"Esa gente que viene de fuera a robar el cable de cobre está coordinada con personas de la zona». Así de tajante y convencido se muestra Ángel Bellón, presidente de Asaja Membrilla, para explicar el notable aumento de robos de este material en los pívots de riegos agrícola en la zona de La Mancha y Campo de Calatrava. «Todo empezó hacia septiembre del año pasado, cuando a un agricultor de Argamasilla le cortaron los cables del pívot agrícola tres veces consecutivas», explica un agricultor de Membrilla. Desde entonces los propietarios de las fincas y los agricultores están sufriendo un considerable aumento de este tipo de hurtos, que causan un gran perjuicio a sus instalaciones e incluso a los cultivos. «El problema no es sólo el destrozo que te causan, sino que también cuando tenemos que arreglar los pívots, el cultivo - en este caso de cebollas-, se echa a perder porque tienen que utilizar tractores a lo largo de cada uno de los tramos de los pívots», se lamenta el propietario de una de estas maquinarias, situada en la zona conocida de La Venta, junto a la A-IV, a pocos kilómetros de Manzanares, y que fue visitada por los ladrones a primeros de este mes. «Esta gente sabe lo que hace, y además ocasiona un gran desperfecto», explica Jorge Ramos, de la empresa Técnicos Ambientales Manchegos, especializada en la instalación de pívot. Lo cierto es que los ladrones, con la complicidad de la soledad de la noche, e incluso a plena luz del día, no parecen tener muchas dificultades para robar el cobre de los pívots, que discurre a casi cuatro metros de altura y en tramos de unos 60 metros. El precio de una máquina agrícola de unos 350 metros de longitud ronda los 35.000 euros y la reparación de cada tramo por robo de cable puede ascender a unos 600 euros, a lo que hay que sumar el montaje. La situación ha llegado hasta tal punto, que en algunos momentos «desde la fábrica nos dicen que no hay material en stock», afirma Jorge Ramos, para quien el problema está en la gran demanda del mercado chino. Por lo tanto, el malestar entre los agricultores y propietarios de las fincas es generalizado, ya que en los últimos meses han denunciado numerosos robos. Por esta razón están pendientes de una reunión que se celebrará el martes con el subdelegado del Gobierno, Miguel Lacruz, para analizar la situación y en la que entre otras cosas le van a plantear la puesta en funcionamiento de las denominadas guarderías de campo. «Se habla de presupuestos millonarios de contribuciones rústicas y demandamos a las administraciones que el sector agrícola tenga un servicio de guardería, que ya existía antes», afirma Ángel Bellón. En este sentido, desde Asaja se considera muy importante que haya un compromiso para atajar el problema, que haya un servicio de vigilancia en las zonas más afectadas para paliar estos delitos y más rigurosidad en la aplicación de la ley. Además, Florencio Rodríguez, secretario provincial de Asaja, considera que hay que ir más allá, «ya que es más fácil buscar una solución en el destino final, que en el origen, y eso quiere decir que no se pueda vender material tal y como se hace ahora». En la provincia de Ciudad Real existen alrededor de 700 pívots agrícolas, la mayoría de ellos en zonas de La Mancha y Campo de Calatrava.
Fecha: 14 de mayo de 2007. La Tribuna de Ciudad Real
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