miércoles, 21 de abril de 2010

Diario de un Demente: Imprescindibles


"Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles".

Bertold Brecht


El Estudiantes acabó, tras presentar batalla hasta el final, encharcado en Málaga. Ahora que la temporada regular casi se acaba llega la hora de recordar a dos tipos de altura que representan el pasado y el presente.

La ocasión para hablar de esos jugadores que cualquier entrenador querría tener en su plantilla era propicia, pero Carlos Jiménez se descolgó a última hora del partido entre el Asefa Estudiantes y el Unicaja, un encuentro que comenzó con goteras y acabó encharcado. Pese a su ausencia sobre la cancha del Martín Carpena y la derrota por tres puntos, es una buena ocasión para hablar de los imprescindibles. Tal vez, porque la próxima temporada haya que buscar otro en el Estudiantes… No soy amigo de citas pero si se habla de imprescindibles hay que recurrir a la manida frase de Brecht para referirse a dos Carlos, uno se apellida Jiménez y el otro Suárez. Son el pasado y el presente del Estudiantes. Ambos comparten los mismos valores y la filosofía que han mamado en la Nevera y el Magariños, lo que les hace distintos. Son imprescindibles en un equipo, así de fácil. Hay unos que están llamados a ser estrellas y otros, como los Carlos, a hacer jugar a los demás.


Mientras que los bases vienen a ser eso que los entrenadores llaman la prolongación de los técnicos en la cancha, Carlos Suárez y Carlos Jiménez añaden ese plus de confianza, sacrificio y entrega que hace ganar partidos. No son jugadores de flashes y poses, se colocan bajo los focos para hacer su trabajo y dan la espalda a la vanidad. Imprescindibles. Jiménez lo demostró durante muchos años en el club del Ramiro, en los equipos de cantera y en el Liga.


El decálogo de la Demencia no ve con buenos ojos que un emblema colegial vista la camiseta vikinga y en el caso de Jiménez se impuso esta norma después de una temporada bastante aciaga para el equipo pero con letras de oro para el baloncesto español en el Mundial de Japón. Al final, recaló en Málaga donde es un grande. Que se lo pregunten a Aíto... Tal vez, y para desgracia de los dementes, pronto haya un caso Suárez. Entre la situación económica del club y el crecimiento profesional del jugador más de uno está convencido de que su futuro está cada vez más lejos del Ramiro. La llamada de Scariolo no se hará esperar y partir de ahí…


A estas alturas alguno se preguntará qué hay de lo nuestro, es decir del partido de Málaga. Tuvo aroma de playoff, con permiso de la autoridad competente por eso de los charcos, y el Estu tuvo opciones hasta el final. Jasen, Oliver y Lofton se echaron el equipo a la espalda y sin Gabriel, se confirma que Driesen gana confianza. Ahora tocar ganar al CB Murcia y seguir soñando. El deporte no se entiende sin soñar.

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