La información agroalimentaria ha experimentado un evidente cambio en los últimos años, y buena prueba de ello es el título del curso ‘De la prensa agraria a la prensa agroalimentaria, que desde el pasado lunes se celebra , aquí, en el Escorial, y que termina hoy. Desde un periódico como La Tribuna de Ciudad Real hemos sido testigos casi privilegiados de este cambio en la manera de informar y en dar respuesta a lo que demandan los lectores, que a fin de cuentas son los consumidores.
En el caso de Ciudad Real, la segunda provincia más grande en extensión de España, la agricultura y la ganadería tienen un enorme peso específico, y por tanto la información tiene que estar a la misma altura. El último ejemplo se está viviendo estos días, tras darse a conocer la propuesta europea de reforma de la OCM del vino y en la que uno de los principales puntos es el arranque de viñedo. Si ya desde hacía unos meses se hacían muchas especulaciones sobre esta reforma, ahora que ya está encima de la mesa, las páginas de nuestro periódico van a ocupar mucho espacio a esta reforma, sin duda.
Como es lógico, y aunque en lo periódicos de provincia los periodistas tienen que ser un poco todoterreno, en el caso de la información agroalimentaria hay que hacer un esfuerzo extra. Y es que si ya para los propios agricultores y ganaderos es difícil conocer, entender y cumplir con la farragosa normativa y burocracia europea, no menos difícil es para los profesionales de la información transmitir a la opinión pública la actualidad de un sector en el que abundan las siglas y términos tan complejos como modulación, desacoplamiento, pago único, ecocondicionalidad, etc.
Por tanto el objetivo que nos marcamos, y para que el muchas veces hay que hacer un notable esfuerzo, es tratar de transmitir de la manera menos árida posible una serie de conceptos que son esenciales. Probablemente, la gran ventaja que hay en Ciudad Real es la estrecha vinculación que hay entre el mundo agrario y el lector, mucho mayor, sin duda, que en una gran ciudad, aunque está claro que la información agroalimentaria, cada vez interesa más en todos los ámbitos. Un ejemplo de ello es que nuestro periódico publica los viernes, desde hace varios años, un suplemento agrario, El Campo, y que supone un incremento en la tirada de unos 2.000 ejemplares. Si a lo largo de la semana este tipo de información ocupa grandes espacios en el diario, los viernes, los profesionales tienen un punto de referencia al que acudir. Además, el suplemento incluye las cotizaciones de las lonjas más importantes por lo que se convierte en un instrumento de gran utilidad, algo de lo que tenemos constancia. Por cierto, cualquier pequeño error en las cotizaciones no se escapa a los ojos de muchos lectores, es algo así como poner mal el número de la Primitiva o la Quiniela, errores que pueden desprestigiar al mejor periódico.
Pero si los profesionales del campo tienen su espacio, también lo tienen los lectores, que en definitiva son los consumidores, y antes aludía a la gran vinculación existente entre los lectores y el medio rural. Temas como la mencionada OCM del Vino, el olivar, los cereales, o el gran problema del agua, con la aprobación del Plan Especial del Alto Guadiana todavía pendiente son habituales en el periódico y objeto de muchas informaciones.
Tal vez, ante tal cantidad de asuntos es muy importante reseñar el trabajo, como fuente de información de asociaciones agrarias y cooperativas, además de diversas Denominaciones de Origen y otros profesionales sin cuya ayuda sería más complicado llegar al lector.
Con este escenario que he tratado de resumir con brevedad, se pone de manifiesto que hay una gran vinculación entre el mundo del campo y los medios de comunicación, que se palpa más que en las grandes urbes. Eso obliga a los periodistas a subir el grado de exigencia, y si ya de por sí es difícil entender una terminología complicada, tampoco podemos caer en lo evidente. Me refiero a que a un viticultor o a un olivarero no le vas a enseñar en un reportaje a vendimiar o a varear, por eso tanto las informaciones como los reportajes tiene que dar un paso más allá, no conformarse con algo que forma parte de la tradición. Nuestra obligación es, además de llevar la actualidad, afrontar y analizar los nuevos problemas que hay en el campo, como por ejemplo la necesidad de manos de obra inmigrante para determinadas campañas, el futuro el sector remolachero, etc…
También quisiera destacar que los medios de comunicación son un fiel reflejo del cambio y del desarrollo que se está experimentando en muchas zonas rurales, en la manera de producir, en la manera de presentar los productos o en la manera de abrirse paso en la asignatura clave de la comercialización y de abrirse paso en nuevos mercados. Sin ir más lejos y volviendo al vino, en una zona de viñedos, el más extenso de Europa, la cultura del Vino se está abriendo camino poco a poco, y eso se nota en los medios de comunicación, donde los lectores cada vez demandan información más especializada porque cada vez hay más necesidad de conocer nuevos productos gastronómicos y de calidad. Las bodegas y cooperativas de CLM están haciendo un gran trabajo y además cuentan con la Feria Nacional del Vino (Fenavin) que tras tres exitosas ediciones ete año va a tener el complemento de España Original una feria que se abre a otros productos de calidad, inscritos en las DO y las IGP. Son elementos, que desde mi punto de vosta contribuyen a dar el salto de la cultura de la viña a la cultura del vino.
Otro aspecto importante que quisiera resaltar es el papel de los medios de comunicación en las llamadas crisis agroalimentarias, antes decía que los lectores son consumidores. Hechos tan recientes como la gripe aviar, las vacas locas o los pollos envasados tienen amplios tratamientos en los medios de comunicación y por eso demandan periodistas más especializados. Hace unos años, cuando se detectaron los primeros casos de vacas locas en España, se dedicaban páginas enteras, hoy, que se siguen detectando casos y que las medidas de control son muy exhaustivas, como mucho ocupan un breve. Algo parecido ocurrió meses atrás con la gripe aviar, ya veremos a partir de septiembre qué ocurre…
La fragilidad de los mercados, la pérdida de confianza de los consumidores y la propia crisis no puede ser abordada sin profesionalidad y lo periodistas tenemos que hacer un trabajo riguroso. Además este tipo de situaciones, tal y como se ha podido comprobar superan el medio rural y se instala en los barrios de las grandes ciudades, en las conversaciones de las colas de los mercados, en los taxis,…
Sin duda, los avances del conocimiento científico en el sector agroalimentario, vienen a complementar la mecanización de la agricultura y los periodistas somos los encargados de transmitir esta realidad. Muchas veces es difícil, pero al fin y al cabo la primera actividad del hombre que se conoce es la caza y la agricultura, y os aseguro que es apasionante introducirse y conocer el medio rural.
Fecha: julio de 2006. Cursos de Verano del Escorial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario