jueves, 22 de diciembre de 2011

Los nombres sí que importan




El PSOE sigue recostado en el diván del psicoanalista tras besar la lona del ring electoral. Desde entonces anda tan despistado que su búsqueda del tiempo perdido se ha convertido en algo patológico. A la espera del congreso de febrero los socialistas se debaten los sesos por perfilar cómo debe ser el partido en el futuro. En ese diván es donde están apareciendo todas las contrariedades internas de las distintas sensibilidades del puño y la rosa, tan evocadoras como la famosa magdalena de Proust. Para los militantes, simpatizantes y los que están en los cargos orgánicos del partido del puño y la rosan los lugares son comunes. Buscan lo mejor y la verdad, pero como todo en la vida, todo es cuestión de interpretaciones. Además, como sucede en los momentos de barullo, los que están arriba quieren apagar cualquier signo de rebelión interna, como sucede en el PSM, donde hay quien aguarda cualquier ocasión para devolverle a Tomás Gómez el golpe que en su día recibieron, y los que están abajo también quieren pintar más. Es la eterna paradoja de la vida. La cosa es que tras el K.O. del 20-N el PSOE se ha embarcado en una necesaria carrera de renovación profunda. Nadie discute que es necesario. Las famosas familias socialistas reclaman más participación y mayor democracia interna, Tampoco lo discute nadie. La inmensa mayoría se decanta ahora por las primarias para elegir al secretario general. Nadie, o mejor dicho, casi nadie lo discute ahora. Y es justo ahora cuando sobre el diván para encontrarse a sí mismos, los socialistas tratan de engañarse al terapeuta con que lo importante no son nombres, sino las ideas y los proyectos políticos. Probablemente lo que dicen también se lo creen, pero en realidad es muy difícil de compartir. Son las personas, con nombres y apellidos, las que importan porque se trata de elegir a quien sea capaz de liderar un partido desnortado y que lleve a cabo profundas renovaciones. Tal vez, harían mejor en no engañarse a sí mismos, porque los cambios los hacen las personas, no se alcanzan sólo con buenas intenciones ni en intensas reuniones para reunirse. A día de hoy lo cierto es que, aunque nadie quiera mover pieza, sólo se vislumbran dos posibles candidatos claros a la espera de que se abra una tercera vía como la que encarnó el propio Zapatero en el congreso de 2000. Uno es el felipista Alfredo Pérez Rubalcaba, y la otra es Carme Chacón, heredera del postzapaterismo. Los nombres dan muchas pistas, esconden intenciones, adhesiones, fidelidades, deseos y generan tanto filias como fobias. No es otra cosa, al fin y al cabo, que la condición humana. Si no es así que alguien explique por qué Rajoy nos tuvo en vilo, tras semanas de quinielas de ministrables, para conocer la composición de su Ejecutivo. O por qué se ha hablado tanto de sus ministros, que cuando los dio a conocer parecía más la alineación del próximo partido de la selección española de futbol. ¿Será que los nombres sí que importan?

