viernes, 29 de febrero de 2008

Rajoy. 'Mi girl, mi girl'

Ahora que está tan de moda el inglés, en especial en la Comunidad de Madrid, me viene a la cabeza ese inolvidable y algo cursi tema de The Temptations titulado My girl, que todos hemos tarareado alguna vez, aunque tratemos de negar la mayor. Incluso me atrevería a decir que más de uno ha hecho playback castizo con este tema. Es decir, mover los labios sin pajolera idea del idioma de Ringo Starr y de Su Graciosa Majestad. Pero no hay que avergonzarse de ellos, al fin y al cabo, varias generaciones de españoles han hecho lo mismo con tantos otros hits musicales que sonaban en esas joyas llamadas Jukebox de épocas pasadas, antes de que trataran de imponer el canon digital. Echabas una moneda de cinco duros, elegías tres vinilos con los éxitos de actualidad pasados por el tamiz del tipycal spanish de los bares y del top ten de la gasolineras de nuestro país y ya se empezaba a dibujar la banda sonora de tu vida. Imagino que la niña de Rajoy también tendrá su banda sonora , aunque como sigamos así entre sus temas favoritos estarán el merengue de ZP, o el ballenato de Rajoy. Quien sabe si es mejor mirar a Estados Unidos, donde tanto Obama como Clinton también tienen sus himnos para captar el voto latino. Será porque saben en qué caladero pescar el voto. Pero mientras en Estados Unidos los candidatos demócratas bailan al son latino, aquí la lideresa regional ofrece una clase magistral de inglés, con un british accent más de Eton College que cockney (propio del East End londinense), en pleno barrio de Vallecas. Eso significa que Aguirre es de las que no se limitaba a mover los labios y probablemente se sabía el tema de The Temptations. En este caso no cantó, y explicó la diferencia a los niños entre el abono-transporte y el bonobús. Ante esto queda preguntar una cosa: ¿No será que la niña de Rajoy tiene mucho de Aguirre?

martes, 26 de febrero de 2008

cara a cara sin apagón analógico

Los más de trece millones de telespectadores que siguieron por la pequeña pantalla, ahora de plasma y con LCD, el debate entre Zapatero y Rajoy marcaron un récord en la televisión en España. Sin embargo, en el esperado encuentro entre el ying y el yang, el caos y la España fantástica, y dos modelos tan opuestos como la barba de uno y las cejas de otro, nadie esperaba que en pleno siglo XXI un cara a cara, con audiencia millonaria garantizada, tuviera reminiscencias al blanco y negro de la TVE del Paseo de la Habana. Menos aún, en puertas del apagón analógico. El presentador, Manuel Campo Vidal, que por muy presidente de la Academia de la Televisión que sea nos transportó por momentos en la máquina del tiempo, en una puesta en escena en la que eché de menos los decorados de Valerio Lazarov, y si me apuran hasta la coreografía del Ballet Zoom entre sombras. El realizador fue Fernando Navarrete, un maestro de la televisión, pero después de haber hablado de tantas cámaras, temperatura del estudio o tiempos cronometrados por auxiliares de la Federación Española de Baloncesto el formato, títulos de crédito incluidos, estuvo más cerca de los años gloriosos del Un, dos, tres... responda otra vez, los del recordado Kiko Ledgar, que del “Está pasando, lo estamos contando”, propio de la CNN de Ted Turner. Y es que el paso del tiempo no perdona, ni siquiera a los grandes comunicadores como Campo Vidal, que con un formato encorsetado hasta más no poder sus esfuerzos didácticos le jugaron una mala pasada. Pese a que Rajoy se preocupó por los problemas “una niña que nazca en España" y de la subida de la cesta de la compra entre otras cuestiones, las referencias al pasado de Zapatero propiciaron que me sintiera en el salón de la familia Alcántara. Tal vez por eso, hasta el “Buenas noches y buena suerte” de ZP me sonó a ochentera despedida de un telediario sin privadas.

