viernes, 26 de septiembre de 2008

Vino con alma

En muchos pueblos de españa se celebra estos días la fiesta de la tierra en forma de vendimia. Ya sea, entre otras, syrah, airén, la más abundante en los viñedos españoles, verdejo o la delicada pinot noir, archifamosa por su protagonismo en la película Entre copas, la uva es la protagonista de un mes que a muchos lleva a mirar a sus orígenes. En busca de esos sabores, con el recuerdo aún vivo de las tinajas de antes, que nada tienen que ver con las modernas bodegas de enoturismo donde el caldo reposa en barricas de roble francés y americano, el vino y el hombre caminan por surcos paralelos. Y es que el vino es complejo. Dicen los expertos de la cultura del vino que probablemente es lo único que hay en el mundo tan complejo como los seres humanos. Pero a estas alturas si hay alguien complejo es George Bush, presidente norteamericano, que con un tono melodramático en una alocución televisada instó a los ciudadanos, al Congreso y a los candidatos que disputarán su sucesión a apoyar el multimillonario plan de rescate de su gobierno para evitar una “larga y dolorosa recesión". Al fin y al cabo los problemas del capitalismo, fruto de la codicia y la avaricia, resulta que ahora tienen solución en una intervención y más regulación. No me extraña. Tiene mucho que ver con la complejidad de la maraña legislativa autonómica, nacional y europea, en la que los viticultores, enólogos, bodegueros y comercializadores luchan a diario. La globalización de gustos, la estandarización en los métodos de producción y en definitiva, la posibilidad de elaborar vinos a la carta, son tres elementos que sirven para alimentar los egos. Da igual que nos vayamos de excursión a las viñas del californiano Valle de Napa o que recorramos bodegas de Peñafiel, Valdepeñas, Haro o la Ribeira Sacra. El vino siempre será vino, mejor o peor, y los hombres, igual. Por eso, antes de aceptar las premoniciones del científico Stephen Hawking, cuando asegura que el futuro del ser humano está en el espacio, ya que “será muy difícil evitar un desastre en el planeta Tierra en los próximos cien años”, prefiero disfrutar de una buena copa de vino. Pero de un vino con alma, que la complejidad humana, aburre.

