estrella, pero mientras ellos hablaban ajenos a lo que se venía encima todo parecía estar escrito en el guión improvisado del drama humano de Bombay y del destino. Pero la suya es una historia personal más, como la de todas las víctimas y familiares de los que padecieron el ataque terrorista, que dejó más de 80 víctimas y decenas de vidas rotas, que hoy, sólo porque Aguirre estaba allí, nos parece mucho más cercana. Cruel destino, pero destino al fin y al cabo, y cada uno lo afronta como puede, como lo hacen a diario las miles de seres humanos que pasean su extrema pobreza por las calles de las ciudades de la India y por la que trabajan de manera solidaria muchas de esas personas anónimas de las que casi nunca se habla. Un país fascinante que no deja indiferente a nadie, que toca de lleno la fibra sensible del alma, y mucho.
domingo, 23 de noviembre de 2008
'Gotelé'
La cúpula de Barceló en la sede de las Naciones Unidas de Ginebra me tiene algo descolocado, lo reconozco. Me inspira sentimientos contradictorios, como el mar que simboliza, elemento que puede ser lo más placentero del mundo o lo más terrible. Pero lo que más me descoloca es el relativismo cáustico de algunos políticos para despreciar la obra del artista mallorquín, que se refieren a ella como “apoteosis del Gotelé” y me ponen tan enfermo como la ampolla que levantan los 20 millones de euros destinados a la rehabilitación de la cúpula del centro de paz. Y ahí es donde hay que separar el arte del “y tú más” de nuestras señorías, más interesadas en sacar tajada que en ponerse debajo de la cúpula, mirar hacia arriba y ver ese mar multicolor que a la vez es una cueva, para despertar los sentimientos. Está cúpula vuelve a poner de manifiesto algo tan antiguo y humano como el valor de las obras de arte y el deseo de pagar lo que sea por tener algo único. Dudar a estas alturas del talento de Barceló, comparando su trabajo en la cúpula de Ginebra con lo que haría un niño pequeño disfrazado de cazafantasma a lo Bill Murray es para sonrojarse de vergüenza. Esos argumentos sólo certifican mi idea de que la estupidez está en el que mira, no en el creador. El arte de por sí es agresivo y arriesgado, y la diferencia entre los artistas no está sólo en el talento y la ambición, sino en la suerte, como en la vida. El arte siempre es comercial, antes o después, aunque uno vaya de bohemio a lo Toulouse-Lautrec; y la pregunta que hay que hacerse es por qué se pagan millonadas por pinturas de Picasso, Klimt, Rothko o Pollock. Igual que en aquel estanco de Brooklyn los protagonistas de Smoke, película basada en un guión de Paul Auster, debatían sobre si se puede pesar el humo de los cigarrillos, en el mercado del arte, y más en el moderno, ése que parece tan fácil de despreciar, pasa lo mismo. ¿Cómo se valora una obra? Todo depende de quién esté dispuesto a pagar más. Mientras tanto, ya me gustaría que la Magistral de Alcalá tuviera una capilla decorada por Barceló, como en la catedral de Palma. Por ahora, me tengo que conformar con mirar el techo del salón de mi casa e imaginar ahí ese mar-cueva de Barceló. Al menos, es gratis.
domingo, 16 de noviembre de 2008
El otro banco
Hay un lugar en un pueblo de la costa lucense, al abrigo del nordeste, viento predominante en la zona, donde es posible escuchar de todo. Mientras las mareas suben y bajan cada seis horas o los días de temporal las olas del Cantábrico saltan los diques de protección, desde hace décadas el Banco de las Mentiras es el lugar de encuentro de lobos de mar. Allí, como si de un pequeño caucus de Iowa se tratara, por la clarividencia que esconden algunos de sus exagerados relatos, se habla de lo divino y lo humano. Los límites sólo los pone la imaginación, todo aderezado con esa genuina retranca local en forma de fina ironía, que un escritor como Álvaro Cunqueiro tan bien conocía, mezclada con lirismo e imaginación para crear su mundo mitológico entre exquisitas cuchipandas. El Banco de las Mentiras tiene algo de ese mundo, en el que el hombre habla porque es mortal, e imagina y exagera por necesidad. Recuerdo la historia de un marino, de esos que se pasaron media vida de puerto en puerto, mar por medio, que aseguraba que si navegaban a menos de dos millas del cabo San Vicente, cerca del Golfo de Cádiz, se podía ver al santo alzando la mano y saludando. Otro viejo pescador, al que le faltaba un brazo, explicaba con todo lujo de detalles cómo se lo arrancó un pulpo gigante, “más grande que el de Julio Verne en 20.000 lenguas de viaje submarino”, explicaba con vehemencia. A las tertulias también se sumaban marineros de otros lares, como un presunto lobo de mar de Bermeo que presumía de haber servido a las órdenes del capitán Jack Aubrey y con el cirujano Stephen Maturin, protagonistas de una de las más fabulosas series de novelas de Patrick O’Brian. Sin embargo, en ese Banco de las Mentiras, todos le escucharon y le creyeron. Tal vez porque esa colección de seres humanos lo necesitan. Ahora que los líderes del mundo se han reunido en Washington en torno al denominado G-20 para refundar el capitalismo, poner freno al neoliberalismo o justificar la intervención del papá Estado en las economía es cuando más echo de menos ese Banco de las Mentiras porque del G-20 no me creo ni el “encantado” que Bush espetó a Zapatero a la llegada del presidente español.
jueves, 13 de noviembre de 2008
Colocado y ganador
Tiene algo Esperanza Aguirre que nadie puede dudar. Es su tirón mediático. Su participación en ‘59 segundos’, espacio de TVE, es un buen ejemplo de ello. Si su anterior comparecencia en el plató de este espacio tenía como ruido de fondo el periodo precongresual y por tanto la continuidad de Rajoy al frente de la nave popular tras la derrota electoral del 11-M, en esta ocasión la presidenta regional tampoco defraudó. Los audímetros darán fe de ello, pero a la espera de los datos técnicos dejó una ristra de titulares en sus respuestas, combativas y sorprendentes en muchos casos, en las que habló de todo. Incluso lanzó una apuesta a los seis periodistas del programa: 50 euros a que Jaime Mayor Oreja será el candidato del PP en las elecciones europeas del mes de junio. Aguirre descartó que Alberto Ruiz Gallardón, el otro nombre que suena en las quinielas y más cercano a Rajoy que ella, va a ser el candidato. El reto está ahí, pero los que conocen a Aguirre saben que es una reconocida jugadora de mus y de póker, de las que apuesta a colocado y ganador. Mientras tanto, el lío de Caja Madrid sigue y cada día se suceden las noticias en torno a la entidad del osito verde. Aguirre, en 59 Segundos aseguró que en los cinco años que lleva al frente del Gobierno regional “jamás” ha intervenido en las decisiones de la Caja y negó que mantuviera ningún pulso en este asunto con Alberto Ruiz Gallardón. La política tiene estas cosas, pero no será por titulares en prensa sobre este asunto… ni por la tensión generada tras el acuerdo entre Caja Madrid y Martinsa Fadesa. Claro que no. Por su fuera poco, ahora, el que desembarca de la postura que sobre Caja Madrid ha mantenido en varias intervenciones en medios de comunicación es Tomás Gómez, que hasta hace poco apoyaba las tesis de reforma de la ley de cajas de Aguirre. Ahora cambia de idea y aprovecha el enésimo enfrentamiento entre la presidenta regional y Alberto Ruiz Gallardón para tratar de sacar tajada política de lo que el denomina “ring” del PP en Caja Madrid. El portavoz regional, Ignacio González, que también juega en esta partida sigue confiando en que se pueda llegar a un acuerdo con Tomás Gómez y el PSM para sacar adelante, de forma consensuada con los grupos políticos, la modificación de la ley de cajas. Y de paso, aunque no lo diga, para relevar a Blesa al frente de la cuarta entidad financiera del país. Ignacio González confirmó que los socialistas ya tienen en su poder las líneas básicas de las modificaciones y espera una respuesta en “un plazo razonable”. La política y el mus, desde luego, tienen muchas cosas en común.
domingo, 9 de noviembre de 2008
Envidia
Ahora que los vientos de obamismo que nos invaden llegan desde el Duero hasta el Río Grande, si hay un sentimiento que me despierta la noche electoral norteamericana es envidia. Pero envidia de la buena, de esa que une y no separa, que jamás derivaría en algo como la perfidia. De esa pelusa amable que es capaz de provocar que tanto en Génova como en Ferraz todos declaren su amor al amigo norteamericano, se levanten un miércoles por la mañana obamistas y sean capaces de abrazar las barras y estrellas con el mismo sentimiento natural que un cultivador de maíz de Kentucky. Lástima que aquí, esa punzada de patriotismo repentino por el ejemplo de la democracia norteamericana no tenga su correspondiente paralelismo, en especial por algunos políticos, muy pendientes de sus coches tuneados, para los que el amor a la bandera está más ligado al talonario en pleno debate de los Presupuestos y al ombliguismo que a otra cosa. Carlos Ruiz Zafón escribe en El juego del ángel, su última novela, que “la envidia es la religión de los mediocres” y no le falta razón Tal vez, un escritor tan meticuloso como él y con tanto éxito, desde la amplitud de miras que da vivir a miles de kilómetros de la Barcelona que revive en sus novelas sabe que de la misma manera que para un autor célebre la vanidad es uno de los mayores demonios, sus detractores, que los hay, sólo tienen un argumento: la envidia. Los críticos también denostaron durante años una de las grandes obras maestras del cine norteamericano, Centauros del Desierto, de John Ford. El odio, el racismo, la tristeza y la desesperación que encarna el personaje de John Wayne durante la búsqueda de una sobrina secuestrada por los comanches es tan real, que sus críticos no llegaron a leer el mensaje debajo de la magistral actuación del genial actor en su cabalgada imposible. Tal vez si en un país como el nuestro no existiera tanta envidia algún día podríamos ser como esa democracia norteamericana, la misma que llevó un hombre a la Luna o del desastre de Irak, pero que mediante las urnas hace posible que el sueño de Martin Luther King vaya más allá y que un presidente afroamericano llegue a la Casa Blanca.
