viernes, 26 de abril de 2013

El 'austericidio'



Hace unos años, cuando se empezaron a popularizar las redes sociales, se decía que si no tenías un blog no eras nadie. Hoy tengo un blog y sigo sin ser nadie, incluso soy menos. Al menos puedo escribir estas líneas tras conocer que 6.202.700 personas están en el paro en España. Lo hago por primera vez en mi vida desde ese otro lado. En esta ocasión nadie me tiene que contar el drama personal que hay detrás de cada parado, ni lo que es levantarse por la mañana con la rutina del que más que espera, desespera. Escribo desde ese lado oscuro, del de los más de seis millones de personas que no pueden trabajar, ni saben si algún día lo volverán a hacer.

Sé muy bien de lo que hablo. Por eso eso espero que entiendan que cuando alguien me saluda estos días con un cortés e inocente "¿Cómo estás? opte por respuestas curiosas y sorprendentes. No respondo ni bien ni mal ni todo lo contrario. Tiro de dos respuestas de manual que nacen de un pensamiento pesimista  (o de un optimista bien informado, que dirían algunos). A unos les contesto que "cautivo y desarmado" y a otros, por eso de ironizar, les suelto un "trempado y vigilante", que suena algo más zafio y vulgar. Incluso por tratar de quitar hierro al asunto utilizo ambas salidas, que en todo caso esconden un poso  de escepticismo que se escuda en el sarcasmo y la retranca.

Humor y confianza en que algo mejor está por venir deben ser los compañeros de este desconocido viaje, pero los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) de los primeros tres meses del año son los que son: una tragedia. No caben matices. España está en el furgón de cola de los países de la OCDE, con una tasa de paro del 27,16% (para hacernos una idea del drama es superior a la tasa de paro de la Gran Depresión en Estados Unidos, cuando se registró un 25%). Un 57% de jóvenes no tienen empleo y 3,5 millones de personas llevan más de un año buscando trabajo... Un panorama para temblar. Es la evidencia del fracaso de las llamadas políticas de austeridad, tanto de España como de Europa. Recortes en el gasto público que no han venido acompañadas de medidas que generen riqueza o, lo que es lo mismo, empleo.

El austericidio se ha instalado en nuestras vidas. Sin más. Lo dramático es que para muchos que viven los lunes al sol vislumbrar una luz al final del túnel no es motivo de esperanza,  ni siquiera es una señal para encontrar una salida. Esa luz es cegadora, deslumbra y te deja sin vista.  Elegir entre la incertidumbre o sobrevivir ya no es una opción en un clima de austeridad depresiva. Te toca sin previo aviso y sin invitación. Se mire por donde se mire la reforma laboral no ha servido, ni siquiera para eso que tan pomposamente pregonan los políticos con frases como "crear las condiciones adecuadas para crear empleo". Ni condiciones, ni empleo que valga.

El fracaso político, de este gobierno y del anterior, es evidente. Ya no se trata de echarse las culpas como niños en un patio de colegio porque es una situación de emergencia nacional. Mientras el partido en el Gobierno se aferre a que los datos macroeconómicos invitan al optimismo y no sea capaz de admitir el fracaso que supone la demoledora EPA, las más dura de la historia en España, mucho me temo que hay poco que hacer. El PSOE haría bien en no abrir mucho la boca y para el Gobierno de Rajoy el eterno argumento de la herencia de Zapatero está invalidado. En cuanto al resto de partidos no estaría mal que aparcaran la demagogia y se dejaran de batallitas que a la mayoría de los ciudadanos nos traen al pairo. La batería de medidas que en los Consejos de Ministros han aprobado han servido de poco y es el momento de alcanzar un amplio consenso bajo la batuta de los mejores economistas. Si seguimos así, en una tendencia diabólica hacia ninguna parte, si los economistas no dan con la clave para acabar con la crisis y crear empleo pasaremos a los psiquiatras. Y una vez sentados en el diván creo que quedará muy lejano el día en el que a la sencilla pregunta de "¿Cómo estás?" conteste con un sincero: "Bien, gracias".

No hay comentarios:

Publicar un comentario