domingo, 17 de mayo de 2009

Chapa galáctica

El Bing Bang tiene explicación. Al menos eso es lo que van a intentar Herschel y Planck, nombres de los dos telescopios que viajan a bordo de un cohete lanzado desde la una base de la Guyana francesa. Sólo por eso duermo ya más tranquilo. Los dos observatorios tardarán cerca de un mes y medio en llegar a su destino, para situarse a 1,5 millones de kilómetros de la Tierra. Ya ven, tecnología punta al servicio de centenares de científicos de todo el mundo, en forma de dos telescopios que se parecen, pero que son muy diferentes y que investigarán al detalle las claves del origen del universo. Dicen que ambos telescopios servirán para buscar el ADN del universo, por lo que no quiero ni imaginar qué sucedería si Herschel o Planck sufren el mejor golpecito en el viaje. No sería como reparar el Seat Panda con el que me llevé la primera columna de un garaje. Unas horas de chapa y pintura bastaron para devolverlo, como nuevo, a las carreteras. Pero creo que en esto del espacio y las reparaciones en gravedad cero no vale con unos golpes en el taller de chapa concertado con el seguro. Basta con ver el trabajo de precisión de los astronautas del Atlantis para arreglar el Hubble, el legendario telescopio que necesitaba una revisión para garantizar su funcionamiento como ojo que todo lo ve hasta 2014. Pero reconozco que estas aventuras espaciales me fascinan. Mientras no somos capaces de arreglar lo que nos rodea y que vemos nada más abrir la puerta de casa, muchas veces en forma de dramas personales, resolver las claves del espacio son el mejor remedio. Creo que todo empezó cuando conocí la desventura de esa perra vagabunda llama Laika y a la que los rusos, en plena carrera espacial, enviaron en el satélite Sputnik-2. Pese a lo que digan, dudo mucho de que sobreviviera al despegue, pero eso de lanzar un perro al espacio ya era un puntazo. Herschel y Planck también parecen nombres de entrañables animales de compañía, pero no lo son. ¡Qué pena que este tipo de avanzados telescopios no sirvan para explorar el universo humano! Más de una sorpresa nos llevaríamos.

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