jueves, 6 de noviembre de 2008
Dualidad otoñal
Una vez que el efecto Obama otorga un ligero descanso en el matrix castizo, el protagonismo dual de Esperanza Aguirre y Alberto Ruiz-Gallardón vuelve a la palestra también por partida doble. A ellos no les afecta ni la melancolía otoñal, ni el cambio de hora y ni siquiera que las elecciones norteamericanas les roben share de audiencia. Ellos a lo suyo. Un sí, pero no, el habitual devenir en su larga historia popular de encuentros y desencuentros, que se disimula como un conflicto normal entre instituciones. Una relación a la que ya nos tienen acostumbrados y que ahora con la reforma de la Ley de Cajas de Ahorro de la Comunidad de Madrid, en la que se vuelve a poner de manifiesto que dentro de los populares hay unos que apoyan la reelección de su actual presidente, Miguel Blesa, y otros, que apuestan por el cambio, y no se trata del de Obama por Bush. En definitiva, dos caminos dentro de un mismo partido en pleno proceso electoral abierto de Caja Madrid y del que se espera que al final los populares cierren filas. No hace falta ser muy perspicaz para comprender que Esperanza Aguirre y Alberto Ruiz-Gallardón encabezan cada camino. Al fin y al cabo, nada nuevo entre ellos. Aunque se esperaba la aprobación de la ley esta semana, tal y como había anunciado el consejero Antonio Beteta, consejero de Hacienda, al final no ha sido así. La reforma incluye la modificación del proceso de elecciones de la Caja además de adaptar la ley regional a la nacional. Ignacio González, en un ejemplo de pulcritud dialéctica y modos políticamente correctos, no quiso desvelar si él apostaba por la continuidad de Miguel Blesa porque “depende de la asamblea de Caja Madrid”. Una y otra vez, durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, insistió en que están dando los últimos retoques y que antes de aprobarla van a consultar con el PSOE, que previsiblemente se abstendrá en la votación, “porque siempre buscamos el consenso”. De momento, está claro que según la ley vigente Miguel Blesa tiene un plazo máximo de doce años para ser el presidente de Caja Madrid. A partir de aquí, el thriller político, con elaboración de informes, cruces de cartas o espantá de Blesa en la firma de un convenio con Aguirre, está servido. Un ejemplo. El vicealcalde de Madrid, Manuel Cobo, tras defender la profesionalidad de Blesa dijo que no se puede creer que nadie haga una ley contra una persona. Ignacio González tampoco lo cree. En algo coinciden. “Me sorprende que el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, pueda intuir que las leyes se hacen contra nadie. Debe de ser que sabe más que nadie si ya conoce el contenido de la Ley de Cajas”, espetó González dejando abierta la puerta del misterio.
Por si esto fuera poco, o incluso consecuencia de ello, Esperanza Aguirre abrió otro frente con el alcalde de Madrid. La presidenta regional quiere seguir viendo desde su despacho de la Puerta del Sol a los hombres-anuncio y Gallardón, prefiere que desaparezcan y que no se les vuelva a ver por Arenal, Mayor, Esparteros o donde sea. Lo curioso es que la excusa de la dignidad es lo que vale a Gallardón y a Ana Botella para justificar una ordenanza reguladora de la publicidad exterior y para el portavoz regional son sólo razones estéticas. Por eso, el Ejecutivo de Aguirre presentará alegaciones a estas ordenanzas reguladoras ya que considera que invade sus competencias. Más de uno pensó ayer en repartir octavillas en defensa de los hombres-anuncio por la Puerta del Sol, si no fuera porque la ordenanza municipal también lo prohíbe…
Por si esto fuera poco, o incluso consecuencia de ello, Esperanza Aguirre abrió otro frente con el alcalde de Madrid. La presidenta regional quiere seguir viendo desde su despacho de la Puerta del Sol a los hombres-anuncio y Gallardón, prefiere que desaparezcan y que no se les vuelva a ver por Arenal, Mayor, Esparteros o donde sea. Lo curioso es que la excusa de la dignidad es lo que vale a Gallardón y a Ana Botella para justificar una ordenanza reguladora de la publicidad exterior y para el portavoz regional son sólo razones estéticas. Por eso, el Ejecutivo de Aguirre presentará alegaciones a estas ordenanzas reguladoras ya que considera que invade sus competencias. Más de uno pensó ayer en repartir octavillas en defensa de los hombres-anuncio por la Puerta del Sol, si no fuera porque la ordenanza municipal también lo prohíbe…
sábado, 1 de noviembre de 2008
Dignidad
La corruptela política y el honor son los dos polos opuestos de un mismo camino, que tal vez, en tiempos difíciles dejan más a las claras las miserias de muchos que han hecho del despacho de diseño, el coche tuneado y el móvil gratuito su modo de vida. ¿A quién hubiera expulsado del Parlamento Cromwell tras el bochornoso espectáculo del hemiciclo casi vacío en una sesión de control al Gobierno? Sus señorías, ellos solitos, se han encargado de echarse fango sobre sí mismo y llevando a la calle el debate de la necesaria regeneración política. No se trata de enviarles a la guillotina como a los infortunados girondinos de la Revolución Francesa, pero al menos más de uno debería reflexionar. Mientras los precios, el paro y la crisis no dan respiro y se ceban principalmente con el que menos tiene, basta rascar un poco para que aparezcan botes de cola-cao enterrados en el jardín forrados de los llamados Bin Laden, los de 500 euros; mujeres despechadas contra sus ex maridos que revelan cómo entraban en su casa bolsas de basura llenas de pasta; o tramas de andar por casa para desviar la mitad de un presupuesto municipal para que una empresa familiar construyera en suelo rústico una urbanización. Ha llegado la hora de bajarse de la nube, o de la burbuja, y demostrar que también en política hay gente buena, como esas miles de personas anónimas que cada día ayudan a los demás, aquí o en una ONG de la selva ecuatoriana. Recuerdo con cariño a un alcalde, siempre pegado a su habano y del que ahora se celebra el primer aniversario de su muerte, que respondía personalmente por sus paisanos ante el mismísimo general Franco, que organizaba carnavales pese a la negativa del gobernador civil o que removía Roma con Santiago para que el Banco Hipotecario le diera un crédito para construir viviendas sociales. En esos años difíciles del franquismo, en los que no había un céntimo, estaba siempre al lado de sus vecinos porque la gente buena existe en cualquier coordenada espacio-tiempo. Todo es distinto ahora, cierto, pero con alcaldes como él suscribo aquello que el actor Juan Luis Galiardo proclamó en pleno éxtasis histriónico: ¡Haced siempre caso a vuestros alcaldes y a vuestros padres!
domingo, 26 de octubre de 2008
'Alter ego'
Asegurar casi con el valor de una verdad universal que en muchos aspectos de la vida hay un doble rasero no sorprende a nadie, por colitis mental que se padezca. Así sucede desde lo vital a lo banal. Precisamente, más cerca de lo banal que de lo vital y presa de ese doble rasero que todo lo juzga, hasta el más ínfimo cotilleo, está el ejemplo de Sarah Palin, la candidata republicana a la vicepresidencia de la Casa Blanca. Toda una estrella mediática a la que no le falta de nada y de la que aquí se habla tanto como del falso secuestro del novio de Falete. Polémica con Hugo Chávez, caretas de Halloween, concurso de strippers parecidas a ella en Las Vegas e incluso una película porno producida por el magnate Larry Flint que se estrenará la misma noche electoral, el 4 de noviembre, entre otras cosas, forman parte de su curriculum. Los progres de Europa, todos esos que no pueden votar y que de hacerlo lo harían a favor de Barack Obama, la desprecian y no les importa que sea presa de todo tipo de dardos, tal vez porque en el fondo les pone. Seguro que más de uno estará atento al estreno de ¿Quién se está tirando a Paylin?, protagonizada por una actriz porno llamada Lisa Ann, que guarda un enorme parecido con la gobernadora de Alaska, y que dará vida a Serra Paylin, el alter ego de Sarah Palin. Mientras, la derecha norteamericana, en especial la de esos estados de la llamada América profunda, que no tienen nada que ver con el Nueva York de Sinatra, la adora y su presencia en programas de televisión atestigua su tirón,…¿qué quieren que les diga? Lo único que se me ocurre es que puestos a elegir prefiero el alter ego del siempre recordado director francés François Truffaut, es decir Antoine Doinel, personaje interpretado durante varias décadas por Jean-Pierre Léaud. Claro que la llamada Nouvelle Vague que acabó con el encorsetado cine francés de hace casi cincuenta años nada tiene que ver con las superproducciones de Hollywood. Por eso, me viene a la cabeza que un día conocí a un personaje berlanguiano que se pasaba las noches viendo como podía, ya que utilizaba unos anteojos debido a sus problemas visuales, películas porno. Seguro que el 4 de noviembre hubiera optado por el alter ego de Palin, porque ni Obama ni McCain le ponen lo más mínimo. Neorrealismo puro
domingo, 19 de octubre de 2008
'Matrix' judicial
Una exposición recién inaugurada en Londres parece zanjar de manera definitiva las dudas acerca de una de las fotos más famosas de Robert Capa que se convirtieron en icono de la Guerra Civil española. El miliciano que cae fulminado en Cerro Muriano, llamado Federico Borrell, y que Capa captó con su cámara Leica con maestría es probablemente una de las imágenes que mejor han ilustrado una contienda fraticida. Pero mientras que los contactos desaparecidos durante décadas siguen apareciendo aún en nuestros días, aquí el juez Baltasar Garzón se dedica a lo suyo. No sé si ha sido por un ataque de sincronicidad, del que hablaba el psicólogo Jung, es decir la coincidencia en el tiempo de dos o más sucesos no relacionados y que tienen el mismo significado para el receptor de los mismos. Puede que haya llegado a sus manos, y no lo sepamos, alguna de las maletas que Juan Negrín se llevó con fotografías de Capa, Taro y Chim, que coincidiendo con la presentación de un libro sobre detención del dictador chileno Augusto Pinochet y la Ley de Memoria Histórica hayan propiciado al magistrado la sincronicidad necesaria para declararse competente para investigar las desapariciones del Franquismo. Lo malo es que Garzón, pone en marcha un matrix judicial que le ha servido para equiparar el franquismo con el exterminio nazi saltándose a la torera la Ley de Amnistía de 1977 y la Constitución. Abrir agujeros de este calibre en la memoria histórica no le hace ningún favor a nadie. Facilitar sin ruidos mediáticos ni egocentrismos que cada cual entierre de manera digna a sus familiares y desaparecidos en la Guerra Civil y la Posguerra estimularía la concordia y para ello no es necesario un juicio de Nuremberg en la Audiencia Nacional. A este paso, una vez demostrado que la foto de Capa fue tan real como la Guerra Civil y el Franquismo si se pide el certificado de defunción de Franco o del General Mola, también se podrían reclamar del Capitán Alatriste –con permiso de Arturo Pérez Reverte, claro-o del mismísimo Duque de Alba. Al fin y al cabo, la cruel fama de traganiños de los Tercios de Flandes es más que una leyenda negra. Antes o después el tiempo pone límites y puestos a juzgar... ¿hasta dónde se llegaría?