Sobre la bocina

La diferencia entre el éxito y el fracaso depende muchas veces del capricho de un balón que decide entrar por el aro en el último segundo, cuando suena la bocina. Anoche, tanto Rajoy como Zapatero demostraron que la igualdad que reflejan las encuestas va a obligar a ambos candidatos a un segundo round en el cara a cara del debate televisivo. Al menos ambos, alejados de los mítines tradicionales en los que cada uno de ellos dice lo que se espera, cruzaron miradas, suspiros, palabras y gráficos. Hicieron intenso un debate dominado más por la razón que por los impulsos, con más monólogos que improvisaciones, y que fue subiendo de tono a medida que ambos contendientes consumían los bloques acordados. Los ciudadanos lo agradecerán, en especial cuando se habla de economía doméstica. Más microeconomía, y menos macroeconomía, que díria Rajoy. El catastrofismo que dibujaba el líder gallego fue contrarrestado con grandes cifras económicas de Zapatero y una acusación concreta: el PP no evitó el redondeo por la llegada del euro. En este escenario ni Zapatero fue Bambi, ni Rajoy Maricomplejín, pero el encorsetamiento de un debate televisivo, en formato tan advenedizo en la democracia española como el de anoche, sólo fue brillante cuando rompieron las previsiones partidistas y los dos candidatos se olvidaban de los nervios iniciales. Así hasta llegar al bloque de política antiterrorista, que marcó los momentos más tensos de un cara a cara en el que no faltaron acusaciones de mentir y donde Rajoy se encontraba más cómodo, de la misma manera que ZP rehuía los golpes a la hora de hablar de inmigración. Dejaron los argumentos definitivos para el último segundo, cuando un postrero lanzamiento puede decidir el partido. Ayer, hablaron mucho de pasado, bonobús y Alianza Popular incluidos, pero las acusaciones mutuas del cara a cara de anoche crecerán de tono la semana que viene porque nada mejor que buscarse una buena posición para jugársela en el último segundo, aunque haya que interrumpir los discursos del contrario. El lunes que viene se verá, el encuentro será a cara de perro y sin margen de error.

domingo, 24 de febrero de 2008

La quincena fantástica

Que un inglés sea capaz de hacer el amor con diez mujeres era algo impensable para los franceses, y más en los años sesenta. Pero la excepción era Alfie, el entrañable y cruel gigoló que interpretó el gran actor británico Michael Caine, que llevó al filme a triunfar en el festival de Cannes de 1966. Claro, que los tiempos han cambiado mucho y ahora mismo ni el mismisimo Michael Caine o su alter ego en el reciente y fallido remake del filme, Jude Lowe, se comerían un torrao. Con ofertas electorales como preservativos gratis, o al menos más baratos, y menos garrafón está claro que todo tiende a la igualdad de oportunidades. Da igual que el reciente Informe Pisa dé un varapalo a la educación española o que las dificultades para que los jóvenes se emancipen retenga en los hogares familiares a treintañeros con el síndrome de Peter Pan que aún piden la paga. Lo importante es que el pack de la quincena fantástica, ‘Más condones y menos garrafón’, anunciado por el ministro de Sanidad y Consumo, Bernat Soria, permite dar garantías frente al alcohol que se sirve en algunos locales de ocio. Y claro, lo uno lleva a lo otro. Con tantas facilidades, el que no ligue es porque no quiere. Al menos, si no se liga y se acaba con el garrafón, la resaca será más llevadera. Ignoro las motivaciones que llevan a un ministro a preocuparse ahora por los condones y el garrafón, pero al menos se empieza a hablar en campaña electoral de cosas reales. Los políticos, tan acostumbrados a hacer mensajes vacíos de contenido, diciendo que el agua moja, tienen la oportunidad en la quincena mágica de la campaña de convencer con sus productos al pueblo llano. Para lo otro ya tienen casi cuatro años... Ahora sólo falta que los 21 grados centígrados del plató donde esta noche debaten Zapatero y Rajoy suba de temperatura. Seguro que si hablan de preservativos y garrafón ayudarán al mercurio.

