lunes, 8 de septiembre de 2008
'Deja vu' socialista
Los socialistas madrileños empezaron su XI Congreso Regional con su Deja vu particular, es decir con esa sensación de haber estado ya aquí alguna vez y con el incomprensible apagón informativo para los periodistas durante la intervención de Tomás Gómez a la hora de dar cuenta del informe de gestión de los órganos regionales. La imagen y el sonido de las pantallas de la sala de prensa se apagaron de manera sorprendente por orden de la mesa del congreso, presidida por el alcalde de Getafe, Pedro Castro, pese a que Gómez atribuyó a un error que su intervención fuera a puerta cerrada y pidió disculpas a los informadores. Tal vez por ello, algunos de los plumillas experimentaron ese deja vu en un congreso que tiene que significar el punto de partida del Nuevo Socialismo, ese término acuñado por el propio líder de los socialistas madrileños. Además, el retraso de casi una hora para el comienzo del cónclave socialista, en el que participan 869 delegados, estuvo aderezado con el recuerdo musical de Leire Pajín, secretaria de Organización del PSOE de Hoy puede ser un gran día, una de las canciones más conocidas de Serrat y que también ha servido de banda sonora a los socialistas en el pasado de la democracia española. Y es que desde ayer Tomás Gómez, bajo el manto protector de Ferraz y a ritmo de jazz está dispuesto a liderar la alternativa de los socialistas madrileños, con un equipo cincelado por el alcalde de Parla con la pretensión de que Madrid cambie de color en 2011, tal y como reza el eslogan del congreso: Otro color, otro Madrid. La última debacle electoral del PSM- PSOE tanto en la capital como en la Comunidad ha propiciado que los socialistas pongan en marcha todo su engranaje para hacer frente a “la agresión del Gobierno del Gobierno de Esperanza Aguirre”, palabras que utilizó Leire Pajín para definir el gobierno popular en la Comunidad de Madrid. La defensa de la educación pública, de la sanidad pública y la oposición a la privatización de Telemadrid centraron en buena parte los ejes sobre los que girará desde el lunes la tarea de Tomás Gomez y así quedó de manifiesto en el congreso. El camino de de Gómez para ser candidato en las próxima elecciones autonómicas quedó ayer expedito, con las familias socialistas de buen rollo, pese a que en más de alguna ocasión “los de siempre”, que diría Joaquín Leguina, han enseñado sus uñas criticando el “viraje a la derecha” de Tomás Gómez. El alcalde de Parla, que hasta ahora ha tenido como gran hándicap para trasladar su mensaje a los madrileños no ser diputado regional en la Asamblea de Madrid, reiteró en su informe de gestión, ante un auditorio sin oposición, la defensa de la educación pública y su intención de no enfrentarla a otro sistema. Sin embargo, los socialistas pusieron las cartas sobre la mesa en su intención de llegar hasta donde sea en su defensa de lo público y hasta Pedro Castro solicitó “un minuto de silencio por la educación infantil” en Madrid. El congreso comenzó con la intención de buscar soluciones para los madrileños y en una inevitable comparación con el PP, Leire Pajín aseguró que “no vamos a perder ni un minuto en hablar de nosotros”, en alusión al congreso de los populares en Valencia “porque para la derecha entiende el poder como un fin en sí mismo”. El domingo no habrá sorpresas y Tomás Gómez saldrá fortalecido para batirse el cobre con Esperanza Aguirre. La carrera electoral hacia 2011 de dos modelos políticos está servido. Ahora sólo queda por saber si alguno de los dos candidatos del PP o PSOE tiene la sensación de haberlo vivido ya. Lo que está en juego es ir de Madrid al cielo.
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