sábado, 11 de octubre de 2008
'Compro oro'
Los hombres-anuncio tienen sus días contados y su fecha de caducidad está escrita en forma de ordenanza municipal. Quienes quieran verlos en acción aún están a tiempo. No tienen más que acercarse por la calle Preciados o la Puerta del Sol de Madrid para comprobar la terrible vejación a la que son sometidos con el objetivo de ganarse la vida y llevarse al cuerpo un bocata de calamares y un vermut de grifo, de los de toda la vida de los madriles. Para ellos aquello que escribió Jean Paul Sartre de que “el hombre está condenado a ser libre” les debe sonar a chino, que lo suyo es la compraventa de oro y que les dejen de filosofías. Aunque en realidad ni ellos ni nadie tienen libertad para dejar de ser libre, ni siquiera los ideólogos de esta ordenanza que pretende poner fin a un trabajo que ataca la dignidad humana. En ese afán por regular y poner normas a todo lo que rodea la vida cotidiana, Gallardón y Ana Botella han emprendido ahora una cruzada moral para que se acabe con la ‘vejación’ de los hombres-anuncio. Pero no estaría mal que se dieran una vuelta por la calle Montera o a la Colonia Marconi donde hay mujeres obligadas a ser vejadas de verdad y sin contemplaciones. En un mundo donde casi todo es apariencia, donde no hay persona que camine con su camisa o chándal de marca, ahora los que sobran son los hombres-anuncio. ¿Pero acaso Fernando Alonso o los gladiadores modernos del deporte no son hombres-anuncio en toda su extensión? Vamos, que lo chic mola y lo otro sobra. Precisamente ha tenido que ser en la misma semana en la que la Bolsa se ha dado un batacazo sin precedentes cuando al alcalde de Madrid se le ha ocurrido la genial idea de cortar el canal publicitario de muchas personas que al no poder llegar a final de mes tienen como solución empeñar los oros de la abuela. Tal vez por ello no sería mala idea que si se considera que ofrecer mercadeo de oro entre la gente atenta a la dignidad que se cambie el anuncio por el de la exposición que el maestro Rembrandt va a protagonizar en el museo del Prado y que el martes inauguran los Reyes de España. Seguro que a ellos no les importaría, ni a Gallardón tampoco. Y es que Rembrandt, al fin y al cabo, es oro puro.
jueves, 9 de octubre de 2008
Balones fuera
Mientras los ayuntamientos se las ven y se las desean para cuadrar las cuentas relativas al capítulo I, el de los gastos de personal que asegura el pago de las nóminas, y la pablara congelación se extiende de norte a sur como reflejo de las políticas de austeridad económica por la crisis, la Comunidad de Madrid y el Gobierno central siguen igual que en los últimos años. El desencuentro y el despecho marcan la relación entre ambas administraciones que han hecho de la dependencia, más que una virtud una condena. La última reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera lo pone de manifiesto. Tanto el vicepresidente segundo y ministro de Economía, Pedro Solbes, como el consejero de Hacienda, Antonio Beteta, salieron como entraron. El primero sin decir cuándo habrá un nuevo modelo de financiación autonómica y el segundo clamando al cielo que el Gobierno pague los anticipos que en el caso de la Comunidad de Madrid son 418 millones de euros para financiar la Sanidad. Ignacio González, vicepresidente y portavoz regional, tomó el testigo de Antonio Beteta para denunciar el incumplimiento del Gobierno central y la táctica de Solbes, que “lo único que hace es echar balones fuera”. El número dos de Aguirre, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, volvió a criticar la actitud del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, que según él margina a las comunidades autónomas gobernadas por el PP, “y especialmente a Madrid”. En este sentido puso sobre la mesa que ya no se trata sólo de que Pedro Solbes desconozca cuando va a haber un nuevo modelo de financiación autonómica, sino que se han celebrado reuniones bilaterales con representantes de comunidades autónomas, pero “no se ha avisado a Valencia y Madrid”. Además, Ignacio González lamentó que mientras están haciendo un esfuerzo de reducción del gasto en un periodo de crisis económica la única alternativa del Gobierno de ZP es permitir el endeudamiento de las comunidades autónomas. Y si Solbes ya echaba balones fuera al negar la crisis, de la que ahora nadie duda, Ignacio González, lamentó que hasta la reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera no se sabía cuál iba a ser el escenario para elaborar los presupuestos ni el margen de endeudamiento. Al menos sabemos que serán austeros, lo que no es novedad, y que habrá que seguir esperando un nuevo modelo de financiación de las comunidades.
Ya que se trataba de echar balones fuera, Ignacio González mandó un esférico envenenado a Magdalena Álvarez, ministra de Fomento, que de paso sirvió para preguntarse donde están los 8.000 millones que Tomás Gómez, secretario general del PSM, prometió a bombo y platillo en un Plan de Cercanías. El portavoz regional calificó de “tomadura de pelo” que las inversiones en Cercanías en 2009 sean de 217 millones de euros “porque necesitaría 35 años para hacer realidad el plan que anunció Tomás Gómez”. Hubo más de un periodista que en ese momento buscó a Maleni en la sala de prensa y se acordó de su oratoria en el Congreso con una frase lapidaria que siempre le acompañará: “Eso no me lo dice usted en la calle”.
Pero los frentes que la Comunidad tienen abierto en su historia de desencuentro con el Ejecutivo central no se centran sólo a las cuentas. Las protestas por la privatización de la Sanidad y el acoso al consejero Juan José Güemes han abierto otro melón: los liberados sindicales. De los 173.000 funcionarios de la Comunidad de Madrid, hay unos 3.200 liberados, de los cuales 1.615 pertenecen a la Sanidad. Ignacio González se limitó a admitir que conoce” lo que se ha publicado en la prensa y que desde el cumplimiento de unas funciones reconocidas por la ley pero no “a ser agitadores profesionales”. Con la mente puesta en el vídeo en el que se difundían los datos de cuatro “agitadores”, el portavoz regional volvió a hacer un llamamiento a la responsabilidad de los representantes sindicales para que se acabe la “campaña de acoso brutal” a Güemes. Pero el mensaje que les envió, apoyado por el comunicado de los sindicatos profesionales contra la campaña de deterioro de la sanidad madrileña, sonó alto y claro en la Real Casa de Correos: “Estamos dispuestos al diálogo, pero no a que a través de la pretendida acción sindical se planteen cuestiones de índole política”. Mientras, a la espera de que llegue la calma, cada visita de Güemes a un hospital o un centro de salud se convierte en una fiesta, ruidosa o silenciosa, y hasta los pacientes ya se animan a contraprogramar a los manifestantes, como ocurrió el miércoles en el Clínico.
Ya que se trataba de echar balones fuera, Ignacio González mandó un esférico envenenado a Magdalena Álvarez, ministra de Fomento, que de paso sirvió para preguntarse donde están los 8.000 millones que Tomás Gómez, secretario general del PSM, prometió a bombo y platillo en un Plan de Cercanías. El portavoz regional calificó de “tomadura de pelo” que las inversiones en Cercanías en 2009 sean de 217 millones de euros “porque necesitaría 35 años para hacer realidad el plan que anunció Tomás Gómez”. Hubo más de un periodista que en ese momento buscó a Maleni en la sala de prensa y se acordó de su oratoria en el Congreso con una frase lapidaria que siempre le acompañará: “Eso no me lo dice usted en la calle”.
Pero los frentes que la Comunidad tienen abierto en su historia de desencuentro con el Ejecutivo central no se centran sólo a las cuentas. Las protestas por la privatización de la Sanidad y el acoso al consejero Juan José Güemes han abierto otro melón: los liberados sindicales. De los 173.000 funcionarios de la Comunidad de Madrid, hay unos 3.200 liberados, de los cuales 1.615 pertenecen a la Sanidad. Ignacio González se limitó a admitir que conoce” lo que se ha publicado en la prensa y que desde el cumplimiento de unas funciones reconocidas por la ley pero no “a ser agitadores profesionales”. Con la mente puesta en el vídeo en el que se difundían los datos de cuatro “agitadores”, el portavoz regional volvió a hacer un llamamiento a la responsabilidad de los representantes sindicales para que se acabe la “campaña de acoso brutal” a Güemes. Pero el mensaje que les envió, apoyado por el comunicado de los sindicatos profesionales contra la campaña de deterioro de la sanidad madrileña, sonó alto y claro en la Real Casa de Correos: “Estamos dispuestos al diálogo, pero no a que a través de la pretendida acción sindical se planteen cuestiones de índole política”. Mientras, a la espera de que llegue la calma, cada visita de Güemes a un hospital o un centro de salud se convierte en una fiesta, ruidosa o silenciosa, y hasta los pacientes ya se animan a contraprogramar a los manifestantes, como ocurrió el miércoles en el Clínico.