miércoles, 14 de diciembre de 2011

La carretilla de Urdangarín

Mucho me temo que la carretilla del Museo de Cera ya está lista para otro trabajito. Ahora es cuando me pongo en la piel de ese operario que actúa a modo de verdugo, pero con maneras de transportista o de empleado de funeraria. Los palacetes, los informes farragosos que se colocaban por doquier gracias al membrete de S.A.R. consorte, los paraísos fiscales y una serie de hechos detallados con precisión en los medios de comunicación, pese a un secreto de sumario que brilla por su ausencia, han acabado con la paciencia del Rey. El comportamiento poco ejemplar ha dado la puntilla a un Urdangarín que ya ha perdido el juicio de la opiniíon pública, la otra sentencia, si es que la hay, será la de los tribunales. A estas alturas es difícil encontrar a nadie que no califique el comportamiento del marido de la Infanta Cristina como inmoral o poco ético. Si ha incurrido en delitos como los que presuntamente se le acusará será el juez el que decida, y en su caso le imponga la pena. Pero el cuento de princesas y palacetes de Urdangarín no pinta nada bien. Sólo con leer en un titular que Urdangarín y su socio emplearon (presuntamente, claro) una fundación de ayuda a niños discapacitados creada y controlada por ellos para evadir al paraíso fiscal de Belice es para empezar a pensar que la cera de su muñeco no va a tardar en derretirse. Si es así, y tiene el mismo destino que su exconcuñado, el inefable Marichalar, la carretilla del Museo de Cera que le traslade será el objetivo más codiciado de los paparazzi más avezados. Seguro que en las redacciones de la prensa de las revistas del cuore sus directores aguardan con inquietud la llegada de esa foto futurible. Marichalar no resistió mucho ni en el burladero del albero de cera, primer paso antes antes del destierro definitivo, y para Urdangarín se piensa ya en un destino similar. El primer paso para Urdangarin, el de cera, será sacarle de su espacio actual en este museo madrileño. Ahora está junto a los Reyes de España y sus hijas, pero tras su apartamiento real pasaría a la sala dedicada a los deportes, al menos eso se estudia . No sé si alguien recuerda ya sus éxitos deportivos, más en un país de memoria quebradiza, acostumbrado a pelotear al líder y pisotearle cuando cae en desgracia. Pero me imagino que en lugar de reservarle un espacio a la altura de  su victorioso pasado como jugador de balonmano, le colocarán como un mero espectador de las hazañas de Ángel Nieto, por ejemplo. Así que el señor Lobo, el que empuja la carretilla, ya sabe que tiene un trabajito por delante. Es sólo cuestión de tiempo y el Señor Lobo, como el empleado de una funeraria, no entiende de emociones, como mucho de respeto por el trabajo bien hecho.

domingo, 4 de diciembre de 2011

El euro cruje


La lavadora es algo más que un electrodoméstico. Es una máquina que posee poderes extraordinarios que van más allá de lavar la ropa sucia. Durante años lava y lava, obra el milagro de quitar manchas y mantener los colores de las prendas. Con el paso del tiempo se van sustituyendo los calzoncillos, las camisetas, los vaqueros y los calcetines, pero la lavadora sigue a lo suyo,  a dar vueltas y vueltas, mezclando el detergente y el suavizante con la ropa..

Lo extraordinario es que muchas veces los pares de calcetines que entraban en el cesto de la ropa sucia no salían de la lavadora tras el correspondiente centrífugado o sólo salía uno suelto. Daba igual.Hemos aguantado años mezclando calcetines con la misma tranquilidad que tirábamos de los euros para tapar vergüenzas y vivir a todo trapo. Unos se ponían un palacete en su vida colocando informes repletos de vaguedades o se lo llevaban muerto en forma de comisiones, otros pasaban de la alpargata al Porsche subvencionado con la venta de unos terrenitos y mientras, una gran mayoría  se reía del que pagaba por comprar un billete de metro. "Para qué pagar si te puedes colar, hay que ser tonto" es lo que se puede leer en el pensamiento de ese españolito que no hace colas y pisa el acelerador por el arcén de los listos en pleno atasco. Dichosa picaresca. La falta de conciencia social es tan española como la furia de la infantería que acojonó a media Europa. Pero es la carencia de conciencia social lo que nos hace estar tan lejos de la Europa. Y mientras, la lavadora a lo suyo. La malo es que la lavadora da señales inequívocas de que no puede más.


Esa lavadora es la Europa del euro, la misma que nos ha construido carreteras, vías de tren de alta velocidad, potabilizadoras... y tantas y tantas cosas como podamos imaginar con cargo a los fondos de desarrollo regional. Hoy la Europa del euro no resiste, cruje. Llega la hora de refundar Europa para que tenga un verdadero gobierno económico y una estricta disciplina presupuestaria sobre la deuda y el déficit, con fuertes sanciones a los países que no cumplan. Angela Merkel no se cansa de repetir que la solución no son los eurobonos y que es la unión fiscal lo que va a salvar la zona euro. Merkel y Sarkozy tienen la sartén por el mango. Otros, como Mariano Rajoy, no tienen más remedio que aceptar, sí o sí, lo que Alemania y Francia decidan, y aplicarlo en España.

