viernes, 28 de septiembre de 2012

El ‘espejito, espejito’ de Sofía Oria, la revelación de ‘Blancanieves’



Como si de un juego se tratara, solo que de celuloide, cámaras, guiones y claquetas, Sofía Oria Enríquez (Madrid, 2002) se mueve con llamativa soltura por la gran pantalla en su debut cinematográfico. Es la niña que interpreta a la joven Blancanieves, película dirigida por Pablo Berger que puede convertirse en el filme del año 2012 en la gala de los Premios Goya.

Sofía Oria es la revelación de esta versión cañí, surrealista, original y sorprendente del célebre cuento de los hermanos Grimm. Con la misma soltura en la que se mira en el ‘espejito, espejito’, esta joven intérprete de la inocente y pequeña Blancanieves (la mayor es Macarena García) bucea con total naturalidad en un mundo que a priori parece reservado para otros. Ya sabe lo que es rodar a las órdenes de Pablo Berger y Daniel Calparsoro , en Invasor, así como compartir interminables jornadas de rodaje con Maribel Verdú, Ángela Molina, Inma Cuesta o Alberto Ammann. No le cuesta someterse a largas sesiones en los platós ni a la pesadez de repetir una escena tras otra. “Me decían que no hacía falta maquillaje”, explica Sofía que también reconoce que la experiencia de rodar películas “es muy cansado, pero divertido”.




El cine, de momento, es un juego maravilloso para ella. Y lo disfruta a tope. Abre sus bonitos y expresivos ojos a un mundo como el del séptimo arte al que ya no es tan ajena pero que no deja de sorprenderle. Y cuando se le pregunta qué fue lo que le llamó más la atención del rodaje de Blancanieveslo tiene claro: “La enorme masía, llena de habitaciones", en la que rodaron parte de la película. Esta masía está situada en las inmediaciones de Barcelona.

La aventura del cine comenzó en su colegio, donde hacía sus pinitos en teatro. Su profesora es amiga del director del filme, Pablo Berger. El resto lo hizo la casualidad. Él buscaba una niña para interpretar a la pequeña Blancanieves que desde hace tiempo se había imaginado en su cabeza;  ella le habló de Sofía y las piezas encajaron de manera mágica. Como en el cuento se llegó a un final feliz. Sofía era la Blancanieves que imaginó en su cabeza de un proyecto arriesgado e innovador que durante tantos años Berger llevó de un productor a otro.

Con la misma espontaneidad que firmó sus primeros autógrafos en San Sebastián, donde tuvo lugar la premier del filme en el marco del festival de cine, o se sienta en el regazo de su pérfida madrasta, Maribel Verdú, para responder a los periodistas en una multitudinaria rueda de prensa, Sofía habla de una experiencia única para una niña de su edad sin dejar de poner los pies en la tierra.  Acaba de salir de clase (cursa quinto de Primaria), entra en casa y el primero que corre a su encuentro es su perro,Clifford. Entre ellos hay conexión y se nota. Es una apasionada de los animales, especialmente de los caballos. “Mi sueño de toda la vida, desde que tengo cinco años, es montar a caballo”, reconoce con desparpajo la joven intérprete, que todavía no tiene claro si su futuro está en la gran pantalla. Todo a su tiempo.

Su pasión por los animales se desprende al hablar con ella. Si hay algo que le irrita del mundo de los mayores es que hagan sufrir a los animales. Por cierto, que en el rodaje de Blancanieves también tuvo la oportunidad de contar con un compañero de reparto especial, un gallo de nombre tan castizo comoPepe, “y que en la vida real se llama Lito”, aclara.

A sus diez años, Sofía es una niña que esconde un potencial artístico enorme y que de momento se toma la interpretación como un juego. Sabe que no necesita ponerse delante del espejo, ése es sólo para la reina envidiosa y altanera del famoso cuento que no soporta que exista en el reino alguien más bella que ella.

viernes, 21 de septiembre de 2012

Ciberconcejales


La afición al twitter de los políticos patrios se sale de madre. En esa feria de las vanidades, elogios sin doquier, peloteos a los mandamases y polémicas interesadas que campan en twitter, más de uno debería pensar en que hay que empezar a contener su incontinencia. En medio del descrédito generalizado de la clase política el uso de las nuevas tecnologías es para los diputados, concejales y asesores una irresistible tentación. Muchos lo defienden como herramienta de trabajo, pero asistir a un pleno y ver tuitear a los concejales de turno –hay algunos que enciman no dicen ni mu en las sesiones– no es de recibo. Moviendo los dedos con inusitada rapidez y con la mirada volcada en la pantalla del móvil o de la Ipad lanzan sus mensajes y se enzarzan en discusiones públicas en 140 carácteres. Será que el debate político importa más fuera del Salón de Plenos que dentro. Mala cosa. La edil de IU Pilar Fernández lo advirtió en el último pleno celebrado en Alcalá de Henares, y tiene toda la razón: “No nos pagan por tuitear”. Pues eso.

martes, 18 de septiembre de 2012

Referéndum

Tomás Gómez es un político peculiar. En su empeño de ir contracorriente gana adversarios en la misma medida que, hasta ahora, cosecha resultados electorales pírricos de los madrileños. Su última ocurrencia es la de exigir un referéndum para que los ciudadanos decidan si el país se enfrenta a un rescate o no. Con esta exigencia se presentó en el Comité federal del PSOE donde, por enésima vez,  escenificó un  enfrentamiento democrático con la dirección, y por ende, con Rubalcaba. Anteriores errores como boicotear los actos oficiales del Gobierno regional, incluido el homenaje a las víctimas del 11-M, o el traslado de la sede del PSM al suntuoso edificio de Callao le pasaron factura en las urnas. Ahora insiste con un mensaje que se sitúa a la izquierda de la izquierda, sobre el que estampa el sello de progresista pero abrazando a la Syriza y alejado cada vez más de la socialdemocracia. Tal vez, lo que evidencia al caminar sobre el alambre es que la socialdemocracia española está huérfana de líderes y, lo que es peor, de ideas.

jueves, 6 de septiembre de 2012

Estadistas




Que la política es un espectáculo no tiene duda. Los norteamericanos saben más que nadie de esto y una vez más lo vamos a comprobar en la nueva carrera hacia la Casa Blanca que se disputan Obama y Romney. Pero por estos lares, salvo el protagonismo que roba la tristeza de Ronaldo, los estadistas campan a sus anchas. Los fines de semana son el terreno propicio para que  los estadistas tengan su momento de gloria. No hay fin de semana en que esos estadistas de talla internacional como Esteban González Pons u Óscar Lopez (de uno y otro partido, que no se me enfade nadie por Dios...) no tengan sus espacios reservados en televisión. Claro, que esos minutos que tanto valen en televisión los dedican para  hablar de lo suyo, porque de lo nuestro ya lloramos nosotros con la chusma que nos quiera escuchar en cualquier bareto. Ahora con el inicio del curso estos estadistas que tiran de manual de partido para llenarse la boca tienen inoculado el virus electoral. Lo malo es que para este virus no hay remedio ni en prime-time. Lo bueno, que hay bares pa aburrir.