viernes, 3 de octubre de 2008
Profecía
Un titular periodístico, una hipótesis o una verdad universal. Entre estas posibilidades se mueven muchas de las cosas que rodean la vida cotidiana y que sólo con el paso del tiempo se comprueba si son ciertas o tienen que ver con las fallidas profecías de Nostradamus. Decir que “la Guerra Fría puede volver con John McCain”, como aseguran que susurró en petit comite José Luis Rodríguez Zapatero a un periodista de The New Yok Times, es un ejemplo. Puestas así las cosas también muchos tacharon de loco, casi de visionario, a Cristóbal Colón por su empeño en dejarse llevar por los alisios, esos vientos constantes y suaves de componente este, que le llevaron a descubrir el Nuevo Mundo. Los inquisidores quemaron en la hoguera a Miguel Servet por sus descubrimientos sobre la circulación sanguínea pulmonar. Y qué decir de Galileo Galilei, que desafió a la Santa Inquisición por defender que la Tierra giraba alrededor del Sol en unos tiempos en los que el planeta era el universo de todo. Las verdades nocivas escuecen entre las mentes estrechas, y más en aquellos años en los que el enfrentamiento entre la Ciencia y la Iglesia se pagaba con la vida. Ahora, al menos, la discusión entre lo público y lo privado no es cuestión de vida o muerte. Lo malo es que sólo el veredicto implacable de los años y los siglos da o quita razones porque, se quiera o no, al final todo se sabe. Puede que nuestros padres de la patria se empeñen en destapar el tarro de las esencias a la hora de prometer cosas políticamente correctas, ya sea un macrocentro de convenciones, una planta de plasma para residuos o una Ley de Dependencia con medios suficientes. Pero al final, las ocurrencias se pagan; y más en política. Lo grave es que fruto de sus errores dejen huella. Algo así es lo que le ocurrió al ladrón confeso del expolio de la Biblioteca Nacional. Durante tres años, ante los ojos de todo el mundo, birló de la Sala Cervantes varias láminas de la Cosmografía del geógrafo griego Ptolomeo. Casi todos los mapas fueron recuperados, aunque el rastro del robo permanecerá para siempre en los incunables y la huella del expolio ya es parte de la historia.
jueves, 2 de octubre de 2008
Nota 'patatera'
Blanco y en botella. El acertijo corre de boca en boca por la sede del Gobierno regional desde que Pedro Solbes presentó el proyecto de los Presupuestos Generales del Estado y no hay nadie en los pasillos de la Real Casa de Correos que ignore la respuesta. Cuando hay alumnos que se mueren de nervios por saber si han aprobado un examen porque saben que en sus respuestas se han movido en la estrecha línea que separa el aprobado del suspenso, el Gobierno de la Comunidad de Madrid lo tiene claro, porque el profesor Zapatero les tiene manía. Y aprobar así, imposible. El mensaje no es nuevo, y no será la última vez que se oiga. Un periodista preguntó al vicepresidente regional y portavoz del Gobierno regional, Ignacio González, que pusiera una nota a la cantidad asignada a Madrid y éste tiró de boli rojo y en el extremo superior izquierdo del examen escribió. “Cero Zapatero, pelotero”. Y es que el lápiz de memoria con el que Pedro Solbes, ministro de Economía, se presentó en el Congreso de los Diputados para presentar los presupuestos para 2009, apenas hizo un hueco para Madrid entre sus megas. Las cuentas del Estado para el año que viene rebajan en 151 millones de euros la cantidad asignada a la Comunidad de Madrid, región que pierde un 23,36% de inversión entre 2004-2009, desde la llegada del nuevo maestro a La Moncloa. Si los responsables regionales llevan años lamentando a los cuatro vientos la marginación y asfixia por parte del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, los presupuestos de 2009 vuelven a cargarles de argumentos y cualquier oportunidad es buena para pregonarlo. “El PSOE castiga a los madrileños por tener un Gobierno del PP”, recordó Ignacio González. A este paso el famoso “cero patatero” tan utilizado por los responsables regionales para referirse a la ausencias de nuevas inversiones en Madrid por parte del Gobierno central va a tener que reinventarse. Esta misma semana, el consejero de Economía, Antonio Beteta, nada más conocer que Madrid recibiría 2.464,69 millones de euros en 2009, un 5,77% menos que este año, ya apuntó que se ha pasado del “cero patatero Zapatero” al “doble cero”, es decir, “al doble agravio”. Así las cosas, mientras las reacciones de los populares no se salen de lo esperado, Ignacio González también aprovechó para criticar que en esas cuentas previstas para Madrid, mientras no se invierte un euro en obra nueva hay “inversiones dudosas” como las relacionadas con un túnel en el estrecho de Gibraltar, un canal de olas o la restauración de ríos en la cuenca del Duero. Y si hay que hablar de nuevas autovías, BUS-VAO o del desinflado Plan de Cercanías, el consejo del número dos de Aguirre es claro: pregúntaselo a Magdalena Álvarez. Aunque con la que está cayendo en Fomento, entre filtraciones, faxes ocultos y comparecencias tumultuosas en el Congreso con un “a la salida te espero” incluido, cualquiera le pregunta a Maleni por las obras del tercer carril de la A-2 o las plataformas reservadas entre Madrid y Alcalá…
Mientras tanto, el Gobierno regional advierte de lo que viene mientras reitera por activa y por pasiva la incompetencia de Zapatero y sus ministros para hacer frente a la crisis con un presupuesto sin una sola medida de reactivación del empleo ni de contención del gasto público. El juego de la política tiene estas cosas, y los números los interpreta cada uno en virtud de sus colores, y en tiempo de crisis más aún. Pero, los datos del paro duelen, aunque esa aflicción va por partidos. Pero ayer la cifra oficial hablaba de 700.000 parados más y ya se oyen rumores de aumento de presión fiscal. Si se confirma o no ya se verá. De momento, los que van a engrosar también las listas del Inem, según Ignacio González, son los trabajadores de las empresas colaboradoras d la Seguridad Social si el Gobierno socialista mantiene esta medida contemplada en los presupuestos. Más leña al mono, vino a decir Ignacio González, para quien la supresión de las empresas colaboradoras de la Seguridad Social supone una presión añadida al sistema sanitario público madrileño. En este panorama, el consejero de Sanidad Juan José Güemes se ha convertido en objeto de deseo de los sindicatos, que volvió a verse envuelto en un nuevo intento de agresión. Hace una semana, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno de los jueves, Ignacio González, hizo un llamamiento a los representantes sindicales para que no haya más actos violentos y que se corten cuanto antes. Esta semana se han repetido, y por si fuera poco hasta Güemes se ha referido a sabotajes en los hospitales, prueba evidente de que la tensión va in crescendo Habrá que ver si hay pruebas del altercado al consejero en su última visita al hospital Clínico San Carlos. La Fiscalía está en ello y sus responsables no entienden ni de bolis rojos ni de ceros patateros.
Mientras tanto, el Gobierno regional advierte de lo que viene mientras reitera por activa y por pasiva la incompetencia de Zapatero y sus ministros para hacer frente a la crisis con un presupuesto sin una sola medida de reactivación del empleo ni de contención del gasto público. El juego de la política tiene estas cosas, y los números los interpreta cada uno en virtud de sus colores, y en tiempo de crisis más aún. Pero, los datos del paro duelen, aunque esa aflicción va por partidos. Pero ayer la cifra oficial hablaba de 700.000 parados más y ya se oyen rumores de aumento de presión fiscal. Si se confirma o no ya se verá. De momento, los que van a engrosar también las listas del Inem, según Ignacio González, son los trabajadores de las empresas colaboradoras d la Seguridad Social si el Gobierno socialista mantiene esta medida contemplada en los presupuestos. Más leña al mono, vino a decir Ignacio González, para quien la supresión de las empresas colaboradoras de la Seguridad Social supone una presión añadida al sistema sanitario público madrileño. En este panorama, el consejero de Sanidad Juan José Güemes se ha convertido en objeto de deseo de los sindicatos, que volvió a verse envuelto en un nuevo intento de agresión. Hace una semana, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno de los jueves, Ignacio González, hizo un llamamiento a los representantes sindicales para que no haya más actos violentos y que se corten cuanto antes. Esta semana se han repetido, y por si fuera poco hasta Güemes se ha referido a sabotajes en los hospitales, prueba evidente de que la tensión va in crescendo Habrá que ver si hay pruebas del altercado al consejero en su última visita al hospital Clínico San Carlos. La Fiscalía está en ello y sus responsables no entienden ni de bolis rojos ni de ceros patateros.
viernes, 26 de septiembre de 2008
Vino con alma
En muchos pueblos de españa se celebra estos días la fiesta de la tierra en forma de vendimia. Ya sea, entre otras, syrah, airén, la más abundante en los viñedos españoles, verdejo o la delicada pinot noir, archifamosa por su protagonismo en la película Entre copas, la uva es la protagonista de un mes que a muchos lleva a mirar a sus orígenes. En busca de esos sabores, con el recuerdo aún vivo de las tinajas de antes, que nada tienen que ver con las modernas bodegas de enoturismo donde el caldo reposa en barricas de roble francés y americano, el vino y el hombre caminan por surcos paralelos. Y es que el vino es complejo. Dicen los expertos de la cultura del vino que probablemente es lo único que hay en el mundo tan complejo como los seres humanos. Pero a estas alturas si hay alguien complejo es George Bush, presidente norteamericano, que con un tono melodramático en una alocución televisada instó a los ciudadanos, al Congreso y a los candidatos que disputarán su sucesión a apoyar el multimillonario plan de rescate de su gobierno para evitar una “larga y dolorosa recesión". Al fin y al cabo los problemas del capitalismo, fruto de la codicia y la avaricia, resulta que ahora tienen solución en una intervención y más regulación. No me extraña. Tiene mucho que ver con la complejidad de la maraña legislativa autonómica, nacional y europea, en la que los viticultores, enólogos, bodegueros y comercializadores luchan a diario. La globalización de gustos, la estandarización en los métodos de producción y en definitiva, la posibilidad de elaborar vinos a la carta, son tres elementos que sirven para alimentar los egos. Da igual que nos vayamos de excursión a las viñas del californiano Valle de Napa o que recorramos bodegas de Peñafiel, Valdepeñas, Haro o la Ribeira Sacra. El vino siempre será vino, mejor o peor, y los hombres, igual. Por eso, antes de aceptar las premoniciones del científico Stephen Hawking, cuando asegura que el futuro del ser humano está en el espacio, ya que “será muy difícil evitar un desastre en el planeta Tierra en los próximos cien años”, prefiero disfrutar de una buena copa de vino. Pero de un vino con alma, que la complejidad humana, aburre.