viernes, 22 de febrero de 2008

“ZP señaló con el dedo a una generación por intereses espurios”. Entrevista con Joaquín Leguina

Leguina hace gala de una extraordinaria locuacidad en la hora del adiós político. Representa a una generación de socialistas de la que asegura que José Luis Rodríguez Zapatero “ha señalado con el dedo”. Conocida su oposición al Estatuto de Cataluña, tiene claro que hay que reformar la Ley Electoral para acabar con el problema de los nacionalistas.
–Tras esta legislatura dice adiós al Congreso de los Diputados y de alguna manera a su vida política.Aunque ya lo anunció hace tiempo, ¿como se siente ahora, que llega el momento?
-Ganas de marcharme porque estar aquí ya no tiene sentido. En unos días me iré al Instituto Nacional de Estadística. Pero eso no quiere decir que no vaya a volver, no sé si al Congreso... No está el mañana en el ayer escrito, que decía Machado.
-Ahora tendrá más tiempo para su pasión, la literatura. - Pues sí. Tengo una novela muy avanzada. O cae antes del verano o después, pero este año cae. -¿Es una novela de trama política?
- No. Es una novela con muchos rasgos autobiográficos, que quiere ser un poco la historia de una generación, que es la mía. Es una mezcla complicada, que por un lado es autobiográfica y por el otro es ficción. La parte sentimental que tiene que tener cualquier novela, si no se iría de las manos, es completamente de ficción y la parte intelectual, ideológica y vital es el resto.
- Parece que se va decepcionado. ¿Cree que José Luis Rodríguez Zapatero le ha señalado con el dedo, a usted a Manuel Marin..?
-¿A mí? No creo. Ha señalado con el dedo a toda una generación por intereses puramente espurios, pero explicables. Es la forma de dejar sin alternativas su propio liderazgo, que es una pretensión de casi todo el mundo y casi todo el mundo fracasa... y espero que él también.
-¿Por qué?
-Porque espero que el PSOE tenga alternativas y que no acabe el PSOE con Zapatero.
-¿El relevo generacional en el PSOE ha sido demasiado brusco?- Demasiado injusto. Algo hemos hecho mal, pero algunas cosas hemos hecho bien. No sé por qué somos basura.
-Usted y Rosa Díez representan dos maneras dignas de entender la política y de discrepar con el propio partido...
-Rosa Díez ha creado un partido, que a mí me parece una ocurrencia, más que una idea. A mí no se me ocurrirá crear un partido nuevo. -
-Pero sí ha acatado la disciplina de partido en contra de sus ideas, como sucedió a la hora de votar sobre el estatuto catalán.
- Por eso no juego a presentarme más, porque que te obliguen a votar cosas en las que estás radicalmente en contra no me gusta.
- El PSOE no despega en las encuestas y la cosas están igualadas. ¿Cuál cree que va a ser el resultado del 9-M?
- Se lo dije una vez a Zapatero en público y él no me desmintió. El gran capital político que tiene en este momento Zapatero es el PP, porque peor que lo hace el PP no se puede hacer. Como se trata de elegir entre dos, más que ganar las elecciones Zapatero, que creo que es lo que va ocurrir, las va a perder el PP.
-¿Se juegan PP y PSOE algo más en las elecciones? Me refiero al liderazgo.
-El perdedor va a tener que coger y hacer las maletas, que no está mal.
-¿A quién beneficia la entrada de los obispos en campaña?
-Le ha metido a Zapatero un millón de votos en el bolsillo. Son unos listos. Es simplemente increíble. ¿No se han dado cuenta en qué país están? ¿No leen las declaraciones de la renta? En un país que se dice católico y es católico, la gente prefiere que se lo gaste el Estado a que se lo gaste la Iglesia Católica. ¿Cuántos ponen la cruz? Visto lo visto, si son personas inteligentes, lo mejor es que cuando hablen de política es que miren para otro lado porque lo único que hacen es excitar a aquellos que se niegan a poner la cruz a ir a votar al contrario de lo que ellos digan.
- Por tanto, cree que sirve para movilizar más al electorado de izquierdas...- Esto moviliza más el voto de izquierdas, el voto al PSOE, que todos los mítines que se van a hacer durante la campaña electoral. Así de claro. Desde un punto de vista neutral y de espectador es de risa.
-¿En caso de victoria del PSOE sería bueno volver a tener de compañeros de viaje a los partidos nacionalistas?
