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El fatídico 2012 está a punto de llegar a su final y no sé si nos arrastrará a todos al abismo apocalíptico. La profecía de los mayas tiene que ver mucho con la alineación de los planetas y si se cumple... que cada palo aguante su vela. Será sólo ya una cuestión de supervivencia pura y dura. Al menos me quedo más tranquilo al conocer la intensa campaña que ha efectuado la NASA para desmentir a los mayas. Lo que me intranquiliza de verdad son los convulsos días que vivimos y que ni la NASA ni el sursum corda sean capaces de encontrar una salida a este atolladero. No pasa un día sin que el amigo de toda la vida o la pyme de turno te dé un disgusto padre. El clima en la calle es demasiado tenso. En medio de este escenario los diálogos de besugos y francotiradores de trinchera se multiplican. La realidad es que nadie sabe cómo salir de este carajal y Mariano Rajoy sigue sentado con su puro y su Marca. Esperando a verlas venir y que las cosas cambien por sí solas. Será, claro, si los mayas no lo impiden.
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