jueves, 25 de septiembre de 2008
Meditación de otoño
La Comunidad de Madrid volvió a sacar el discurso de que Zapatero asfixia a Madrid mientras la tormenta política por la continuidad de Miguel Blesa, al frente de Caja Madrid, sigue siendo objeto de intenso y velado debate. Lo cierto es que la tregua firmada en el congreso de los populares en Valencia y maquillada a ritmo de Abba y Shakira el pasado fin de semana bajo el manto de la unidad en el cónclave regional que sirvió para reformar a Esperanza Aguirre, esconde las mismas diferencias. El corazón popular está en Madrid, como recordaba el pasado viernes la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, pero unos días después las diferencias entre Aguirre y Gallardón vuelven a escenificarse. Independientemente de que aparezca el supuesto informe jurídico en el que algunos basan la necesidad de sustituir al aznariano Miguel Blesa, lo cierto es que Esperanza Aguirre ha mantenido sonoras discrepancias con el actual presidente de Caja Madrid. En el fondo sigue siendo el mismo problema que el PP arrastra de hace meses, y por mucho que Alberto Ruiz Gallardón y Esperanza Aguirre cuiden las apariencias e incluso que el alcalde de Madrid reconozca en un programa de televisión que “soñar con Aguirre sería agradable”, los desencuentros entre la presidenta regional y su equipo de Gobierno tanto con el presidente del PP, Mariano Rajoy, como con el primer edil de Madrid siguen latentes. Estos dos últimos apoyan la continuidad de Blesa en Caja Madrid, donde lleva doce años; Aguirre, no, que vería con buenos ojos que Manuel Pizarro, el flamante aspirante a ministro de Economía del PP en las pasadas elecciones generales, ocupe ese lugar. Hoy mismo, el vicepresidente y portavoz del Gobierno regional, Ignacio González, en el transcurso de la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno ha hecho un ejercicio de meditación que le ha llevado a manifestar que “la Comunidad de Madrid no interfiere en el funcionamiento de Caja Madrid”, al tiempo que no ha aventurado ningún futurible en forma de nombre. Claro, que si la meditación invita a la moderación es porque, tal vez, ignoraba que el vicealcalde de Madrid, Manuel Cobo, consideró una “irresponsabilidad” poner en duda cuestiones que “afectan a una institución tan importante y que funciona tan bien” como Caja Madrid.
Sin embargo, donde el número dos de Aguirre olvidó los principios de relajación fue a la hora de criticar la asfixia a la que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero somete a Madrid y el papel que están desempeñando los sindicatos con su actitud de confrontación porque el “grado de virulencia es preocupante”. El nuevo capítulo para justificar el “cero patatero” hacia Madrid va a llegar a la Audiencia Nacional después de que el Consejo de Gobierno acordara autorizar a los Servicios Jurídicos de la Administración autonómica a interponer un recurso contencioso administrativo ante la Audiencia Nacional contra la resolución del Ejecutivo socialista denegando a los madrileños 418 millones de euros provenientes del sistema de financiación que prometió Zapatero en la II Conferencia de presidentes de 2005. “No es que estén dejando de dar dinero adicional, sino dinero que ya teníamos”, precisó González, para quien el objetivo del Gobierno central no es otro que hacer una política de asfixia para dificultar la prestación de servicios. En este ambiente, el portavoz regional también aseguró que tras los tres últimos episodios de abucheos al consejero de Sanidad, Juan José Güemes, reclamó a los responsables sindicales que traten de reconducir la situación porque ya ha habido intentos de agresión y el “grado de virulencia es preocupante”. Más que un otoño caliente, Ignacio González volvió a repetir otro discurso que ya se ha escuchado casi tantas veces en la Real Casa de Correos de la Puerta del Sol como el de que ZP margina a Madrid, que no es otro que “los sindicatos mantienen una actitud de confrontación política” desde antes de las pasadas elecciones y que “tienen que dedicarse a discutir las condiciones laborales de los trabajadores”. En este toma y daca, nada como el ataque, y sino que se lo pregunten a la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, a la hora de responder en el Parlamento a las supuestas filtraciones a un medio del borrador y el vídeo del accidente de Barajas. Así las cosas, el vicepresidente regional lanzó un mensaje a Tomás Gómez, secretario general de los socialistas madrileños, sobre la unión de su partido tras la disolución de la Agrupación de Móstoles o la reestructuración con mano firme del grupo parlamentario en la Asamblea de Madrid. Ya de paso, Ignacio González también reprochó al líder socialista que el día antes de la presentación de los teatros del canal “llamara para pedir entradas y al día siguiente no fueron”. Y es que tras acusar a Gómez de “frívolo” por decir que el gasto de la Comunidad en la inauguración de los Teatros del Canal fue de 14.000 euros por invitado, señaló que no tenía ninguna constancia de lo que había aparecido en los medios. Al menos, reconoció que el musical de Nacho Cano, que servía para conmemorar los 150 años de la llegada del agua a Madrid, le gustó. Algo es algo, pero con lo que se avecina, seguro que a Tomás Gómez tampoco le gustará el espectáculo del ex Mecano. Claro, que su butaca se quedó vacía.
Sin embargo, donde el número dos de Aguirre olvidó los principios de relajación fue a la hora de criticar la asfixia a la que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero somete a Madrid y el papel que están desempeñando los sindicatos con su actitud de confrontación porque el “grado de virulencia es preocupante”. El nuevo capítulo para justificar el “cero patatero” hacia Madrid va a llegar a la Audiencia Nacional después de que el Consejo de Gobierno acordara autorizar a los Servicios Jurídicos de la Administración autonómica a interponer un recurso contencioso administrativo ante la Audiencia Nacional contra la resolución del Ejecutivo socialista denegando a los madrileños 418 millones de euros provenientes del sistema de financiación que prometió Zapatero en la II Conferencia de presidentes de 2005. “No es que estén dejando de dar dinero adicional, sino dinero que ya teníamos”, precisó González, para quien el objetivo del Gobierno central no es otro que hacer una política de asfixia para dificultar la prestación de servicios. En este ambiente, el portavoz regional también aseguró que tras los tres últimos episodios de abucheos al consejero de Sanidad, Juan José Güemes, reclamó a los responsables sindicales que traten de reconducir la situación porque ya ha habido intentos de agresión y el “grado de virulencia es preocupante”. Más que un otoño caliente, Ignacio González volvió a repetir otro discurso que ya se ha escuchado casi tantas veces en la Real Casa de Correos de la Puerta del Sol como el de que ZP margina a Madrid, que no es otro que “los sindicatos mantienen una actitud de confrontación política” desde antes de las pasadas elecciones y que “tienen que dedicarse a discutir las condiciones laborales de los trabajadores”. En este toma y daca, nada como el ataque, y sino que se lo pregunten a la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, a la hora de responder en el Parlamento a las supuestas filtraciones a un medio del borrador y el vídeo del accidente de Barajas. Así las cosas, el vicepresidente regional lanzó un mensaje a Tomás Gómez, secretario general de los socialistas madrileños, sobre la unión de su partido tras la disolución de la Agrupación de Móstoles o la reestructuración con mano firme del grupo parlamentario en la Asamblea de Madrid. Ya de paso, Ignacio González también reprochó al líder socialista que el día antes de la presentación de los teatros del canal “llamara para pedir entradas y al día siguiente no fueron”. Y es que tras acusar a Gómez de “frívolo” por decir que el gasto de la Comunidad en la inauguración de los Teatros del Canal fue de 14.000 euros por invitado, señaló que no tenía ninguna constancia de lo que había aparecido en los medios. Al menos, reconoció que el musical de Nacho Cano, que servía para conmemorar los 150 años de la llegada del agua a Madrid, le gustó. Algo es algo, pero con lo que se avecina, seguro que a Tomás Gómez tampoco le gustará el espectáculo del ex Mecano. Claro, que su butaca se quedó vacía.
domingo, 21 de septiembre de 2008
Pancartismo
Aunque las autoridades de Pekín aconsejaron a los espectadores de los recientes Juegos Olímpicos que se dejaran las pancartas en casa, ese nuevo ismo, el pancartismo ya se ha instalado en nuestras vidas casi tanto como la alta velocidad de hasta 20 megas. En un país donde nos va la bulla y cualquier excusa es buena para salir al fresco, no es de extrañar que en cualquier estadio del mundo, en esos en los que lo español está de moda, aparezca una pancarta con un ‘Hola mamá’, o un ‘Viva Tomelloso’ impreso sobre los colores rojigualdas. La cosa es que con el fin de la Vuelta ciclista es hora de reconocer la aportación de los pancartistas a la épica del ciclismo. El Angliru, ha sido de nuevo un puerto mediático. Allí, además de vivir en toda su grandeza el deporte de las dos ruedas, las pancartas se han hecho mayores de edad. Desde aquel alemán que se hizo famoso por su disfraz de diablo en las míticas ascensiones al Alpe D’Huez, el Mortirolo o el Galibier no se había visto nada igual en un deporte que es el gran teatro de los mitos, con la carretera como escenario, pero herido por el escándalo del dopaje. Aficionados con camisetas de fútbol, incluso la del barrio, se mezclan con pancartas con todo tipo de nombres y proclamas, incluidas las políticas. Los publicistas avispados, tan pendientes ellos de todo lo que les rodea, seguro que ya habrán tomado nota de este boca a boca en forma de ismo, y no sería de extrañar que dentro de poco saquen tajada del invento. Y no sólo los publicistas, sino también los partidos políticos, que en esto del marketing hay mucho que reinventar, y sino que se lo pregunten a Esperanza Aguirre y su estilo Shakira. Ya me imagino a unos reclamando a Macbeth explicaciones por su cruel transformación personal debido a sus ambiciones; a los críticos del presidente cántabro, Miguel Ángel Revilla, pidiendo su dimisión por revelar que su primera relación sexual la tuvo a los 18 años con una prostituta de Bilbao; o a los más sensibles declarando su amor eterno a Maleni. Aunque yo, si me tengo que quedar con alguien, me quedo con el barrendero de mi pueblo, que siempre me decía lo mismo cuando nos cruzábamos: “Aquí estoy chaval, con el bolígrafo del pavimento”.