- No. Evidentemente, no. El gran problema político que existe en España se llama así: los nacionalistas. Parecería lógico, si todo el mundo está de acuerdo con que es un problema político creciente, porque no hay más que oír las declaraciones cada vez más subidas de todo de los Ibarretxe, de los Carod o del propio Artur Mas, que es un magnífico vendedor de corbatas de El Corte Inglés, como todo el mundo sabe, ponerse las pilas y decir: ‘Queridos amigos, hasta aquí hemos llegado’. Este juguete que habéis tenido, como niños malos que sois os lo vamos a quitar. ¿Y cuál es el juguete? La Ley Electoral.
-¿Por qué no se afronta la reforma de la Ley Electoral?
- Porque no se quiere y se tiene miedo. Para los aparatos de los partidos cualquier reforma del sistema proporcional corregido actual a un sistema mayoritario, que dejaría fuera de juego a toda esta barandalla, no se quiere. En un sistema abierto, mayoritario, temen que les pase lo que a Tony Blair en Londres. Dijo a ‘este chico que hay ahí y que quiere ser alcalde, que me lo quiten’. Y ese chico que le quitaron de la candidatura del Partido Laborista se presentó por libre y les ganó. Es el actual alcalde de Londres. Al día siguiente tuvo que llamarle Blair por teléfono para decirle ‘me he equivocado, vuelve al partido’. Los aparatos de los partidos en España son una de las mayores perversiones que se han creado.
-Y la reforma es necesaria...Han secuestrado el sistema electoral, te ponen una escoba en la lista y la tienes que votar. Eso es lo que está pasando. El cambio para el crédito de los partidos y para acabar con la broma de los nacionalistas es bastante fácil de hacer. Si se pusieran de acuerdo en el objetivo básico de que hasta aquí ha llegado la broma lo otro vendría luego.
-En una legislatura tan crispada como esta no ha habido acercamiento en los grandes temas de Estado...-He estado en una comisión que suele tratar temas de Estado, soy el presidente de la Comisión de Defensa, y aquí las leyes que se han sacado han sido por unanimidad. Por tanto, no es imposible. Y para crispación la del 93...
-Calificó de ‘ocurrencia’ que Zapatero hablara de ‘España plural’. ¿Falta sentido de Estado?
-Eso de la España plural es una estupidez. Claro que España es plural, lo que hay que exigir es que el País Vasco y Cataluña sean plurales. Que no se persiga a la gente simplemente porque hable o escriba en español. ¿Cómo se puede permitir que estos tipos vayan a Francfurt a presentar la literatura catalana y prohíban a los escritores catalanes de toda la vida simplemente por escribir en español?
-Tal vez uno de los errores de los últimos años han sido las continuas reformas de las leyes de Educación, no?
-Yo recuerdo bien cómo hizo la reforma educativa el PP. La penúltima la hizo con nocturnidad y alevosía, sin unanimidades ni consensos, haciéndonos votar a las tres de la mañana. Un escándalo la señora Pilar del Castillo. Y luego viene el otro y el bandazo. Los alumnos y los chavales no pueden estar a bandazos. Tiene que haber una Ley de Educación que dure al menos veinte años.
-¿El voto se decidirá más por la situación económica actual o por la ideología?
-Los datos económicos forman parte de la realidad social de forma relevante, pero si miramos atrás con objetividad, estos años han sido bastante buenos. En tres meses no va a cambiar la gente tan radicalmente. Cuando hay una crisis de verdad sí que influye, pero así a corto plazo, no lo creo. Las ofertas electorales, más que sobre puntos económicos, son fiscales... y dan risa.
-¿Un presidente de un gobierno puede negociar con ETA sin el consenso de todos los partidos?
-No es un tema en el que Zapatero se encuentre incómodo porque su argumento es muy poderoso: ‘Todos lo han intentado y todos han fracasado; yo también’. No creo que le quite un solo voto, porque todos los que se meten con él y le maldicen por esto son gente que jamás le iba a votar. No entiendo bien por qué el PP se mete en ese jaleo.
–¿El Gallardonazo ha dañado el crédito de las instituciones madrileños?
- No me atrevería a decir tanto, pero no le ha hecho ningún favor ni al PP ni a la política.
-¿En qué ha cambiado la Comunidad de Madrid desde que abandonó su presidencia en 1995?
-He sido presidente en el Jurásico... Desde el punto de vista institucional han cambiado competencias y luego la sociedad ha cambiado, en general para bien. Díría que todo ha cambiado para bien menos en una cosa: el tipo de urbanismo que ha hecho la derecha.
-¿Por ejemplo?Me refiero al tipo de urbanismo como el de los Planes de Actuación Urbanística, un desastre. Como el de las Torres del Real Madrid, para mi gusto; como el la carretera de La Coruña, con miles de adosados, que me parecen estéticamente deplorable.



