lunes, 10 de marzo de 2008
Reflexiones. El balcón de Génova
El día siguiente a unas elecciones no estaría mal que también se dedicara a jornada de reflexión. Y eso es lo que parece que ayer hicieron muchos líderes políticos, empezando por Mariano Rajoy, que tal vez hoy resuelva su futuro tras su segunda derrota consecutiva. Si hace cuatro años la derrota dejó un poso amargo en el PP, la del domingo fue más dulce, al ganar más escaños y conseguir más votos, pero derrota al fin y al cabo. El voto mayoritario de los madrileños al PP hace que Esperanza Aguirre, que por cierto también ayer dedicó el día a reflexionar tras no salir la noche del domingo al balcón de Génova, juegue a colocado y ganador; los resultados y su ambición política la avalan. Mientras tanto, los socialistas madrileños siguen sin saber cómo hacer frente a la lideresa y a su política de hechos –mentiras para unos, realidades para otros–, hasta el punto de que Madrid es una de las provincias donde más cae el voto socialista y los populares ganan en feudos insospechados hace años. Tal vez el liderazgo de Tomás Gómez sigue sin tomarse en serio y el cuasi sempiterno debate interno en el seno del PSM se demora pese a las sugerencias de algunos alcaldes y representantes socialistas. Mientras tanto, el tsunami bipartidista ha dejado a IU en Madrid huérfana de viajeros, que tal vez han decidido embarcarse en el vuelo del PSOE del voto útil antes que sus propios dirigentes. La sorpresa la ha protagonizado Rosa Díez, que ha sacado un escaño por Madrid. La política vasca no va a pasar desapercibida en el Congreso de los Diputados, y de la misma manera que muchos ciudadanos ansían, recordará a Zapatero que sea presidente de todos los españoles.
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