lunes, 15 de septiembre de 2008
Contramedidas
Mientras la melancolía que genera el recuerdo de las vacaciones de verano impregnadas de salitre marino, bullicio de chiringuito y tiempo de sobra para aburrirse invade al personal, si hay una palabra que se repite estos días en los periódicos es la de medidas. Puede que sea el hastío de la vuelta a la vida cotidiana o los efectos de esa enfermedad de la sociedad del bienestar llamado síndrome postvacacional. Más bien creo que la necesidad de tomar medidas tienen que ver con las que reclama el enfermo imaginario de Moliere para que le hagan caso de una vez por todas. Pero ese enfermo, que no lo es tal, poco tiene que ver con las que los políticos de turno se demandan unos a otros en función de sus colores. Al menos, el enfermo de Moliere, a su manera y en plenas facultades hipocondríacas, nos hace reír con su desgracia, cosa que por estos lares empieza a ser necesaria para superar el pesimismo dado el desconcierto que muestran algunos para superar la crisis. Pero aquí las medidas de las que todos hablan apenas nos sirven para cuadrar los euros en la cesta de la compra o para comprar los libros escolares. Si Medidas son también las que reclama la republicana Sarah Palin, la vice de John McCain, que con la fuerza de un huracán no se corta a la hora de asegurar en su primera entrevista televisada amenaza a Rusia de un posible enfrentamiento militar si vuelve a atacar a Georgia. Si Medidas son las expulsiones de los embajadores de Bolivia, Venezuela y Estados Unidos por sus cuitas, y el rechazo yanqui al cóctel de populismo, indigenismo y marxismo, ya que parece que el Tio Sam no puede evitar involucrarse en Los Andes. Todo ello aderezado con la animación del inefable Hugo Chávez de por medio. Y si medidas son que le impongan 1.500 euros de sanción a un juez que podría haber evitado un caso como el de Mari Luz.. A este paso y a la espera de que el comandante del submarino se anime a lanzar de una vez las contramedidas contra el torpedo que nos amenaza, sólo me queda preguntarme una cosa: ¿A qué he venido hoy aquí?
lunes, 8 de septiembre de 2008
'Deja vu' socialista
Los socialistas madrileños empezaron su XI Congreso Regional con su Deja vu particular, es decir con esa sensación de haber estado ya aquí alguna vez y con el incomprensible apagón informativo para los periodistas durante la intervención de Tomás Gómez a la hora de dar cuenta del informe de gestión de los órganos regionales. La imagen y el sonido de las pantallas de la sala de prensa se apagaron de manera sorprendente por orden de la mesa del congreso, presidida por el alcalde de Getafe, Pedro Castro, pese a que Gómez atribuyó a un error que su intervención fuera a puerta cerrada y pidió disculpas a los informadores. Tal vez por ello, algunos de los plumillas experimentaron ese deja vu en un congreso que tiene que significar el punto de partida del Nuevo Socialismo, ese término acuñado por el propio líder de los socialistas madrileños. Además, el retraso de casi una hora para el comienzo del cónclave socialista, en el que participan 869 delegados, estuvo aderezado con el recuerdo musical de Leire Pajín, secretaria de Organización del PSOE de Hoy puede ser un gran día, una de las canciones más conocidas de Serrat y que también ha servido de banda sonora a los socialistas en el pasado de la democracia española. Y es que desde ayer Tomás Gómez, bajo el manto protector de Ferraz y a ritmo de jazz está dispuesto a liderar la alternativa de los socialistas madrileños, con un equipo cincelado por el alcalde de Parla con la pretensión de que Madrid cambie de color en 2011, tal y como reza el eslogan del congreso: Otro color, otro Madrid. La última debacle electoral del PSM- PSOE tanto en la capital como en la Comunidad ha propiciado que los socialistas pongan en marcha todo su engranaje para hacer frente a “la agresión del Gobierno del Gobierno de Esperanza Aguirre”, palabras que utilizó Leire Pajín para definir el gobierno popular en la Comunidad de Madrid. La defensa de la educación pública, de la sanidad pública y la oposición a la privatización de Telemadrid centraron en buena parte los ejes sobre los que girará desde el lunes la tarea de Tomás Gomez y así quedó de manifiesto en el congreso. El camino de de Gómez para ser candidato en las próxima elecciones autonómicas quedó ayer expedito, con las familias socialistas de buen rollo, pese a que en más de alguna ocasión “los de siempre”, que diría Joaquín Leguina, han enseñado sus uñas criticando el “viraje a la derecha” de Tomás Gómez. El alcalde de Parla, que hasta ahora ha tenido como gran hándicap para trasladar su mensaje a los madrileños no ser diputado regional en la Asamblea de Madrid, reiteró en su informe de gestión, ante un auditorio sin oposición, la defensa de la educación pública y su intención de no enfrentarla a otro sistema. Sin embargo, los socialistas pusieron las cartas sobre la mesa en su intención de llegar hasta donde sea en su defensa de lo público y hasta Pedro Castro solicitó “un minuto de silencio por la educación infantil” en Madrid. El congreso comenzó con la intención de buscar soluciones para los madrileños y en una inevitable comparación con el PP, Leire Pajín aseguró que “no vamos a perder ni un minuto en hablar de nosotros”, en alusión al congreso de los populares en Valencia “porque para la derecha entiende el poder como un fin en sí mismo”. El domingo no habrá sorpresas y Tomás Gómez saldrá fortalecido para batirse el cobre con Esperanza Aguirre. La carrera electoral hacia 2011 de dos modelos políticos está servido. Ahora sólo queda por saber si alguno de los dos candidatos del PP o PSOE tiene la sensación de haberlo vivido ya. Lo que está en juego es ir de Madrid al cielo.
martes, 5 de agosto de 2008
Reunión para reunirse
El municipio madrileño de Villalbilla se ha instalado en las altas esferas de la discusión política gracias a una de las conductas más reprobables de los representantes del pueblo: el transfuguismo. Los poco más de ocho mil habitantes de Villalbilla están ya familiarizados con una palabra, transfuguismo, que casi se atasca al pronunciarla. Puede que el experimento de Villalbilla, que para muchos era un pacto contranatura, tuviera razón de ser en un municipio de estas características si hubiera contado con el visto buenos de los dos aparatos regionales, no sólo de uno, pero el desprecio al Pacto y los sueldos desmesurados de sus protagonistas lo ponen en la picota. Tal vez no haya mayor ejemplo de democracia que un acuerdo entre PP y PSOE para gobernar en pequeños municipios, donde los vecinos se topan con su alcalde y los concejales en plena calle; donde los salones de plenos deben dedicarse a solucionar problemas cercanos como fijar las tasas municipales o el arreglo de la depuradora, pero no a debatir sobre el escudo antimisiles o jugar a diputados de la Carrera de San Jerónimo. El municipalismo es otra cosa. Todo hay que hacerlo respetando las reglas del juego, la disciplina de partido, la opinión de los votantes, que son los que depositan su confianza en los políticos, y las instituciones. En Villalbilla, los políticos que permiten este acuerdo han mirado más hacia sí mismos que hacia sus votantes y un año después de las elecciones nada ha cambiado. Si un dictamen de la Comisión de Seguimiento del Pacto Antitransfuguismo no se aplica de manera inmediata sólo cabe preguntarse si estas reuniones, en las que las formas superan al fondo, sirven para algo. Y es que lo que está en juego es la credibilidad política. Nada más y nada menos.
viernes, 1 de agosto de 2008
Embarcados
Durante los meses de vacaciones son muchos los que están en la playa deleitándose con el preciso devenir de las olas y contemplando el horizonte donde termina el mar. Para algunos de esos turistas, relajarse frente al mar viene a ser lo mismo que aquella Posada Almayer creada por Alessandro Baricco en su emotivo Océano Mar. Varios personajes de distinta índole convergen en esa misteriosa posada situada junto a la orilla del mar, de la misma manera que estos días otros se relajan viendo los barcos que navegan a escasas millas de la costa. A bordo van los embarcados, esos hombres casi anónimos para los que su vida es el mar, o la mar, como prefieren decir. Saben que por mucho que lo intenten, serán siempre ellos los que tendrán que adaptarse a las tempestades y a las encalmadas; pero nunca al revés. La ley de mar es implacable y por mucho que pretendan ponerle fronteras, nunca conseguirán dominar un medio tan salvaje, hostil y poderoso, como bello, sensual y hermoso. Los embarcados lo saben bien, mejor que nadie, de la misma manera que siempre han echado de menos la falta de atención de las autoridades españolas. El caso del Playa de Bakio, que vuelve a faenar en aguas llenas de piratas en versión moderna, puede simbolizar el olvido que padecen a diario todo tipo de navegantes. Hace poco un viejo marino mercante recordaba el desprecio de un camarero que hace unas décadas le servía un café en una plaza de Huelva, donde su barco se encontraba cargando mineral de hierro con destino al puerto de Hamburgo.
–Usted es un embarcado, ¿verdad? –preguntó con cierto desaire el camarero.
