Las tardes de julio llevan muchos años unidas a las bicicletas y al Tour de Francia, pero ya hay alguno que ve en la más prestigiosa carrera ciclista por etapas un puro reality show. Es una pena y una tragedia, pero los tristes acontecimientos relacionados con el dopaje que han rodeado a un deporte que encarna los ideales más bellos y épicos han dejado en la UVI una especialidad que de seguir así va a contar dentro de poco con un presentador como Jesús Vázquez invitando a los telespectadores a poner un politono con la sintonía del Tour vía SMS. La dictadura de la audiencia y la polémica han llevado al Tour a ser uno de los programas más vistos, pero no precisamente por el talento y el sufrimiento de Indurain y Armstrong, los inolvidables demarrajes de Pedro Delgado, el eterno segundón Poulidor o los triunfos de Merckx, Anquetil, Lemond, etc. Todos han escrito con mayúsculas, junto a compañeros de generación, páginas épicas en la historia del Tour que en los últimos años han narrado en TVE las voces del inolvidable Pedro González, Carlos de Andrés o el propio Perico Delgado, que demuestra tanta destreza ante un micrófono como cuando pedaleaba en las carreteras. El Alpe d'Huez, el Galibier, o Luz Ardiden, cumbres míticas, pueden convertirse a este paso en carne de SMS cuando el Jesús Vázquez de turno pregunte en un reality: “¿Quieren que el pelotón recorra hoy 450 kilómetros, suba cinco puerto de primera y cinco especiales, con un desnivel máximo del 15% y que la carrera se decida al sprint? Mande un mensaje al número tal y cual”. Los que defiendan el ciclismo como espectáculo televisivo estarán de enhorabuena, pero los amantes del deporte puro no lo superarán, sería la sentencia de muerte. ¿Se imaginan a colaboradores de lujo como Kiko Matamoros sacando los trapos sucios de cualquier ciclista por sus supuestas correrías en las discotecas de moda? ¿A Lidia Lozano diciendo que “tiene datos comprometedores” del ganador al sprint en Bourg en Bresse? ¿A Karmele asegurando que el color del culote del Caisse D'Epargne no pega con el maillot? Ojalá el ciclismo no llegue nunca a ser carne de reality y que, como suelen decir los corredores, la carretera ponga a cada uno en su sitio. No todos los ciclistas del pelotón se dopan, ni mucho menos. Pero tal y como están las cosas, sólo la luz que ofrece un ciclista como Alberto Contador, flamante y merecido vencedor de la edición más triste de los últimos años, junto a otros corredores ejemplares y ante todo deportistas, pueden devolver al ciclismo lo que fue. Tal vez así se anime en las tardes de julio a los niños y adolescentes a coger la bicicleta una vez terminada la etapa de cada día del Tour para emular a sus ídolos. Aunque ya, de jugar a las chapas, con el KAS de Fuente o el BIC de Ocaña, ni hablamos.
Fecha: 30 de julio de 2007. Diario de Alcalá
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