-¿Y en el Corredor?
- Se ha destrozado menos, quizá porque era un sitio muy degradado antes de la democracia. Era un territorio industrializado a todo correr, que cuando llega la democracia entra en crisis desde el punto de vista industrial. Pero como ejemplo de mal urbanismo pondría otro.
-¿Los madrileños se sienten más identificados con su Comunidad o desconocen , por ejemplo el trabajo de la Asamblea de Madrid?
- A veces es bueno... Los madrileños saben qué es la Comunidad de Madrid. Si salen a la calle, desde la enseñanza de los niños, la universidad, la Sanidad, el agua,... toda la vida cotidiana depende de la Comunidad. Los malos ratos que pasamos en los inicios pasaron a la historia.
-¿Sería bueno retomar el debate de las circunscripciones que quedó paralizado en la anterior legislatura y que necesita consenso de los partidos?
-No estoy de acuerdo. Las cosas hay que cambiarlas cuando algo no funcionan bien. ¿Qué es lo que no funciona? Que me lo expliquen.
-Algunos dicen que se sentirían mejor representados por zonas...
-Pero si aquí no somos nacionalistas, somo racionalistas. Si yo vivo en la Puebla de la Sierra, por qué no me voy a sentir representado por un diputado porque haya nacido en Navalcarnero. A esas zonas les va de cine con la Comunidad de Madrid. Siendo un sistema proporcional no ha surgido el gran problema que es la dispersión de voto.
-¿Tras el batacazo del PSM en Madrid el 27-M y con el desembarco de Tomás Gómez llega la hora de apostar en firme?
-Lo veo difícil y con un virus interno brutal en la antigua FSM. Tomás Gómez salió casi con el 90% de los votos, arrasando en las urnas internas. Han pasado seis meses y ya le están montando el lío, ya le están preparando la cama. No hay derecho.
-¿Quién lo está haciendo?
-Los anteriores, Simancas y compañía. Tienen un argumento básico: no se van a ir. Y no se van a ir porque no tienen adonde irse. Me temo que le van a hacer la cama y es una locura.
- ¿Confía en Tomás Gómez? ¿Y en el nuevo socialismo?-Bueno, mejor el antiguo socialismo, que ganaba elecciones... Tomás Gómez es un hombre valioso, tiene un buen equipo.
-Además le dijo a Gómez que sería bueno que fuera diputado...
-Sí, se lo dije. Y le dije más: ‘Tienes que ir de diputado y si gana Zapatero que te haga ministro de Fomento, que mejor que lo están haciendo ahora seguro que lo haces’. No quiso, entre otras razones, porque no quiere dejar su Alcaldía de Parla. Me parece razonable porque ha tenido éxitos muy notables y la gente le quiere mucho. Y en política es muy importante.