–Sí –Reconoció a secas y algo molesto el lobo de mar, que se tragó su ira. Tras la pregunta ya sólo deseaba zarpar. Sabía que en el mar nadie le iba a preguntar qué era. El mar ahí fuera es igual para todos los embarcados. Ese infinito mar es como la Posada Almayer.
miércoles, 23 de julio de 2008
Ceguera
Hace unos años Javier Bauluz, único premio Pulitzer español, retrató con su cámara una impactante imagen de un inmigrante muerto cerca de una pareja de bañistas que descansaban bajo una sombrilla en una playa de Cádiz. La reveladora fotografía ponía de manifiesto el drama diario al que se ven abocados decenas de seres humanos que son capaces de poner su vida en peligro a bordo de una frágil patera. En el Gran Sol, ese caladero en el que cada año faenan decenas de pescadores, saben que en caso de caer al agua bastan diez minutos para morir de hipotermia. En las aguas del Estrecho o del Atlántico, los subsaharianos que viajan en busca de un sueño simplemente lo ignoran. Llega el frío, arrecian los vientos, aumentan las olas y que sea lo que Dios quiera. La tétrica imagen de aquella sombrilla la acabo de volver a ver. La playa no es la misma, ni siquiera el país, porque la imagen de Bauluz fue tomada en un arenal gaditano y la de las dos niñas gitanas que fallecieron ahogadas el pasado sábado, en la playa de Torregaveta, en Nápoles. Pero el impacto de ambas es tremendo y demuestra una vez más hasta qué punto puede llegar la indiferencia ante la vida o la muerte. Las niñas no sabían nadar y al parecer ningún bañista hizo nada por ellas. ¿Puede haber mayor bajeza ética y moral? ¿Mejor mirar para otro lado para no soportar la enfermedad del alma, tal vez porque la felicidad está en la ignorancia? Evitar que no se pegue el chapapote en la planta de los pies o que la costa esté libre de medusas es más importante para muchos que esa frontera frágil e inesperada que separa la vida de la muerte. Son imágenes que nunca quisiéramos ver y que demuestran con toda su crudeza la ceguera colectiva que tan bien describió con su ácido pesimismo José Saramago alertando de la responsabilidad de tener ojos cuando otros los perdieron.
jueves, 17 de julio de 2008
Capear el temporal
El pico y pala que tanto le gusta mencionar a la presidenta regional Esperanza Aguirre, toma más fuerza si cabe, cuando se trata de hablar de dinero contante y sonante. En estos tiempos de crisis ya reconocida sin eufemismos ni ambages por el ministro de Economía, Pedro Solbes, y tras hechos incontestables como la suspensión de pagos de la constructora más importante del país (Martinsa-Fadesa) llega la hora de la verdad. Tal vez por ello Ignacio González, vicepresidente regional, lanzó un aviso a navegantes al asegurar que los presupuestos regionales para el próximo año “serán muy, muy restrictivos”. Nada sorprendente, aunque lo malo es que muchos proyectos se verán retrasados lisa y llanamente porque no hay un duro. Hace unas semanas el Gobierno regional anunció la congelación de sueldos de la presidenta, consejeros y altos cargos de como primera maniobra para capear el temporal. Ahora, llegan otras medidas por parte de la administración regional para racionalizar los recursos y aminorar los gastos. En este caso, es el turno de la primera reestructuración de las direcciones generales en dos consejerías, aunque no se desveló el ahorro que supondrá. Coincidencia o no, se hizo público el mismo día que el Ayuntamiento de Madrid anunció una reducción del presupuesto en más de 350 millones de euros. No cabe duda, que en esto de las crisis tienen mucho que ver los gestos, tal vez por eso la eliminación de seis direcciones generales de las dos consejerías que se reinventan a consecuencia de la compleja situación económica actual es un buen ejemplo. Claro que de paso, los fuertes vientos que acompañan un temporal también son buenos para que el hasta ahora director general de Seguridad de la Comunidad de Madrid, Sergio Gamón, el hombre sobre el que recayó la responsabilidad del registro que se realizó en el Campus de Justicia tras el cese de Alfredo Prada, consejero de Justicia. Ignacio González asegura que “el cese no tiene nada que ver con el registro”, aunque cualquier marino sabe que el rumbo más excitante para navegar lo proporciona una buena ceñida de su velero. Y para eso se necesita un viento apropiado... Puestas así las cosas, mientras el Gobierno regional sigue desvinculado las salidas de Alfredo Prada y Manuel Lamela por su apoyo a Mariano Rajoy, insiste en que la remodelación es consecuencia de la crisis. Precisamente ahora, cuanto falta pasta es cuando se han dado a conocer las balanzas fiscales. En pleno debate sobre la financiación autonómica, parece que Solbes está dispuesto a la cesión del 50% del IRPF, el IVA y los impuestos especiales a las comunidades autónomas. Parece una buena señal de cara la la Conferencia de Política Fiscal y Financiera del martes donde se presentará la reforma del sistema de financiación. Y es que desde el Gobierno regional, que presume con razón de solidaridad, se considera que “la política sectaria” de Zapatero la impedido la creación en la región de 22.756 puestos de trabajo, además de restar crecimiento al Producto Interior Bruto (PIB) de Madrid y de todos sus habitantes. “No nos preocupa el tema de las balanzas, nos parece bien que España sea un país solidario. Lo que nos parece mal y nos preocupa y, por tanto, demandamos, es que se acabe con esa política sectaria de exclusión en la financiación de las inversiones a la Comunidad que tanto perjudica a los madrileños". A la espera de que se reconozca que Madrid tiene un millón de habitantes más que en 1999 y mientras la Comunidad cifra en 5.000 millones la deuda del Gobierno central sólo queda que el timonel domine los vientos sin perder el rumbo.
miércoles, 16 de julio de 2008
Nos va Shakira
La vuelta a los orígenes de la sociedad española, a pesar de tantos y tan profundos cambios en tan poco tiempo, poco o nada tiene que ver con los esfuerzos que aquel prometedor político laborista británico llamado Tony Blair puso en marcha a finales de los noventa para alcanzar una nueva meta moral para la generación más joven. Mientras en Gran Bretaña el ejemplo de la talentosa y oscura a la par Amy Winehouse pone de manifiesto el fracaso de la cruzada moral iniciada en su día por el líder laborista, aquí demostramos que lo que nos va es Shakira. Los espectadores de Rock in Rio, tanto en directo como a través de la pequeña pantalla, donde arrasó la audiencia de La 2, demostraron que la colombiana está más cerca de España que una mujer tan antagónica del puritarismo victoriano como la Winehouse.De algún modo, la cantante colombiana representa el triunfo de la música de orquesta, de la pachanga de toda la vida o de Paquito el Chocolatero, con sabor a caseta de feria entre cha-cha-cha, pasodoble y un agarrao que otro. Y es que en épocas de crisis, vuelve a cobrar fuerza el veraneo en el pueblo, en los bares de siempre y con los amigos de toda la vida. Nada como unos días de descanso en casa de los suegros o los cuñados que entran y salen, para descubrir que como las croquetas de la abuela no hay nada. Vaya, que es como una vuelta a los orígenes de la piel de toro, pero con sabor más castizo y redescubriendo los prodigiosos recuerdos de la infancia, esos que nunca se olvidan y que siempre están ahí.Mientras que a los españolitos que vinieron al mundo los guarda Dios en la casa del pueblo, las costas siguen siendo cosa de guiris, que con sus tatuajes, camisetas sin mangas y pantalones piratas tienen en Amy Winehouse a su musa. Ahora entiendo que tras su cruzada moral Blair se convirtiera al catolicismo.
jueves, 10 de julio de 2008
Frivolidad
Discutir sobre la frivolidad en tiempos de crisis gana más peso que hacerlo en épocas fáciles, esos años tan recientes del llamado boom inmobiliario en la que los bancos abrían la mano para dar créditos adaptados a todos los bolsillos y en las que los pisos se vendían solos. Vivir por encima de las posibilidades en un país sujetado en una burbuja inmobiliaria, sin industrias lo suficientemente competitivas, era poco menos que vivir al Este del Edén, con la felicidad del inconsciente y del que prefiere no saber que más allá de las aguas turquesas que bañan Cartagena de Indias pueden esconderse olas de más de doce metros y poderosos huracanes. Al fin y al cabo, ya sabemos eso de que "no se vive en España como en ningún sitio"... En esta España maravillosa, pero sin remedio, cainita, envidiosa y cotilla, una vez más los políticos mediocres, los obispos con tintes tétricos y los pelotas del poder vuelven a poner de manifiesto que cada uno va a lo suyo, a salvar su culo. Y es que frívolo es no hacer una diferencia entre lo esencial y lo accidental, hasta el punto de hacer apología de algo que en ningún caso es una virtud. Por desgracia, la frivolidad está más presente de lo que parece en la vida institucional, política y en los medios de comunicación. Ejemplos en las últimas semanas hay para dar y tomar. Frivolidad son los 19 platos que degustaron los líderes del G-8 mientras medio mundo padece escasez alimenticia propiciada precisamente por la voracidad de los más ricos. Frivolidad es que el ministro de Industria, Miguel Sebastián, un advenedizo en el consejo de ministros se quite la corbata para convencer de la necesidad de ahorrar energía mientras que elimina la tarifa nocturna, sube el recibo de la luz y presenta un plan de ahorro energético pero sin adelantar ni una sola medida. Frivolidad es que el inefable José Bono le regale una corbata a Sebastián y éste, a su vez, un termómetro para medir la temperatura del Congreso de los Diputados. Frivolidad es que otra advenediza, Bibiana Aído, ministra de Igualdad, azuce la polémica del velo islámico desde el más profundo desconocimiento y sin otro ánimo, al parecer, que demostrar que su ministerio tiene sentido, mientras que para muchos dicha cartera no es más que un Matrix postmoderno y progre con banda sonora de chill out. Frivolidad es hablar de miembras de manera impuesta, sin dejar que el lenguaje termine por adaptar un vocablo y que finalmente pueda ser recogido por la Real Academia de la Lengua Española. Frivolidad es que el lehendakari Ibarretxe convoque un referéndum por las buenas para vanagloria personal en su viaje al absurdo del RH vasco mientras hay gente que no es libre ni para comprar prensa constitucionalista en el País Vasco o para tomarse un vino en cualquier taberna. Frivolidad, en definitiva, es gobernar con gestos y ocurrencias, como suelen decir los críticos de José Luis Rodríguez Zapatero, pero sin aportar soluciones concretas, y como mucho limitarse a un "vamos a ". Y lo malo, es que de estos gestos y ocurrencias no se libran la inmensa mayoría de los responsables políticos de las abundantes administraciones españolas, las de los coches oficiales, los ipod, los viajes institucionales, los encuentros bilaterales y demás eufemismos propios de su jerga para justificar su profesión. Sin embargo, lo que importa es salir en la foto, cuanto más grande mejor, aunque luego no haya nada detrás. Frívolo es también el espectáculo de los congresos de los grandes partidos, mientras miles de asalariados y autónomos tiran de calculadora para hacer frente a los gastos diarios y cuando leyes tan importantes como la de Dependencia no terminan de ponerse en marcha por rencillas políticas entre administraciones de distinto signo. Congresos que son más un campus de verano que otra cosa, ya quetodo esta programado para que nadie baje al comedor antes de tiempo. Lo más destacable en los congresos del PP y el PSOE han sido relevo generacional, que en ambos partidos tiene nombre de mujer. En el congreso federal del PSOE, además de rehabilitar la figura de Juan Negrín, denostada por los propios socialistas, cuando ni siquiera se sabe donde están los restos de Andreu Nin, y del rollito guay con el nombramiento de Leire Pajín como secretaria de Organización todo fue triunfalismo y ombliguismo de partido tras meses de siesta viendo como el PP tira de albaceteña por sus cuitas internas. Pero para la crisis, desaceleración o situación desfavorable, o como quiera llamarla Zapatero, sólo se ofrece como receta tener confianza. Vamos, un búscate la vida y a ver si pasa pronto el temporal. Y ante esta situación, con agujeros en los bolsillos mejor sellar compromisos ideológicos de los que no se habló ni siquiera en la reciente campaña electoral: ley de plazos para el aborto, voto de los inmigrantes en las municipales y abrir el debate sobre el derecho a la muerte digna. Claro, que ninguno de estos compromisos cuesta dinero y nada como hacer un ejercicio de frivolidad apelando a la autoestima y a la confianza, al tiempo que se abre un debate de ideas. Pero no menos frívolo fue el partido del Congreso Popular, con versos, rimas y sonetos incluidos, donde los personalismos presidieron un cónclave que dejó heridas abiertas, en especial en Madrid, donde por no faltar, hay hasta supuestos episodios de espionaje al ex consejero de Justicia, Alfredo Prada, que al mejor estilo de Graham Greene de El tercer hombre ha convertido la ciudad de la Justicia de Madrid en el Prater vienés de sólo por una vieja razón: las infidelidades se pagan. Mientras en Cataluña, otro congreso del PP se resuelve entre abucheos y en el País Vasco, todo se resume en "conmigo o contra mí", con deserciones incluidas. Y puestos a hablar de frivolidades qué decir cuando se escucha a José María Aznar, ex presidente del Gobierno, justificar la guerra de Irak. Asegura que “era una creencia generalizada que había armas de destrucción masiva” y que nunca se va “a arrepentir de que España haya vivido uno de los momentos más influyentes de su historia”. El amigo de Bush y de Blair, el mismo de la foto de las Azores y que presumía de poner los pies encima de la mesa de Bush, sigue empeñado, con pundonor, tesón y gran dosis de soberbia, en apoyar un sinsentido simplemente porque España tenía que tomar una decisión al sentarse aquellos meses en el sillón del Consejo de Seguridad de la ONU. Aznar eligió la solución más fácil, la del amigo americano, obviando, tal vez, que uno es más grande por saber decir que no a tiempo al poderoso. Tan frívolo lo fue entonces Aznar al tomar una decisión desoyendo muchas voces, incluso dentro de su propio partido, como lo es ahora cuando se pasea casi levitando e impartiendo doctrina del master de los ex presidentes. Tal vez le pase aquello que decía Oscar Wilde, un frívolo por excelencia: "Hay solamente una cosa en el mundo peor que hablen de ti, y es que no hablen de ti”.