jueves, 25 de septiembre de 2008

Meditación de otoño

La Comunidad de Madrid volvió a sacar el discurso de que Zapatero asfixia a Madrid mientras la tormenta política por la continuidad de Miguel Blesa, al frente de Caja Madrid, sigue siendo objeto de intenso y velado debate. Lo cierto es que la tregua firmada en el congreso de los populares en Valencia y maquillada a ritmo de Abba y Shakira el pasado fin de semana bajo el manto de la unidad en el cónclave regional que sirvió para reformar a Esperanza Aguirre, esconde las mismas diferencias. El corazón popular está en Madrid, como recordaba el pasado viernes la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, pero unos días después las diferencias entre Aguirre y Gallardón vuelven a escenificarse. Independientemente de que aparezca el supuesto informe jurídico en el que algunos basan la necesidad de sustituir al aznariano Miguel Blesa, lo cierto es que Esperanza Aguirre ha mantenido sonoras discrepancias con el actual presidente de Caja Madrid. En el fondo sigue siendo el mismo problema que el PP arrastra de hace meses, y por mucho que Alberto Ruiz Gallardón y Esperanza Aguirre cuiden las apariencias e incluso que el alcalde de Madrid reconozca en un programa de televisión que “soñar con Aguirre sería agradable”, los desencuentros entre la presidenta regional y su equipo de Gobierno tanto con el presidente del PP, Mariano Rajoy, como con el primer edil de Madrid siguen latentes. Estos dos últimos apoyan la continuidad de Blesa en Caja Madrid, donde lleva doce años; Aguirre, no, que vería con buenos ojos que Manuel Pizarro, el flamante aspirante a ministro de Economía del PP en las pasadas elecciones generales, ocupe ese lugar. Hoy mismo, el vicepresidente y portavoz del Gobierno regional, Ignacio González, en el transcurso de la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno ha hecho un ejercicio de meditación que le ha llevado a manifestar que “la Comunidad de Madrid no interfiere en el funcionamiento de Caja Madrid”, al tiempo que no ha aventurado ningún futurible en forma de nombre. Claro, que si la meditación invita a la moderación es porque, tal vez, ignoraba que el vicealcalde de Madrid, Manuel Cobo, consideró una “irresponsabilidad” poner en duda cuestiones que “afectan a una institución tan importante y que funciona tan bien” como Caja Madrid.
Sin embargo, donde el número dos de Aguirre olvidó los principios de relajación fue a la hora de criticar la asfixia a la que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero somete a Madrid y el papel que están desempeñando los sindicatos con su actitud de confrontación porque el “grado de virulencia es preocupante”. El nuevo capítulo para justificar el “cero patatero” hacia Madrid va a llegar a la Audiencia Nacional después de que el Consejo de Gobierno acordara autorizar a los Servicios Jurídicos de la Administración autonómica a interponer un recurso contencioso administrativo ante la Audiencia Nacional contra la resolución del Ejecutivo socialista denegando a los madrileños 418 millones de euros provenientes del sistema de financiación que prometió Zapatero en la II Conferencia de presidentes de 2005. “No es que estén dejando de dar dinero adicional, sino dinero que ya teníamos”, precisó González, para quien el objetivo del Gobierno central no es otro que hacer una política de asfixia para dificultar la prestación de servicios. En este ambiente, el portavoz regional también aseguró que tras los tres últimos episodios de abucheos al consejero de Sanidad, Juan José Güemes, reclamó a los responsables sindicales que traten de reconducir la situación porque ya ha habido intentos de agresión y el “grado de virulencia es preocupante”. Más que un otoño caliente, Ignacio González volvió a repetir otro discurso que ya se ha escuchado casi tantas veces en la Real Casa de Correos de la Puerta del Sol como el de que ZP margina a Madrid, que no es otro que “los sindicatos mantienen una actitud de confrontación política” desde antes de las pasadas elecciones y que “tienen que dedicarse a discutir las condiciones laborales de los trabajadores”. En este toma y daca, nada como el ataque, y sino que se lo pregunten a la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, a la hora de responder en el Parlamento a las supuestas filtraciones a un medio del borrador y el vídeo del accidente de Barajas. Así las cosas, el vicepresidente regional lanzó un mensaje a Tomás Gómez, secretario general de los socialistas madrileños, sobre la unión de su partido tras la disolución de la Agrupación de Móstoles o la reestructuración con mano firme del grupo parlamentario en la Asamblea de Madrid. Ya de paso, Ignacio González también reprochó al líder socialista que el día antes de la presentación de los teatros del canal “llamara para pedir entradas y al día siguiente no fueron”. Y es que tras acusar a Gómez de “frívolo” por decir que el gasto de la Comunidad en la inauguración de los Teatros del Canal fue de 14.000 euros por invitado, señaló que no tenía ninguna constancia de lo que había aparecido en los medios. Al menos, reconoció que el musical de Nacho Cano, que servía para conmemorar los 150 años de la llegada del agua a Madrid, le gustó. Algo es algo, pero con lo que se avecina, seguro que a Tomás Gómez tampoco le gustará el espectáculo del ex Mecano. Claro, que su butaca se quedó vacía.

