miércoles, 6 de marzo de 2013

Vivir como una rubia



Alternar con rubias en la penumbra de un bar es una tarea de riesgo, y más si hay unos Jameson con Coca Cola o con ginger ale encima de la barra. Lo malo es que los hombres (casi todos y yo entre ellos) las prefieren rubias... y no me refiero a la cerveza. Será que por esa sensación de riesgo y morbo a partes iguales me gustó leer entre líneas en la revista Hola la entrevista con la princesa Corinna zu Sayn-Wittgenstein. Tras sus palabras exclusivas se ha desatado una tormenta que puede acabar con el jefazo de los espías españoles, eso que llaman el CNI, compareciendo en el Congreso de los Diputados. Digo yo que lo hará con el Hola debajo del brazo, aunque de lo que se trata es de explicar a qué se refería la rubia cuando decía eso de que había hecho “trabajos delicados” para el  Gobierno de España. ¿Y qué quieren que les diga? El surrealismo supera a la realidad. Esta princesa de apellidos impronunciables hace bueno el eslogan que sirvió para publicitar primer tinte rubio que salió en la América de los años 50: “Si sólo tengo una vida, déjenme vivirla como rubia”. Ignoro si Corinna es rubia de bote, pero si tengo alguna certeza es que en esta política mediocre de nuestros días  lo que abunda es el tinte y que siempre conviene más leer entre líneas que creer a pies juntillas lo que te cuentan. Será que querer vivir la vida como una rubia es lo que tiene.

1 comentario:

  1. En relación a su escrito de referencia -Vivir como una rubia- Y dado que en el mismo, hace usted referencia a la frase - leer entre líneas - ,paso a continuación a exponer mi opinión de los hechos. En primer lugar, quiero manifestar mi desacuerdo con la primera parte de su texto, en el que hace una mención partidista al gusto de los hombres en el aspecto -entre lineas- sexual. A casi todos los hombres le gustan todas. Rubias y morenas. Por tanto no estoy de acuerdo con la ligereza de su opinión y para mi queda desvirtuada su afirmación. En el siguiente punto, estoy totalmente seguro que esta rubia natural -espero le sirva la aclaración- y a la vez de bote, jamás de los jamases ha trabajado para los servicios de inteligencia de este país y le explicaré por que. Como su propio nombre indica, las rubias tontas - la mayoría de las mujeres son muy listas - no pueden entrar a formar parte en la vocación que supone la defensa de los intereses de nuestro país y muchas materias y sobre todo en seguridad. En referencia a la expresión, trabajos delicados, más diría yo que se refiere a la inteligencia, eso si, de valorar si las diferentes felaciones a los miembros de los miembros de cualquier estamento, personalidades varias, nobles o no nobles, de cualquier lugar, se han realizado sin el suave roce de los dientes en el glande. No se trata de surrealismo, sino de Narcisismo de la que podría haber sido protagonista de El Buscón, en el término femenino, La Buscona. Si el término que en mi opinión define a la rubia, le queda antiguo o arcaico, puede usted utilizar en mi nombre uno más moderno y actual.

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