sábado, 28 de junio de 2008
Magdalenas
De la misma manera que una magdalena mojada en una taza de té se convierte en símbolo de la fascinación evocadora de los sentidos en uno de los fragmentos más célebres de la literatura del escritor francés Marcel Prost, en concreto en Por el camino de Swann, primer tomo de la monumental En busca del tiempo perdido, desde hoy muchos españoles volverán a toparse de bruces la realidad. Tras borrarse de la cara los colores de la enseña nacional, quitarse la camiseta roja con la que han dormido y despojarse de la capa rojigualda con el toro negro estampado llega el lunes, que en esta ocasión coincide con otro fin de mes bajo la presión del IPC y el euribor. Vamos, que los síntomas de depresión post-vacacional anticipada están asegurados.
El efecto placebo de la Eurocopa ha servido para mirar a otro lado y de la misma manera que muchos mileuristas se solazan contemplando en las revistas del cuore las mansiones de las celebrities o leen en el Marca cómo la toca Cesc, mientras ellos hacen equilibrios con la calculadora para apurar sus euros, la inocente magdalena devolverá a muchos a la cruda realidad en forma de facturas. Del mismo modo que el personaje de Proust no conseguía recordar la infancia hasta que un día el sabor del pastelillo avivó de repente los recuerdos dormidos, tal vez hoy o mañana, pasada la resaca futbolera, muchos despierten del letargo tirolés cuando mojen el churro o el cruasán.
Como sigamos así, con los políticos reprochándose los unos a los otros lo que precisamente no hacen, viviendo en su Matrix particular y sin bajarse del coche oficial, en vez de rastrear en busca del tiempo perdido nos vamos a encontrar el paraíso perdido, y no precisamente el de Milton.Pero para versos sueltos ya hemos tenido bastante estos días pasados. Tal vez sería mejor pasar a la prosa.
El efecto placebo de la Eurocopa ha servido para mirar a otro lado y de la misma manera que muchos mileuristas se solazan contemplando en las revistas del cuore las mansiones de las celebrities o leen en el Marca cómo la toca Cesc, mientras ellos hacen equilibrios con la calculadora para apurar sus euros, la inocente magdalena devolverá a muchos a la cruda realidad en forma de facturas. Del mismo modo que el personaje de Proust no conseguía recordar la infancia hasta que un día el sabor del pastelillo avivó de repente los recuerdos dormidos, tal vez hoy o mañana, pasada la resaca futbolera, muchos despierten del letargo tirolés cuando mojen el churro o el cruasán.
Como sigamos así, con los políticos reprochándose los unos a los otros lo que precisamente no hacen, viviendo en su Matrix particular y sin bajarse del coche oficial, en vez de rastrear en busca del tiempo perdido nos vamos a encontrar el paraíso perdido, y no precisamente el de Milton.Pero para versos sueltos ya hemos tenido bastante estos días pasados. Tal vez sería mejor pasar a la prosa.
jueves, 26 de junio de 2008
Versos al contraataque
Mientras más de media España debate sobre la conveniencia de mantener el mismo once que tan buen resultado ha dado en la Eurocopa para enfrentarse a Rusia y ya casi nadie se acuerda de Raúl, en Madrid, la presidenta regional, Esperanza Aguirre, presentó los cambios de su equipo de cara a los próximos partidos con una jugada que consiste en cambiar la estrategia y fortalecer su portería con sus jugadores más fieles. Todo con un claro matiz de desafío al presidente de la federación, que en ese caso no es deportiva, pero que es el jefe de su partido. Como siempre sucede en estos casos, siempre hay una versión oficial y respuestas políticamente correctas, pero de la misma manera que en el fútbol, tras el pitido final, quien tiene la responsabilidad es el míster, o la misteresa, que diría Bibiana Aído, siempre es más fácil cesar a un entrenador que a los once jugadores y echarle la culpa al árbitro. Es curioso el uso del lenguaje que hacen los políticos, para los que la palabra crisis sirve como excusa para reducir de quince a doce las consejerías y proponer una dieta de adelgazamiento de la administración mientras que se utiliza el término remodelación cuando salen cinco consejeros, entre ellos dos marianistas -Alfredo Prada o Manuel Lamela- tan sólo unos días después de que entraran a formar parte de la nueva dirección de Mariano Rajoy, en detrimento de Ignacio González, mano derecha de Aguirre, y una de las voces críticas con Rajoy. Tras unos días de versos encontrados y rimas fáciles, que nada tienen que ver con las de Baudelaire o Quevedo, el malestar del PP madrileño por el resultado del congreso valenciano se ha escenificado en un atrezzo de gobierno que Esperanza Aguirre justificó por la situación de crisis económica y la necesidad de hacer “un gobierno más ágil y más eficaz” para dar respuesta a una situación en la que otros, en referencia al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, “miran para otro lado". Nadie quiere hablar de venganzas, ni muchos menos relacionar en público que la salida de Prada y Lamela tiene que ver con la entrada de éstos en la dirección nacional de PP. Pero tras la remodelación se esconden las mismas cuitas de siempre de la vida política española, con sus dimes y diretes, sus cuentas pendientes y sus infidelidades. Nada nuevo bajo el sol. El enfrentamiento entre la lideresa y el presidente nacional del PP pone de manifiesto que la cicatriz entre los populares no se cerró con la calima del mediterráneo y que ambos más que jugar un un partido, disputan una liga con partidos de ida y vuelta. Y ya se sabe, el que al final gana la liga es el más regular. Ni Alfredo Prada, ni Manuel Lamela, forman parte del equipo regional, aunque por razones muy distintas a las de Beatriz Elorriaga, Gádor Ongil o Fernando Merry del Val, que seguirán vinculados a Aguirre. Lamela sale del Gobierno regional después de haber pasado por las Consejería de Sanidad y Transportes, en las que su gestión ha dado más de un quebradero de cabeza a Aguirre, con legados políticos como las sedaciones en el Severo Ochoa o la batalla legal de la carretera de los pantanos, que no ha hecho más que empezar. Tal vez hace un año. Al menos, Lamela, hizo gala de su corrección política, que ya que el ex consejero de Transportes negó que su baja en el equipo de la lideresa fuera por su acercamiento a Rajoy. Sin embargo, Alfredo Prada ni pudo negar la evidencia, simplemente porque fue la gran ausencia en el acto de toma de posesión de su sucesor y de los nuevos consejeros en el acto celebrado en la Real Casa de Correos de Madrid. Una ausencia esperada por creciente desconexión con Aguirre, quien por cierto se negó “a interpretarla” y de la que se limitó a señalar que Prada seguiría siendo diputado de la Asamblea de Madrid. Por cierto, que la lideresa también se negó a desmentir o confirmar la noticia sobre la presunta entrada de Manuel Pizarro en su Ejecutivo. Su puesto será ahora para Antonio Beteta, que será el encargado de poner a dieta a la administración regional ya que sólo con medidas como anunciar la congelación de los sueldos de los consejeros no se llega muy lejos. Mientras, Rajoy ve esta remodelación como “un asunto interno, aunque en esto del fútbol” el contraataque es un arma eficaz y más si como se rumorea Gallardón incorporará a su equipo, por expreso de Mariano Rajoy a Lamela y Prada, los versos sueltos de Aguirre.
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