Entrevista a José Peñín. Crítico de vino
José Peñín ha hecho del vino su pasión y del mismo modo que cata un buen caldo explica en esta entrevista la situación de un producto de consumo que en la región y en la provincia de Ciudad Real tiene gran importancia. ¿Con qué nos va a sorprender la Guía Peñín 2006? Con más vinos mejores y con menos vinos sublimes. Con la calidad con la que se elaboran hoy en día los vinos en España, y por supuesto en Castilla-La Mancha, no es cada vez más difícil hacer una evaluación de tantos caldos y sabores? Es ciertamente difícil si queremos construir un ranking pero al final quien gana es el consumidor.
¿Qué ha llevado a ser esta guía como uno de los libros de culto? Algo tan fácil y evidente como comprobar que se conjugan dos libros en uno: un manual de vinos para legos y aficionados con la mayor información sobre como conocer los vinos españoles de un modo condensado y el mayor número de marcas españolas puntuadas incluso los vinos no recomendables. Precisamente varios caldos manchegos ocupan lugares destacados en las calificaciones de la guía y con precios por debajo de los seis euros.
¿Se nota el trabajo que se está haciendo en los viñedos y bodegas de la región? Es evidente. Y solo es la punta del iceberg, ya que la región puede dar los vinos más regulares y de mejor relación precio-calidad de la nueva concepción del vino actual que no es otra que la de tipología mediterránea que por el momento capitanea el Nuevo Mundo. Los vinos manchegos han superado los tópicos y son más apreciados.
¿A qué se debe? En primer lugar, el concepto de origen territorial no es ni garantía ni tampoco dejarse influir por el menosprecio que se atisba en los tópicos. Simplemente son las personas, gente que apuesta por vinos de calidad y una región abierta y libre en lo que concierne a la utilización de uvas foráneas que naturalmente no afecta a la tipicidad ya que este atributo solo lo da la tierra. Fenavin le causó una grata impresión. ¿Hasta qué punto cree importante una feria de estas características y que se realiza en un lugar rodeado de viñedos, el más extenso de Europa? Los países productores deben organizar ferias de vinos propios y los países receptores lógicamente organizar ferias internacionales. En España faltaba la convicción para organizar una feria del vino español y Fenavin ha sido la primera. Yo prefiero ir a Francia a ver una feria del vino francés como ir Italia a ver vinos italianos. En lo referente al hecho de organizarse en La Mancha es bueno si se capitaliza para que los visitantes extranjeros puedan conocer los vinos de esta región.
Dentro de unas semanas se celebra una nueva edición del Salón Internacional del Vino, rebautizado como Iberwine. Sin olvidar Alimentaria, ¿hay suficiente espacio en España para estas ferias? Me parece una excelente idea el organizar una feria especializada en vinos ibéricos continuando con la pregunta anterior de la especialización, en este caso de la Península. Si lo hacen bien será un serio competidor de Fenavin ya que tendrá más fuerza un certamen que aglutine dos países que transitan en el mismo territorio y en el mismo concepto de vino del sur que solo exhibir los de uno. Alimentaria puede sobrevivir sin Intervin y por lo tanto no estará en liza. En cambio entre Fenavin e Iberwine será una lucha a muerte. Por cierto, no me parece adecuado la terminología wine cuando el certamen se hace en el propio país productor y no en el ámbito anglosajón.
¿No hay un exceso legislativo en el sector del vino ? Estamos acostumbrados al reglamentismo. Pero lo cierto es que la de Castilla-La Mancha es la más progresista y dentro de nuestro Estado de las Autonomías se debe recurrir y acomodarse a la legislación más cercana que siempre será mas operativa.
Y esa maraña legislativa, ¿cómo afecta para competir con los mercados emergentes? Fatal. En un mercado competitivo donde la calidad se ha sobrepuesto al precio y el marquismo a la DO, el reglamentismo no tiene razón de ser. ¿No se echa de menos la unidad del sector vitivinícola para fomentar el consumo de vino? Ese es el gran reto. La única promoción genérica que creo es la de fomentar el consumo del vino y no la de una DO concreta. Los consumidores cada vez son más exigentes.
¿Cree que la cultura del vino está cada vez más cerca y dejará de ser un espacio reservado? Sin duda. Creo que el vino es uno de los productos de consumo que más ha mejorado en todos los órdenes. El problema es que las empresas vitivinícolas no han sabido obtener el margen de beneficio que les permita promocionar el vino de calidad y por otro lado la falta de fe en proyectar los vinos baratos. El resultado: por un lado el desconocimiento de las marcas de elite y por otro, el de las marcas de consumo cotidiano y en consecuencia aparece la compra por precio y por impulso o dejarse asesorar por los expertos.
Una película, Entre copas, ha hecho famosos los vinos californianos, ¿sería posible la realización de un filme de estas características en nuestro país? Tampoco es para tanto, ya que los vinos californianos son ya conocidos en su aspecto global. Otra cosa es el boom de la pinot noir a través del citado filme. Todavía el vino es un factor cotidiano, al menos en el subsconsciente, y por lo tanto es difícil que cuajara este mensaje en nuestro país. Es más fácil que lo hagan los americanos ya que todavía no deja de ser un exotismo. Su mala conciencia de una sociedad capitalista con escasas iniciativas sociales les obliga a europeizarse a través del vino.
Cree que las campañas de promoción están siendo dirigidas en el sentido adecuado? En absoluto. No tengo fe en las campañas genéricas y sí en cambio en la promoción de las locomotoras o marcas mediáticas que tiren del carro de las demás. En sesiones de promoción de la Guía Peñín en inglés y en alemán en algunos países he añadido como señuelo la cata de los mejores vinos de la guía y he abarrotado la sala de importadores y periodistas.
¿Y son compatibles campañas promocionales como la del ICEX con otras como la emprendida con la Fundación Castilla-La Mancha Tierra de Viñedos? Naturalmente. Ahora bien, estos nombres deben ser paraguas de una muestra de marcas identificadas por tipos y estilos. Catas y degustaciones con dinamismo y con conocimientos de idiomas por parte de los promotores.
¿La globalización en el mundo del vino está perjudicando al sabor y al carácter de los caldos de cada zona vinícola? La globalización podrá extender aún más el vino de gran consumo, hoy afortunadamente de calidad mucho mejor que hace tan sólo cinco años y fundamentalmente será dirigido por los grandes grupos o corporaciones vinícolas. En cambio, creo que el vino de autor, el vino de terroir o el vino de un pequeño territorio irán a más, dirigido a una minoría mas culta. Sin embargo algunos perecerán en el camino.
Una curiosidad, ¿sería posible elaborar vinos a la carta en Ciudad Real para consumidores neozelandeses o suecos, por ejemplo? Entiendo como vino a la carta un tipo que se desentienda de la tipicidad de la zona? Si es así, naturalmente. Desde la perspectiva de Vinos de la Tierra de Castilla se pueden hacer muchas cosas.
Fecha: . La Tribuna de Ciudad Real
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