lunes, 11 de febrero de 2008

El Gurugú no está en la Luna

Bartolomé González fue el sábado un hombre feliz y razones no le faltaban para ello. Toda la cúspide del PP se dio cita en Alcalá y se codeó entre los grandes, incluido el fichaje estrella, el ex presidente de Endesa, Manuel Pizarro. Y es que Pizarro, tan acostumbrado a los consejos de administración, tan anónimos y muchas veces elitistas, parece que le va cogiendo gusto a codearse entre la gente y devolver sonrisas y saludos cuando sus simpatizantes y militantes le aclaman.
En ese clima de euforia, y con la presencia de toda la plana mayor del partido, el grito electoral de ‘Bartolo, Bartolo’, que se hizo tan popular en las pasadas elecciones municipales calentó el pabellón de El Val a modo de talismán, más que necesario para un partido que se mueve en las distancias cortas, según las últimas encuestas, con su gran opositor en las urnas, el PSOE, que no es otro que el de “los eslóganes y los logotipos”, que diría la lideresa del PP en Madrid, Esperanza Aguirre . En un ambiente entregado, con abundancia de rubias y pantalones de pinzas, y una audiencia deseosa de escuchar lo que habían ido a oír, el mensaje de los líderes populares contra una política de gobierno que “niega los problemas y se mete en líos”, Bartolomé González era el mejor ejemplo de la satisfacción personal y del reconocimiento de su partido. En definitiva, un hombre casi más feliz que James Stewart en Qué bello es vivir escuchando las campanas del árbol de Navidad. Porque el acto del PP celebrado en Alcalá, precisamente “en Alcalá para toda España”, cargado de alusiones a valores y principios, fue uno de los más importantes de los organizados por el principal partido de la oposición en la precampaña. Y para la ocasión, el respetable puso las apostillas desde las gradas de El Val. Por faltar, no faltaron ni cánticos tan típicos como el futbolero “¡A por ellos!”, alusiones personales a Zapatero (“¡Es un masón, su padre lo era!”), el de “titiriteros”, cuando Rajoy aseguró que quitará el canon digital, o un “que Dios te oiga” sobre el cambio de gobierno. Y es que la fe, redondeada con los últimos datos de la economía llegó a El Val.
Mientras, Alberto Ruiz-Gallardón, que tampoco asistió a esta cita, tal vez para expiar sus culpas o para no distraer la atención mediática, el líder popular aprovechó para presentar “su libro”, en alusión al recientemente fallecido Francisco Umbral, y lo hizo con los pies en la tierra, más bien cerca del Gurugú y del Henares , tal vez porque como buen gallego sabe que no quiere ser “el gallego en la luna” que dice una canción popular. Y es que la luna cobró un gran protagonismo en el discurso de Rajoy, que criticó ferozmente la política de José Luis Rodríguez Zapatero, y propuso la recuperación de los grandes acuerdos nacionales o la economía “como prioridad básica”.
Sólo faltó a este acto, para que ya fuera más redondo, la presencia de Merkel y Sarkozy, con Bruni, (mejor con ella que sin ella, por eso del glamour), aunque sus políticas estuvieran presentes en El Val, al menos en las palabras de Rajoy. Ahora que parece que el resultado de las elecciones es cuestión de fe y la retranca gallega del líder de la oposición también lo pone de manifiesto, nada como estar bien acompañado, y Rajoy lo está. El 9-M Dios dirá.