Blanco y en botella. El acertijo corre de boca en boca por la sede del Gobierno regional desde que Pedro Solbes presentó el proyecto de los Presupuestos Generales del Estado y no hay nadie en los pasillos de la Real Casa de Correos que ignore la respuesta. Cuando hay alumnos que se mueren de nervios por saber si han aprobado un examen porque saben que en sus respuestas se han movido en la estrecha línea que separa el aprobado del suspenso, el Gobierno de la Comunidad de Madrid lo tiene claro, porque el profesor Zapatero les tiene manía. Y aprobar así, imposible. El mensaje no es nuevo, y no será la última vez que se oiga. Un periodista preguntó al vicepresidente regional y portavoz del Gobierno regional, Ignacio González, que pusiera una nota a la cantidad asignada a Madrid y éste tiró de boli rojo y en el extremo superior izquierdo del examen escribió. “Cero Zapatero, pelotero”. Y es que el lápiz de memoria con el que Pedro Solbes, ministro de Economía, se presentó en el Congreso de los Diputados para presentar los presupuestos para 2009, apenas hizo un hueco para Madrid entre sus megas. Las cuentas del Estado para el año que viene rebajan en 151 millones de euros la cantidad asignada a la Comunidad de Madrid, región que pierde un 23,36% de inversión entre 2004-2009, desde la llegada del nuevo maestro a La Moncloa. Si los responsables regionales llevan años lamentando a los cuatro vientos la marginación y asfixia por parte del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, los presupuestos de 2009 vuelven a cargarles de argumentos y cualquier oportunidad es buena para pregonarlo. “El PSOE castiga a los madrileños por tener un Gobierno del PP”, recordó Ignacio González. A este paso el famoso “cero patatero” tan utilizado por los responsables regionales para referirse a la ausencias de nuevas inversiones en Madrid por parte del Gobierno central va a tener que reinventarse. Esta misma semana, el consejero de Economía, Antonio Beteta, nada más conocer que Madrid recibiría 2.464,69 millones de euros en 2009, un 5,77% menos que este año, ya apuntó que se ha pasado del “cero patatero Zapatero” al “doble cero”, es decir, “al doble agravio”. Así las cosas, mientras las reacciones de los populares no se salen de lo esperado, Ignacio González también aprovechó para criticar que en esas cuentas previstas para Madrid, mientras no se invierte un euro en obra nueva hay “inversiones dudosas” como las relacionadas con un túnel en el estrecho de Gibraltar, un canal de olas o la restauración de ríos en la cuenca del Duero. Y si hay que hablar de nuevas autovías, BUS-VAO o del desinflado Plan de Cercanías, el consejo del número dos de Aguirre es claro: pregúntaselo a Magdalena Álvarez. Aunque con la que está cayendo en Fomento, entre filtraciones, faxes ocultos y comparecencias tumultuosas en el Congreso con un “a la salida te espero” incluido, cualquiera le pregunta a Maleni por las obras del tercer carril de la A-2 o las plataformas reservadas entre Madrid y Alcalá…
Mientras tanto, el Gobierno regional advierte de lo que viene mientras reitera por activa y por pasiva la incompetencia de Zapatero y sus ministros para hacer frente a la crisis con un presupuesto sin una sola medida de reactivación del empleo ni de contención del gasto público. El juego de la política tiene estas cosas, y los números los interpreta cada uno en virtud de sus colores, y en tiempo de crisis más aún. Pero, los datos del paro duelen, aunque esa aflicción va por partidos. Pero ayer la cifra oficial hablaba de 700.000 parados más y ya se oyen rumores de aumento de presión fiscal. Si se confirma o no ya se verá. De momento, los que van a engrosar también las listas del Inem, según Ignacio González, son los trabajadores de las empresas colaboradoras d la Seguridad Social si el Gobierno socialista mantiene esta medida contemplada en los presupuestos. Más leña al mono, vino a decir Ignacio González, para quien la supresión de las empresas colaboradoras de la Seguridad Social supone una presión añadida al sistema sanitario público madrileño. En este panorama, el consejero de Sanidad Juan José Güemes se ha convertido en objeto de deseo de los sindicatos, que volvió a verse envuelto en un nuevo intento de agresión. Hace una semana, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno de los jueves, Ignacio González, hizo un llamamiento a los representantes sindicales para que no haya más actos violentos y que se corten cuanto antes. Esta semana se han repetido, y por si fuera poco hasta Güemes se ha referido a sabotajes en los hospitales, prueba evidente de que la tensión va in crescendo Habrá que ver si hay pruebas del altercado al consejero en su última visita al hospital Clínico San Carlos. La Fiscalía está en ello y sus responsables no entienden ni de bolis rojos ni de ceros patateros.
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