Dentro de unos días, el 8 y el 9 de diciembre, el euro se juega su futuro en la cumbre más importante desde que el euro empezó a correr por la vieja Europa. Los países de la zona euro tendrá que elegir entre dar un paso adelante o caminar en un alambre sobre el vacío.  Ahora la lavadora sigue siendo la misma, la ropa sucia también es nuestra y si queremos seguir pagando en euros ya nadie  podrá perder calcetines por el camino.

viernes, 2 de diciembre de 2011

Regalos para la Constitución: un largo puente, ‘okupas’ y tranvías


La Constitución Española cumple 33 años, un tercio de siglo, y en Madrid se celebra por adelantado. Como si se tratara de un lifting, la celebración de la Carta Magna cada vez se estira más. Y es que cada año se celebra más pronto, en esta ocasión con cinco días de adelanto. Mientras la crisis aprieta y el futuro del euro está en el alero, el jugoso puente laboral que se avecina es capaz hasta de adelantar el brindis por un documento de consenso y unidad que ya ni se celebra el 6 de diciembre. Pero con puente o sin él, la sede del Gobierno regional en la Puerta del Sol volvió a acoger un acto tradicional que tuvo como protagonista en los pasillos y corrillos los cantos de sirena para reformar el texto de 1978, el encierro del alcalde de Parla, José María Fraile, para defender su tranvía o el tono casi mitinero de la todavía delegada del Gobierno, Dolores Carrión, para defender su actuación ante el movimiento okupa que igual que toma un hotel o un teatro también se instala sin miramientos en edificios públicos de Madrid.

La concordia y el consenso que se desprende de la Constitución se respiraba el pasado jueves en la Puerta del Sol y la presidenta regional, Esperanza Aguirre, así lo puso de manifiesto en una intervención en la que destacó que en estos momentos de dificultad habría que fijarse más que nunca en la Constitución para salir de la crisis. El mensaje de Aguirre no se quedó ahí y aprovechó la intervención  para destacar el “legado histórico y cultural” de una gran nación como España y que “sólo algunos españoles acomplejados ponen en cuestión". Y es que la Constitución siempre abre una tregua en la batalla política.





Aunque las formas se guardaron, el morbo del acto estaba en la presencia de Dolores Carrión, delegada del Gobierno en la Com unidad de Madrid y a la que el Gobierno regional coloca en el centro de sus críticas por no impedir la okupación de edificios. Entre copas de cava y buenas maneras, Carrión coló en su discurso, en su último acto oficial, una encendida defensa de su labor pese a que los populares madrileños claman contra ella porque en Madrid hay siete edificios ocupados y la Delegación del Gobierno mira hacia otra parte. Y según Carrión, donde mira es a la Constitución porque presumió de haber desempeñado su cargo “siempre con a ley en la mano”. El Gobierno regional, claro está no piensa lo mismo, y responsabilizan a Carrión que no haya actuado ante los okupas enviando a la policía.

Los consejeros de Aguirre claman contra la barra libre con los okupas, aunque si llama la atención alguna de las declaraciones oficiales es la de Percival Manglano. Después de brindar por la Constitución y tras la tregua que da el solemne acto de cada año, entró en la Asamblea de Madrid para el pleno de los jueves y lanzó una frase lapidaria: “Me parece que el germen del totalitarismo okupa está germinando porque la Delegación de Gobierno se ha rendido sin vergüenza, sin condiciones y sin dignidad”. 

Y si hay que hablar de okupas, salvando las distancias, el que también se apuntó a la moda de atrincherarse por las bravas fue el alcalde de Parla, José María Fraile, que montó su show particular en la sede regional en una representación teatral sin entradas a la venta. Tras una noche teatrera, animada por las redes sociales, consiguió que fuera uno de los asuntos más comentados en el acto de la Constitución, entre canapé y canapé.

Fraile pasó más de un día en la Real Casa de Correos, desde la nueve y media de la mañana del miércoles hasta las doce de la mañana del jueves, por una deuda que tiene el ayuntamiento en la gestión del tranvía que sólo las dos empresas implicadas podían solucionar. Y así fue, Alstom, que se encarga del mantenimento, y Tranvía de Parla negociaron, limaron sus diferencias, cerraron un calendario de pagos y el tranvía volvió a circular desde el jueves por la tarde. Fraile, eso sí, se quedó al acto de la Constitución y salió de la Real Casa de Correos como había venido, sin un solo euro de la Comunidad para tapar la deuda municipal de un proyecto faraónico impulsado por su antecesor, Tomás Gómez.