jueves, 22 de mayo de 2008

Memoria histórica. Ayudas en juego

A finales del pasado año, en concreto el 27 de diciembre, entró en vigor la Ley 52/2007, popularmente conocida como la Ley de la Memoria Histórica con su publicación en el Boletín Oficial del Estado. La esencia de este texto es el reconocimiento y la ampliación de derechos de las víctimas de la Guerra Civil y la Dictadura y la recuperación individual de su memoria personal y familiar, pero va más allá. La ley, que cumple las expectativas de muchos pero que ha defraudado a sectores de la izquierda que pedían algo más, fue aprobada con la oposición del PP y ERC, que, según una modificación acordada a última hora, permitirá a la Iglesia invocar razones “artístico-religiosas" para no tener que retirar de sus edificios símbolos conmemorativos de la Guerra Civil o la Dictadura. Por tanto, la ley dará manga ancha a muchas iglesias a invocar razones “artístico-religiosas", y no solo “artísticas", como decía su redacción inicial, para no retirar de sus templos símbolos conmemorativos de la Guerra Civil o de la dictadura. La enmienda establece que la retirada de estos símbolos “no será de aplicación cuando las menciones sean de estricto recuerdo privado, sin exaltación de los enfrentados, o cuando concurran razones artísticas, arquitectónicas o artístico-religiosas protegidas por la ley".A la espera del desarrollo reglamentario de esta ley, aunque ya hay ayuntamientos donde se ha empezado a aplicar, hay otros que prefieren esperar. El artículo 15 de la ley establece que “las administraciones públicas, en el ejercicio de sus competencias tomarán las medidas oportunas para la retirada de escudos, insignias, placas y otros objetos con menciones conmemorativas de exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la represión de la Dictadura. Entre esas medidas podrá incluirse la retirada de subvenciones o ayudas públicas”. Sin embargo, el debate sobre si hay que quitar las placas está abierto. Hay quienes consideran que no es necesario retirar de las iglesias las placas a los caídos porque el paso del tiempo ha transformado su original carácter político en símbolo histórico. No obstante, desde formaciones políticas como IU se considera que la ley no exonera a la Iglesia de retirar de sus inmuebles los símbolos franquistas. La coalición de izquierdas lo justifica asegurando que la enmienda introducida a última hora, en realidad, es “prácticamente inocua" porque la Ley de Patrimonio “no contempla el patrimonio histórico religioso, sino el patrimonio sin más".