domingo, 21 de septiembre de 2008

Pancartismo

Aunque las autoridades de Pekín aconsejaron a los espectadores de los recientes Juegos Olímpicos que se dejaran las pancartas en casa, ese nuevo ismo, el pancartismo ya se ha instalado en nuestras vidas casi tanto como la alta velocidad de hasta 20 megas. En un país donde nos va la bulla y cualquier excusa es buena para salir al fresco, no es de extrañar que en cualquier estadio del mundo, en esos en los que lo español está de moda, aparezca una pancarta con un ‘Hola mamá’, o un ‘Viva Tomelloso’ impreso sobre los colores rojigualdas. La cosa es que con el fin de la Vuelta ciclista es hora de reconocer la aportación de los pancartistas a la épica del ciclismo. El Angliru, ha sido de nuevo un puerto mediático. Allí, además de vivir en toda su grandeza el deporte de las dos ruedas, las pancartas se han hecho mayores de edad. Desde aquel alemán que se hizo famoso por su disfraz de diablo en las míticas ascensiones al Alpe D’Huez, el Mortirolo o el Galibier no se había visto nada igual en un deporte que es el gran teatro de los mitos, con la carretera como escenario, pero herido por el escándalo del dopaje. Aficionados con camisetas de fútbol, incluso la del barrio, se mezclan con pancartas con todo tipo de nombres y proclamas, incluidas las políticas. Los publicistas avispados, tan pendientes ellos de todo lo que les rodea, seguro que ya habrán tomado nota de este boca a boca en forma de ismo, y no sería de extrañar que dentro de poco saquen tajada del invento. Y no sólo los publicistas, sino también los partidos políticos, que en esto del marketing hay mucho que reinventar, y sino que se lo pregunten a Esperanza Aguirre y su estilo Shakira. Ya me imagino a unos reclamando a Macbeth explicaciones por su cruel transformación personal debido a sus ambiciones; a los críticos del presidente cántabro, Miguel Ángel Revilla, pidiendo su dimisión por revelar que su primera relación sexual la tuvo a los 18 años con una prostituta de Bilbao; o a los más sensibles declarando su amor eterno a Maleni. Aunque yo, si me tengo que quedar con alguien, me quedo con el barrendero de mi pueblo, que siempre me decía lo mismo cuando nos cruzábamos: “Aquí estoy chaval, con el bolígrafo del pavimento”.

lunes, 15 de septiembre de 2008

Contramedidas

Mientras la melancolía que genera el recuerdo de las vacaciones de verano impregnadas de salitre marino, bullicio de chiringuito y tiempo de sobra para aburrirse invade al personal, si hay una palabra que se repite estos días en los periódicos es la de medidas. Puede que sea el hastío de la vuelta a la vida cotidiana o los efectos de esa enfermedad de la sociedad del bienestar llamado síndrome postvacacional. Más bien creo que la necesidad de tomar medidas tienen que ver con las que reclama el enfermo imaginario de Moliere para que le hagan caso de una vez por todas. Pero ese enfermo, que no lo es tal, poco tiene que ver con las que los políticos de turno se demandan unos a otros en función de sus colores. Al menos, el enfermo de Moliere, a su manera y en plenas facultades hipocondríacas, nos hace reír con su desgracia, cosa que por estos lares empieza a ser necesaria para superar el pesimismo dado el desconcierto que muestran algunos para superar la crisis. Pero aquí las medidas de las que todos hablan apenas nos sirven para cuadrar los euros en la cesta de la compra o para comprar los libros escolares. Si Medidas son también las que reclama la republicana Sarah Palin, la vice de John McCain, que con la fuerza de un huracán no se corta a la hora de asegurar en su primera entrevista televisada amenaza a Rusia de un posible enfrentamiento militar si vuelve a atacar a Georgia. Si Medidas son las expulsiones de los embajadores de Bolivia, Venezuela y Estados Unidos por sus cuitas, y el rechazo yanqui al cóctel de populismo, indigenismo y marxismo, ya que parece que el Tio Sam no puede evitar involucrarse en Los Andes. Todo ello aderezado con la animación del inefable Hugo Chávez de por medio. Y si medidas son que le impongan 1.500 euros de sanción a un juez que podría haber evitado un caso como el de Mari Luz.. A este paso y a la espera de que el comandante del submarino se anime a lanzar de una vez las contramedidas contra el torpedo que nos amenaza, sólo me queda preguntarme una cosa: ¿A qué he venido hoy aquí?

lunes, 8 de septiembre de 2008

'Deja vu' socialista

Los socialistas madrileños empezaron su XI Congreso Regional con su Deja vu particular, es decir con esa sensación de haber estado ya aquí alguna vez y con el incomprensible apagón informativo para los periodistas durante la intervención de Tomás Gómez a la hora de dar cuenta del informe de gestión de los órganos regionales. La imagen y el sonido de las pantallas de la sala de prensa se apagaron de manera sorprendente por orden de la mesa del congreso, presidida por el alcalde de Getafe, Pedro Castro, pese a que Gómez atribuyó a un error que su intervención fuera a puerta cerrada y pidió disculpas a los informadores. Tal vez por ello, algunos de los plumillas experimentaron ese deja vu en un congreso que tiene que significar el punto de partida del Nuevo Socialismo, ese término acuñado por el propio líder de los socialistas madrileños. Además, el retraso de casi una hora para el comienzo del cónclave socialista, en el que participan 869 delegados, estuvo aderezado con el recuerdo musical de Leire Pajín, secretaria de Organización del PSOE de Hoy puede ser un gran día, una de las canciones más conocidas de Serrat y que también ha servido de banda sonora a los socialistas en el pasado de la democracia española. Y es que desde ayer Tomás Gómez, bajo el manto protector de Ferraz y a ritmo de jazz está dispuesto a liderar la alternativa de los socialistas madrileños, con un equipo cincelado por el alcalde de Parla con la pretensión de que Madrid cambie de color en 2011, tal y como reza el eslogan del congreso: Otro color, otro Madrid. La última debacle electoral del PSM- PSOE tanto en la capital como en la Comunidad ha propiciado que los socialistas pongan en marcha todo su engranaje para hacer frente a “la agresión del Gobierno del Gobierno de Esperanza Aguirre”, palabras que utilizó Leire Pajín para definir el gobierno popular en la Comunidad de Madrid. La defensa de la educación pública, de la sanidad pública y la oposición a la privatización de Telemadrid centraron en buena parte los ejes sobre los que girará desde el lunes la tarea de Tomás Gomez y así quedó de manifiesto en el congreso. El camino de de Gómez para ser candidato en las próxima elecciones autonómicas quedó ayer expedito, con las familias socialistas de buen rollo, pese a que en más de alguna ocasión “los de siempre”, que diría Joaquín Leguina, han enseñado sus uñas criticando el “viraje a la derecha” de Tomás Gómez. El alcalde de Parla, que hasta ahora ha tenido como gran hándicap para trasladar su mensaje a los madrileños no ser diputado regional en la Asamblea de Madrid, reiteró en su informe de gestión, ante un auditorio sin oposición, la defensa de la educación pública y su intención de no enfrentarla a otro sistema. Sin embargo, los socialistas pusieron las cartas sobre la mesa en su intención de llegar hasta donde sea en su defensa de lo público y hasta Pedro Castro solicitó “un minuto de silencio por la educación infantil” en Madrid. El congreso comenzó con la intención de buscar soluciones para los madrileños y en una inevitable comparación con el PP, Leire Pajín aseguró que “no vamos a perder ni un minuto en hablar de nosotros”, en alusión al congreso de los populares en Valencia “porque para la derecha entiende el poder como un fin en sí mismo”. El domingo no habrá sorpresas y Tomás Gómez saldrá fortalecido para batirse el cobre con Esperanza Aguirre. La carrera electoral hacia 2011 de dos modelos políticos está servido. Ahora sólo queda por saber si alguno de los dos candidatos del PP o PSOE tiene la sensación de haberlo vivido ya. Lo que está en juego es ir de Madrid al cielo.